En la habitación

Lento desarrollar de la historia de un drama familiar que expresa con pulcritud los distintos sentimientos que poco a poco se van derivando debido a la tragedia.
Tom Wilkinson, Marisa Tomei y sobre todos Sissy Spacek impecables en su actuación.
Muy recomendable

Buena película aunque despreciada por Hollywood. Plantea la duda eterna sobre la aplicación de ley del Talión, sí, esa que parece que a nadie le gusta, pero que algunas veces ejecutamos fríamente. El director sabe llevar los tempos perfectamente y me parece adecuado el uso de las escenas fugaces para dar sensación de rapidez a la película y demuestra como con un simple plano se pueden expresar más que con 1 hora de película. Realmente me gustó y creo que el final debería ser aplicable a muchas cosas en esta vida.

Atravesada por la sensación que hace sentir el cine bien hecho, "En la habitación" es otra muestra de que los norteamericanos cuando hacen buen cine son los mejores. Buenas interpretaciones(sobre todo una excepcional Sissy Spacek) para un drama en toda regla:entretenido y a veces sobrecogedor. Muy recomendable.

Todd Field, discreto actor pero extraordinario y superdotado director hacedor de obras maestras imperecederas, con tan solo dos películas en su filmografía se ha convertido en una referencia vital para el buen cinéfilo. Porque vaya dos películas, de esas que han marcado el cine de este siglo de forma definitiva: “Juegos secretos (Little children)” y, sobre todo, “En la habitación (In the bedroom)”, una de las películas claves de nuestro tiempo y una ópera prima deslumbrante y apabullante por su madurez, compromiso, capacidad de asumir riesgos y y forma de presentar maravillosas aristas cortantes.

Todd Field, a la altura del Clint Eastwood de “Mystic River” o del David Cronenberg de “Una historia de violencia” (y no exagero en la comparación en absoluto), nos quiere agarrar de la solapa y zarandearnos para preguntarnos cuándo y cómo es legítimo el uso de la violencia, por qué puede llegar a estar justificada, hasta dónde es admisible y en qué circunstancias los principios morales pueden dejarse caer en aras de la venganza. Porque esa y no otra es la premisa, tan valiente como necesaria, que interpela al atónito espectador de esta obra maestra absoluta para la historia del cine.

Esa habitación que da título a la cinta es el dormitorio donde un matrimonio cincuentón, protagonizado de forma mucho más que soberbia por Tom Wilkinson y Sissy Spacek, ni más ni menos, debaten sobre cómo afrontar el hecho de que su hijo adolescente ha iniciado una relación sentimental con una bellísima madre de dos hijos (una siempre apabullante Marisa Tomei que vuelve a demostrar con esta cinta y con “El luchador” de Darren Aronofsky que es incombustible y que tiene una capacidad inagotable para reinventarse) que padece un excónyuge violento y maltratador que se niega a desaparecer de su vida.

Ese trío actoral formado por Tom Wilkinson, Sissy Spacek y Marisa Tomei en pantalla es algo fuera de lo común, como lo es el duro, descarnado y coherente guión, al que no le sobra ni le falta una sola coma a la hora de poner sobre la mesa la narración del dolor en todas sus manifestaciones y acepciones. Marisa Tomei encarna aquí a una víctima de la violencia machista que se acaba convirtiendo en el detonante en torno al que se desarrolla la historia, de la que conviene saber cuanto menos mejor antes de verla, y paradójicamente sufrirla tanto como disfrutarla.

La madurez y capacidad de dirección de Todd Field ante un drama negro de aristas tan cortantes y planteamiento tan arriesgado está fuera de lo normal, con un clasicismo en la dirección que corta la respiración, sencillamente porque él es un director fuera de lo normal. Los juegos de reflejos en los espejos de sus protagonistas son de una altura sideral inalcanzable en una ópera prima para cualquier director normal. Fue la mejor película del planeta en 2001 con diferencia respecto a las demás. Que se llevara los Oscars “Una mente maravillosa” de Ron Howard dice todo sobre la enfermedad incurable de tales premios.

“En la habitación” es una película radicalmente imprescindible de ver y conforma junto con la única otra cinta de Todd Field, “Juegos prohibidos (Little children)” un binomio básico para el cinéfilo.

Todd Field dirigió en 2001 una de la revelaciones del cine. Una película que fue nominada a los grandes premios de la academia y que fue éxito de crítica y público.
La película narra la vida cotidiana de un matrimonio que tiene un hijo universitario que está saliendo con una mujer divorciada. Su relación los padres la llevan bien, pero tienen el miedo en su interior a que algo pueda salir mal, y el futuro cambie radicalmente. Sus sospechas no van desencaminadas y un hecho fortuito hará que todo lo construido se derrumbe irremediablemente.
La historia está narrada con un ritmo tranquilo y hasta cierto punto intimista; pero para nada resulta pesada ni lenta. La trama engancha desde el principio gracias a unas escenas llenas de dramatismo y de intensidad. Silencios llenos de información, hacen que las escenas tomen otra dimensión, y producen que uno se involucre en la historia de una manera diferente.
El éxito de este film también es debido a las impresionantes interpretaciones de sus protagonista. Tanto Sissy Spacek, como Tom Wilkinson y Marisa Tomei fueron nominados a los Oscar y a los Globos de Oro por sus trabajos. Los tres están soberbios y regalan unos personajes increíbles. Unos personajes que son increíblemente reales gracias a numerosos detalles, produciendo que no resulten planos. Pero también Nick Stahl está fantástico en su trabajo, aunque no tuviera ninguna nominación. Los cuatro forman un elenco de tal calidad, que pocas veces se ha visto en una película.
En fin, "En la habitación" es una película de ritmo lento pero de gran fuerza dramática. Una película que cuenta mucho en sus silencios, y que hay personajes únicos gracias a todo lo que ofrecen (tanto en lo que hacen como en lo que callan). Un film maravilloso que sorprende, y que cuenta con una trama muy concreta que no dejará indiferente a nadie, y de la que todo el mundo sacará una decisión sobre que haría ante una situación así.