La noche de Halloween

Gran clásico del género slasher. El comienzo que le da Carpenter con los movimientos de cámara es espectacular, luego la película aunque en menor medida sigue manteniendo el nivel.
Es una película simple, sin demasiados sustos, pero sin duda un clásico.

Una pequeña joya del genero de Terror para el mundo del Cine. Te cautiva desde el principio, con una toma perfecta que nos deja ver la gran habilidad de sus creadores para generar suspenso al publico. El resto es el complemento total que a hecho de este gran filme, un gran clasico del Terror.
Personalmente puedo decir que no soy de aquella generacion en donde fue estrenada, pero que gusto me hubiese dado formar parte de ella.

Reconozco su mérito como inspiración precursora de un subgénero dentro del terror; pero menos mal que la fórmula se fue puliendo.

El inexorable paso del tiempo le ha hecho un flaco favor a esta obra, cuyas virtudes seguirán visibles en la generación que la vio nacer, pero no en el espectador que, por primera vez, eche la vista atrás en busca de una de las supuestas cumbres del cine de terror.

Argumentalmente vacía: Michael Myers es un interno al que le sonríe la suerte cuando se cruza con dos ineptos que permiten su fuga. Como es hombre de poco mundo, volverá a su ciudad natal para empezar una oleada de asesinatos, mientras el espectador se pregunta: "por qué estos objetivos y no otros? He visitado casas del terror más asustadizas e interesantes que esto.

La dirección de Carpenter sabe crear una atmósfera inquietante, pero se resiente cuando recicla el mismo recurso de forma desmesurada: Michael Myers observando en la distancia y desaparece; por lo menos va cambiando de lugar. "Mira, ahí está el asesino, junto al tendedero", "Dios Santo, se encuentra al lado de ese arbusto", "hola, te estoy viendo desde la ventana, ¿quieres sal?".

¿Es Michael Myers la reencarnación rigurosa del mal? ¿Movido sin razón aparente en aras del mal? Puede ser, y de hecho, es un trasfondo interesante de explorar; aunque puede que la explicación de sus motivaciones estriben en el poco desarrollo que se ideó para su personaje.

Lo que sí tiene esta película, es un tema principal escalofriante y que no se merece. Puedo decir sin miedo, que se encuentra entre los más destacables de este género.

Y para terminar repasemos una lista de los clichés que cumple esta película; puede que alguno de ellos fuesen instaurados por ella:

- Escena en el sótano o garaje: sí.
- Una chica como protagonista: sí.
- Pareja teniendo sexo: sí.
- El objetivo del asesino escapa corriendo y se tropieza: no.
- Torpeza de algún personaje que frustra al espectador: sí.
- Personajes hablando solos: sí.
- El típico "¿Hola, hay alguien ahí?: no.
- Puertas que se abren y cierran solas: sí.
- Muerte de un animal doméstico, preferiblemente un perro: sí.
- Final abierto: sí.
- Luces que parpadean o se funden: no.
- Elevar la música para favorecer el sobresalto: sí.
- Esconderse en un armario o debajo de la cama: sí.
- Que la acción transcurra en un vecindario de chalés o casas grandes: sí.
- ¿Me van a linchar en Filmaffinity por escribir esta crítica?: sí.

He leído críticas muy contradictorias sobre esta película. Hay quienes le dan 10 y la califican de obra de arte y clásico del género, y hay quienes le dan 1 y dicen que no vale nada.
Yo en lugar de dar mi opinión simplemente les voy a pedir que se acerquen al fogón y me dejen contarles lo que pasó en una sala de cine donde había unos 100 o 200 adolescentes, una noche de 1980, y tal vez entiendan porqué esta película es mítica.

Halloween, en su estreno en mi país, fue calificada "Prohibida para menores de 18 años". Recién la pude ver dos años después cuando la pusieron en el cine de mi barrio. Yo tenía 13 y allí no había inspecciones ni controlaban la edad de los espectadores.
Era una sesión doble, y quedé con un amigo de encontrarnos en la puerta. Por alguna razón nunca llegó y al fin entré solo. La primera película también era de terror, pero no recuerdo cual era. Ya había comenzado y no pasó nada durante su proyección, solo algún que otro susto.

El cine estaba casi lleno. Calculo que el 90% de los espectadores tendrían entre 12 y 19 años.
Cuando comenzó la segunda película, Halloween, lo que sucedió en esa sala es algo que nunca podré olvidar. El miedo y la angustia se apoderó de mí y de toda la audiencia desde la primera escena de la película, todo ello sazonado con sobresaltos, escalofríos y risitas nerviosas. A medida que avanzaba el metraje, en un perfecto crescendo de suspenso, se comenzaron a ver muestras de auténtico terror entre los espectadores. Y en los últimos 40 minutos de película esa sensación era casi insoportable.
El paroxismo y la histeria colectiva se apoderó de la sala. Vi personas tirándose al piso para esconderse detrás de las butacas, parejas temblando abrazadas para intentar superar el pánico, gritos, chillidos, alaridos, chicas llorando tapándose la cara con las manos y mucha, mucha gente que simplemente optaban por salir corriendo de la sala. Yo estoicamente aguanté sin apartar la mirada de la pantalla. Mas bien me obligué a no dejar de mirar de una forma masoquista, aunque todos mis sentidos me pedían que me escapara de esa pesadilla infernal.

Algunos tildan de lenta a la película. Si estás metido en ella, atrapado, como nos pasó a todos esa noche, no es que sea lenta, en realidad las escenas son una agonía, angustiantes, desesperantes. Estás ahí, en tu butaca, rogando porque de una vez se termine ese trance espantoso, pero sigue y sigue y parece que el director disfruta tensando tus nervios hasta el límite y no deja de atormentarte hasta que al fin termina en una explosión de sobresalto y horror.

La larguísima escena donde la protagonista cruza la calle hacia la casa donde, sin ella saberlo, está escondido el asesino y están los cadáveres de tres de sus amigos. Luego entra a la casa, sube lentamente las escaleras.......¿cuanto dura esa escena? dura lo que las peores pesadillas, una eternidad. Y tú clavado en tu butaca, temblando, sin poder hacer nada. La gente en el cine gritando espantada !No vayas a esa casa!! !No entres por favor, nooo!! !No subas la escalera!! pero la muy inconsciente de la protagonista sigue adelante.
Y así toda la película, niñas llorando y gritando !!Cuidado, detrás tuyooo!! !Date vuelta, está ahì!! !!Correee!!

Cuando terminó la película salí temblando del cine. Pero la pesadilla no había terminado. El barrio donde vivía era muy parecido al de la película, casas con jardines, árboles en las veredas. Ya era muy tarde en la noche y las 9 calles hasta mi casa fueron horripilantes. Pero peor aún fue entrar a mi casa, de dos plantas. Toda mi familia ya estaba durmiendo, y tuve que cruzar la casa que estaba a oscuras y en completo silencio, subir las escaleras......y temblando entrar a mi cuarto. Casi no me animé a abrir el armario, pero tuve que hacerlo, si no jamás hubiera podido dormir esa noche. Y también revisé debajo de la cama. Y así lo hice durante varios meses después de ver la película, revisar el armario y debajo de la cama antes de acostarme. Tal fue el trauma que me dejó.

Si eres un hombre de 45 años, y has visto por primera vez esta película en el 2008, en la TV, mientras almorzabas, comprendo que no te haya afectado. Cada obra artística está pensada para su tiempo y para un público determinado. Tal vez tampoco puedas comprender porqué los Beatles causaban tal histeria colectiva, pero claro, no eres una niña de 15 años viviendo en 1964.
Tal vez no comprendas porqué se considera Halloween una obra cumbre del terror, pero claro, no la viste con 13 años, en 1980, en un cine abarrotado de adolescentes. Es una experiencia única e intransferible, si te lo perdiste ya no puedes experimentarlo. Para los que lo vivimos, y lo sufrimos, es algo que jamás se nos olvidará, y cada vez que volvamos a ver Halloween, reviviremos esa época de inocencia, en la que pasamos la hora y media mas angustiosa y aterradora de nuestras vidas.

Halloween es ejemplo de muchas cosas: iniciadora de todo un subgénero, iniciadora de una prolífica saga de terror, muestra del excelente trabajo de su creador, John Carpenter; pero sobretodo, es el ejemplo de cómo muchas la pasión y creatividad de las personas está por encima del dinero y el poder de los estudios...

Un gran clásico, una obra maestra.