Horace and PeteMiniserie
2016
Louis C.K. (Creador), Louis C.K.
1.091
Serie de TV. Drama. Comedia
Serie de TV (2016). 10 episodios. Louis C.K. y Steve Buscemi son Horace y Pete, que regentan el pub irlandés Horace & Pete. (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2016
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como seguidor de Louie C.K. me llegó la noticia de la existencia de esta serie dirigida, escrita y producida por él mismo.
Más allá del argumento de la serie que podría recordar a Cheers, lo que sorprende es el formato, nada de risas enlatadas ni sonidos innecesarios, un uso del silencio poco habitual en una serie. Nada de cambios de cámara más allá de los necesarios y un punto de vista que remite al teatro.
Está presente el humor típico de Louie, sarcástico y ácido a veces, desvergonzado otras; pero no se trata de una comedia. Cada personaje que aparece tiene su complejidad y un rol dramático muy definido. Mi preferido el viejo camarero interpretado por Alan Alda.
Existe una trama dramática interesante pero lo realmente interesante para mi son las conversaciones de barra de bar que literalmente se dan entre el grupillo de borrachos habituales, incluyendo al camarero anteriormente mencionado o al personaje interpretado por Jessica Lange, siendo algunas de estas conversaciones épicas cómo la que habla sobre liberales y conservadores o la que trata sobre sexo oral, todas ellas pasándose tres pueblos de lo políticamente correcto.
Tal y como sucedía con la serie Louie C.K., cada capítulo es una sorpresa, puede desarrollar una trama compleja y de una profundidad dramática importante o simplemente relatar una anécdota. Aunque en este caso la diversidad también afecta a la duración de cada capítulo.
Da la impresión y por lo que he leído parece ser así, que la improvisación y la libertad en las actuaciones es norma más que anécdota.
Tiene momentos fallidos también pero en general da gusto encontrarse con productos arriesgados de este tipo, de autor y que buscan nuevos caminos en el audiovisual, entre la serie televisiva, el teatro y el cine independiente.
La serie la pone Louie directamente en su web al precio de cinco dólares el primer capítulo en plan experimento de distribución directa autor-público, jugándose su pasta al realizarla, pero con total libertad.
Para mi un gran descubrimiento y he disfrutado cada uno de los capítulos.
Más allá del argumento de la serie que podría recordar a Cheers, lo que sorprende es el formato, nada de risas enlatadas ni sonidos innecesarios, un uso del silencio poco habitual en una serie. Nada de cambios de cámara más allá de los necesarios y un punto de vista que remite al teatro.
Está presente el humor típico de Louie, sarcástico y ácido a veces, desvergonzado otras; pero no se trata de una comedia. Cada personaje que aparece tiene su complejidad y un rol dramático muy definido. Mi preferido el viejo camarero interpretado por Alan Alda.
Existe una trama dramática interesante pero lo realmente interesante para mi son las conversaciones de barra de bar que literalmente se dan entre el grupillo de borrachos habituales, incluyendo al camarero anteriormente mencionado o al personaje interpretado por Jessica Lange, siendo algunas de estas conversaciones épicas cómo la que habla sobre liberales y conservadores o la que trata sobre sexo oral, todas ellas pasándose tres pueblos de lo políticamente correcto.
Tal y como sucedía con la serie Louie C.K., cada capítulo es una sorpresa, puede desarrollar una trama compleja y de una profundidad dramática importante o simplemente relatar una anécdota. Aunque en este caso la diversidad también afecta a la duración de cada capítulo.
Da la impresión y por lo que he leído parece ser así, que la improvisación y la libertad en las actuaciones es norma más que anécdota.
Tiene momentos fallidos también pero en general da gusto encontrarse con productos arriesgados de este tipo, de autor y que buscan nuevos caminos en el audiovisual, entre la serie televisiva, el teatro y el cine independiente.
La serie la pone Louie directamente en su web al precio de cinco dólares el primer capítulo en plan experimento de distribución directa autor-público, jugándose su pasta al realizarla, pero con total libertad.
Para mi un gran descubrimiento y he disfrutado cada uno de los capítulos.
15 de mayo de 2016
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Horace & Pete's es un pequeño bar familiar situado en Brooklyn de 100 años de antigüedad.
Visualmente, la serie es similar a una obra de teatro, y se sustenta en buenas interpretaciones y un buen guión de Louis C.K., que explora la cotidianidad del drama de la vida, acertando más o menos dependiendo de la situación, pero siempre intentando ir un poco más allá en sus diálogos y profundizando en sus personajes y en el gran conjunto de pequeños detalles que les hace ser como son, y aportando su característico humor negro.
Todas las historias, anécdotas y descubrimientos de quienes pasan por allí acaban formando parte de la historia de Horace & Pete's.
Visualmente, la serie es similar a una obra de teatro, y se sustenta en buenas interpretaciones y un buen guión de Louis C.K., que explora la cotidianidad del drama de la vida, acertando más o menos dependiendo de la situación, pero siempre intentando ir un poco más allá en sus diálogos y profundizando en sus personajes y en el gran conjunto de pequeños detalles que les hace ser como son, y aportando su característico humor negro.
Todas las historias, anécdotas y descubrimientos de quienes pasan por allí acaban formando parte de la historia de Horace & Pete's.
11 de noviembre de 2016
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que ser valiente, valiente como Louis C.K., obstinado, perseverante y arriesgado hasta el paroxismo.
Esta serie desnuda sus inquietudes como artista más que como comediante (yo le conocía en su faceta stand-up comedian y desde luego no tiene nada que ver) apostándolo todo ya que autoproduce y gestiona la distribución sin intermediarios, en vía directa creador-espectador.
De “Horace and Pete” podemos decir múltiples cualidades: es divertida, genialmente escrita (con momentos de verdadera intensidad), teatral, honesta, pretenciosa, ambiciosa, literaria, dramática, hilarante, genuina… pero desde luego si algo la define ante el resto de ofertas televisivas (o de internet ya que se puede acceder a ella únicamente a través de la web de Louis) es que es una serie auténtica.
El reparto es de campanillas, no obstante lograr juntar en un mismo escenario a actores del calibre de Steve Buscemi, Edie Falco (la inolvidable Carmela de “Los Soprano”), Jessica Lange (estupenda como siempre últimamente) o Alan Alda (en la que es una de sus interpretaciones más excesivas pero memorables), no es tarea simple. Más aún si contamos que todo sale del bolsillo del propio Louis C.K.
Los secundarios brillan a gran altura: Rebecca Hall, Burt Young (Paulie en la saga “Rocky”), Laurie Metcalf (cuyo rostro reconocerás como madre de Sheldon Cooper en “Big Bang” y quien se apropia de uno de los episodios con un monólogo que merece nominación directa a los Emmy) y Kurt Metzger a quien deberían dar un espacio propio ya mismo.
¡Ah! Y la música está compuesta por todo un Paul Simon (quien por cierto tiene un cameo en el último episodio) expresamente para la serie, casi nada.
La puesta en escena es simple, los escenarios son 100% puro teatro y los personajes se debaten entre lo cotidiano y lo absurdo pasado por un tamiz de realidad que en ocasiones hiere al espectador. Como punto negativo podemos achacar ciertos momentos excesivos que no consiguen calan pero en términos generales el conjunto no se resiente.
Una apuesta arriesgada y única como pocas se han visto. Una actitud punk que casi casi se podría decir que roza el comportamiento suicida respecto a la audiencia clásica de este tipo de productos.
Hay que ser valiente.
Esta serie desnuda sus inquietudes como artista más que como comediante (yo le conocía en su faceta stand-up comedian y desde luego no tiene nada que ver) apostándolo todo ya que autoproduce y gestiona la distribución sin intermediarios, en vía directa creador-espectador.
De “Horace and Pete” podemos decir múltiples cualidades: es divertida, genialmente escrita (con momentos de verdadera intensidad), teatral, honesta, pretenciosa, ambiciosa, literaria, dramática, hilarante, genuina… pero desde luego si algo la define ante el resto de ofertas televisivas (o de internet ya que se puede acceder a ella únicamente a través de la web de Louis) es que es una serie auténtica.
El reparto es de campanillas, no obstante lograr juntar en un mismo escenario a actores del calibre de Steve Buscemi, Edie Falco (la inolvidable Carmela de “Los Soprano”), Jessica Lange (estupenda como siempre últimamente) o Alan Alda (en la que es una de sus interpretaciones más excesivas pero memorables), no es tarea simple. Más aún si contamos que todo sale del bolsillo del propio Louis C.K.
Los secundarios brillan a gran altura: Rebecca Hall, Burt Young (Paulie en la saga “Rocky”), Laurie Metcalf (cuyo rostro reconocerás como madre de Sheldon Cooper en “Big Bang” y quien se apropia de uno de los episodios con un monólogo que merece nominación directa a los Emmy) y Kurt Metzger a quien deberían dar un espacio propio ya mismo.
¡Ah! Y la música está compuesta por todo un Paul Simon (quien por cierto tiene un cameo en el último episodio) expresamente para la serie, casi nada.
La puesta en escena es simple, los escenarios son 100% puro teatro y los personajes se debaten entre lo cotidiano y lo absurdo pasado por un tamiz de realidad que en ocasiones hiere al espectador. Como punto negativo podemos achacar ciertos momentos excesivos que no consiguen calan pero en términos generales el conjunto no se resiente.
Una apuesta arriesgada y única como pocas se han visto. Una actitud punk que casi casi se podría decir que roza el comportamiento suicida respecto a la audiencia clásica de este tipo de productos.
Hay que ser valiente.
31 de julio de 2016
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien cada capítulo por separado puede dejar un regusto amargo, o insuficiente, el visionado de la serie al completo diluirá esa sensación. En mi caso se transformó en la certidumbre de acabar de ver una pequeña obra maestra, cuyas múltiples aristas Louis CK ha ido montando sin permitir que el espectador se de mucha cuenta. Cada escena al fin forma parte de un conjunto donde, en contra de aquella sensación inicial, no hay ningún cabo suelto. Este genio de crear y contar historias lo ha vuelto a hacer. Bravo.
22 de noviembre de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Louis C.K. ha conseguido impactarme con la carga dramática de su nueva serie.
Acostumbrado a su comedia ácida y a sus comentarios políticamente incorrectos, pero siempre con un humor muy personal que lo hacía más digerible, aquí nos enfrentamos a situaciones duras: mal trato, suicidio, abandono, enfermedad.... todo ello con una gran carga dramática y donde el humor aparece muy puntualmente con lo que nos enfrenta a situaciones complicadas sin la ayuda de la comedia y de manera frontal.
Muy recomendable.
Acostumbrado a su comedia ácida y a sus comentarios políticamente incorrectos, pero siempre con un humor muy personal que lo hacía más digerible, aquí nos enfrentamos a situaciones duras: mal trato, suicidio, abandono, enfermedad.... todo ello con una gran carga dramática y donde el humor aparece muy puntualmente con lo que nos enfrenta a situaciones complicadas sin la ayuda de la comedia y de manera frontal.
Muy recomendable.
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