El hombre orquesta (C)

Estoy acostumbrado a ver puntuaciones bastante mediocres en cortos de principios del siglo 20 y bien es verdad que pulsar la pestaña de la cámara que pone en funcionamiento el artefacto químico-mecánico que registra imágenes y ponerse delante a hacer "el mono" no es suficiente para puntuar con buena nota la película.
Teniendo esto en cuenta pienso que también hay que tener en cuenta el año de producción, las posibilidades de la época, el montaje, la rienda suelta que el autor le ha dado a su imaginación, etc. Ahora en el año 2011 uno se pasea por internet y ve cortos con premios, con producciones impresionantes algunos hasta con actores famosos, posibilidades increíbles con cámaras hd baratas, editores con multitudes de efectos, vamos un millón de posibilidades para engrandecer una historia y al final el 90% son una mierda con todas las letras.

El hombre orquesta por decir uno de tantos geniales cortos mudos y hecho en ¡¡¡1900!!! con una cámara que pesaría casi como una moto ahora, con un montaje y efectos especiales trabajadísimos a base de un meticuloso corta-pega, todo para completar 1 minuto cómico genial y la mayoría puntúa estos cortos a un nivel muy mediocre.

Hoy con una cámara de 120 euros hd y descargándose el windows movie maker ya hay mil posibilidades más de hacer un corto mejor a este sin embargo el 99% no le llegaría ni a la suela. Que poco se valoran las cosas malditos hijos del bienestar.

Geroges Méliès dedica los minutos de este hombre orquesta a demostrar al mundo que el cine tiene mucho que ver con la magia. Estamos ante los inicios de los efectos especiales, con técnicas simples pero que a día de hoy siguen sorprendiendo, lo cual es algo reconocible.

Interesante como documento que trata sobre como se fueron implementando los efectos especiales en el séptimo arte. Una demostración de trucos que más de uno no conocerá como se han podido hacer.

El genio francés sigue con sus inventos y los va mejorando.
Aquí presenciamos un corto espectacular si tenemos en cuenta los medios de los que se disponía, sin duda este corto supera a los anteriores pues las personas y las sillas aparecen y desaparecen de una manera fluida y ligera, sin duda de las mejores veces.
Podemos ver a nuestro amigo francés disfrutando como un niño con el juguete descubierto del que sacaba partido a todo lo que hacía pues es infinidad las cosas que se le ocurría a este hombre, sin duda, un genio.

Un divertimento frenético del inventor y director Méliès que debía encontrarse perdido para hacer un corto que llamara la atención inmediatamente del público.

El mayor mérito es hacer el corto casi en soledad sin apenas ayuda de nadie y motivado con un entusiasmo maravilloso, esta probando locuras con causa y error, y el corto de solo un minuto se ve con simpatía pero con nostalgia de esos pioneros del cine que están descubriendo un nuevo arte.

El mago del cine Méliès disfrutaba mucho en transformar la realidad con sus toques de ilusionismo. Siempre innovando. Al ver varios de sus cortos se puede sacar la conclusión de que disfrutaba lo que hacia, le dedicaba tiempo a esta pasión.
Definitivamente transformó el origen del cine en magia. Al descubrir y comenzar a usar la técnica stop trick, la iba perfeccionando cada vez mas y sacaba mas provecho a sus obras.
Aquí se ve mucho de ello, ya no es algo improvisado de grabar una escena cotidiana, sino ya plasmar una idea.
El como van apareciendo los siete músicos y luego fusionándose a uno. Él cual luego de entretener a la audiencia con música, decide hacer un pequeño número de magia para finalizar. Jugando con las sillas haciéndolas desaparecer y aparecer en cualquier orden.
Un verdadero entretenimiento para cualquier época.