The Penthouse

Este film se caracteriza por su longitud tortuosa. Unos maleantes ingresan a un departamento pretextando que van a controlar el medidor de gas. Allí se aloja una joven mujer y su amante. Las actitudes de los intrusos son estrambóticas, tanto su gestualidad como sus comentarios. De a poco se advierte que sus intenciones no son amigables y ejercen un cerrado sadismo sobre los moradores con comentarios sardónicos al tiempo que los amenazan con armas blancas y los interpelan por sus bienes materiales. Esto se prolonga largamente de manera indefinida, posponiendo la definición de la trama, que irresolutamente se extiende sin nitidez ni inteligibilidad durante por lo menos una hora donde se asiste de modo incomprensible a la exhibición de su prepotencia sádica intercalada con comentarios insinuantes y maliciosos. Este sórdido fragmento termina por quitarle interés y espesor al film, y la presunta intriga perseguida termina paradojalmente derrumbando la atención del espectador que, como en mi caso, abandonó la butaca prematuramente.

Vi esta película hace ya algunos años. Hoy la he vuelto a ver. Al margen de cualquier tipo de consideración, me gustaría realizar un breve comentario sobre la forma tan “peculiar” que adopta el director para tratar el tema de la violación. Me de deja alucinada el diálogo que se establece entre Harry (Martine Beswick) y la pareja protagonista (Suzy Kendall y Terence Morgan). Harry juega a persuadir a los amantes para que no presenten cargos contra los agresores, y les dice que “después de todo, no les hicieron daños graves” (!!!!). Y la pareja se calla, tanto él como ella(!!!). O sea, esos dos tipejos han violado (incluso, repetidamente) a Barbara y aceptan el comentario de Harry: no les han producido graves daños. Y al final, cuando Bruce y Barbara salen del apartamento, cada uno por su lado, no hablan del asunto. Bruce no le pregunta a ella ni siquiera cómo se encuentra. ¿Qué opinión tenía el director sobre la violación? ¿Alguien puede añadir algo sobre esto? Estoy totalmente indignada.

Pues una decepción pues estando tras las cámaras Peter Collinson, un realizador que imprime mucho carácter a sus historias, me ha parecido fría, farragosa y muy ambigua en su fondo.
Además, su puesta en escena no me ha convencido, así como su presunto morbo (quizás sí lo tenía en su día) maquiavléico, malsano.
Lo cierto es que a mi personalmente me ha dejado bastante indiferente, no logrando que entre en la historia más que a cuenta gotas y siempre por la grata presencia de la sensual Suzy Kendall.
Repito, igual en su día tuvo su predicamento y causó turbación y desasosiego, pero viéndola en julio de 2021, poca cosa más que un cierto tedio.
¿Y la moraleja? Pues no la he pillado (si es que la tiene, que supongo que sí).

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