Mar rojo (TV)

Realmente el único aliciente para ver esta cinta es el protagonismo de Maribel Verdú, todavía no me puedo creer que haya aceptado este papel, muy mal tenía que estar su agenda antes de que llegaran Del Toro o Coppola. Una vez más, demuestra ser una actriz de lo más solvente, pues se toma muy en serio su papel, a pesar de la precariedad del conjunto.

Maribel interpreta a una chica que se dedica a hacer striptease en las cabinas de un Sex Shop, así que sus despelotes están asegurados (ella siempre ha dicho que las peliculas en las que se ha desnudado han sido las más importantes de su carrera, pero no hay duda de que este telefilm es un borrón en su trayectoria). Como curiosidad, una de sus compañeras está interpretada por la actriz porno Celia Blanco que, por supuesto, no dice ni una palabra.

Justo al inicio ya vemos un numerito erótico de Maribel, luego vendrán otros, que acompañan una trama del todo vista: por casualidades del destino la chica se apropia el dinero de un atraco y a partir de ahí tiene que esconderse y proteger a su hijo, para ello contará con la ayuda de Alex Brendemül que interpreta a un joven camarero, y de la madre de éste último, interpretada por Amparo Soler Leal.

Es una Tv-movie producida por Telecinco, pero que no se han atrevido a colocar en su parrilla, algo parecido a lo que les pasó con "Peliculas para no dormir" (Cine Español y Telecinco son incompatibles), visto lo visto, la desempolvaron y la estrenaron en el canal FDF, dando un mazazo a su difusión.

Lo mejor: Maribel Verdú
Lo peor: parece el típico capítulo de serie mala que se cancela a las 2 semanas.

Julia (Maribel Verdú), es una madre soltera que se gana la vida como bailarina de un club de striptease. Julia es un personaje con un pasado oscuro, con un trabajo que odia, pero que no tiene más remedio que hacerlo para mantener a su hija.

Tras una noche de labores y cuando se dirige a su casa, Julia se ve involucrado de forma accidental en una historia trepidante, encuentra un hombre herido oculto en su automóvil y lleva consigo medio millón de euros. Finalmente, el hombre no puede sobreponerse a sus heridas y fallece.

Julia decide coger el botín y abandonar el cadáver. Tal parece que esta es la solución a todos sus problemas, ¡el premio de la lotería $$$, sin haber jugado! y ¡libre de impuestos, pero no de problemas! Las cosas no serán tan fáciles a partir de ese momento.

El problema es que un botín de medio millón de euros es demasiado suculento para cualquiera, un detective de la compañía de seguros está convencido de que Julia tiene el dinero por lo que planea encontrarla, asesinarla y quedarse con el botín.

Desesperada, Julia recurre a Luis (Àlex Brendemühl), un amigo capaz de hacer cualquier cosa por ella. A Julia le espera un sorprendente desenlace de la historia que ni ella misma se imagina y que la lleva a descubrir incluso a la cabeza que se encontraba detrás de la planificación del robo inicial que convirtió su vida en un infierno.

"Mar Rojo" cuenta con los ingredientes principales de un thriller: persecuciones, asesinatos, huidas e intriga. La película, rodada para televisión, tuvo un presupuesto €866,000.

Me han gustado mucho las dos críticas previas porque aportan una información crucial, que si es relacionada, supone un veredicto esclarecedor de por sí, sin que hubiera la necesidad de añadir nada más.

Por un lado, hacer esto ha costado 866.000€, y por otro, Telecinco no se ha atrevido a estrenarlo en su canal principal. ¿Quién da más? La verdad, yo creo que no sabrían como promocionarla.

En el atraco que se produce al centro comercial, el despliegue de medios sencillamente te enmudece. Por otro lado uno se espera una trama criminal relativamente turbia con un toque de morbo, pero todo es cutre a más no poder. El malo, un tipo de aspecto grimoso y acento extranjero, es una mala caricatura de lo que debía dar miedo por aquella época, tipo solitario que parece medio psicópata, que viste de negro, misógino, de modales violentos y que fuma mucho. Podría dar un poco el pego si el guionista se hubiera esmerado un poco más a la hora de elaborar sus textos, y no los hiciera acabar todos con la palabra 'puta'. Y el tío es raro, no se comunica con frases más que contengan más de cinco o seis palabras, además su pronunciación es como entrecortada. ¡Menuda construcción de personaje! La dirección es también para darla de comer aparte, un completo desastre, con escenas de vergüenza ajena. Cuando el tipo ese (dicen que es un detective) está buscando el dinero, la cámara se empieza a mover como loca y el hombre parece psicótico. Muy cutre, busca desagradar y dar mal rollo, pero la sensación que genera se acerca más al bochorno. Pero a la vez, la historia es excesivamente plana y se centra más en el acercamiento entre Verdú y Brendemühl, con diálogos de tercera. Como tampoco es incapaz de insuflar la más mínima tensión, el visualizado se hace del todo insufrible, literalmente no hay nada a lo que agarrarse.

A Maribel Verdú le llevaba dos años sin sonar el teléfono y la mujer pues participó por eso, pero no es la clase de proyecto que la permita hacer gala de su talento interpretativo. De hecho creo haber leído que nunca estuvo especialmente orgullosa de esta participación.