Blood: el último vampiro

Una pena, si el cortometraje (40min de metraje) se hubiera convertido en largometraje habría resultado un gran film de anime, pero debido a falta de presupuesto (una constante, por otra parte en el mundo cinematográfico), el film podría haberse elevado a la máxima potencia.

La animación es sensacional, lo efectos, como de costumbre en el anime, un tanto exagerados pero no por ello innecesarios.

Como digo, una pena que dure tan poco y que el final sea tan brusco. Un imprescindible para los que como yo, seáis fans de anime, no obstante, no llega al nivel de otros films del género.

Potencial artístico había, dinero no.

Otra vez será...

Hace algunos años, se concibió un proyecto para presentar una historia dividida en tres partes, cada una de las cuales se presentaría en una plataforma distinta. La primera, aparecería en forma de videojuego (para PSX, creo recordar); la segunda sería una película, y la tercera, un manga.
En efecto, ésto es Blood. En resumidas cuentas, la historia trata de vampiros, o mejor dicho, de una nueva raza de vampiros y de su cazadora, personaje cuyo pasado es igualmente un misterio.
Teniendo en cuenta este contexto, supongo que para sus desarrolladores era lógico hacer Blood como lo es ahora, es decir, aparentemente incompleta, pues la idea era que se complementara con sus otras dos partes (cuya distribuición en España fue bastante penosa).
La verdad es que el experimento fue fallido. El juego no gustó, y el manga es bastante soso, la verdad. Y la peli? Pues es este fiasco, del que ahora nos ocupamos.
Blood es una demostración de fuerza sin sentido, un objeto bonito pero sin alma. Tiene una historia más sugerida que otra cosa, y eso siendo generosos. Su argumento es pobre, y la verdad, da para poco más de lo que se ha hecho. Su personaje central podría ser interesante, pero está muy falto de carisma; ni siquiera es demasiado original. Su compañero no es más que un mero secundario que le ayuda de una forma bastante insulsa y cuyo desarrollo es nulo. Y el resto de personajes, a cual más plano y secundón. A decir verdad, ningún personaje tiene verdadera importancia, porque el verdadero protagonista del film es la acción. Bueno, y los Quirópteros.
Entramos aquí en su parte buena (que la tiene). Blood es una demostración de dibujo del más alto nivel. Está muy logrado y es todo un alarde de calidad. Además, sus escenas de acción son lo bastante sangrientas y bestias como para ser interesantes (aunque a mi parecer, no son nada del otro mundo si le quitas la sangre). De hecho, da la impresión de que el resto de la obra no es más que una mal disimulada excusa para mostrar el dibujo y las peleas.
Por ello, digo que ésta es una película vacía. No tiene mensaje, ni siquiera mal contado. No deja huella, no tiene encanto, ni nada que la haga recordable. Y es una pena, porque técnicamente, es sobresaliente.

Cuando alguien pretende sumergirse en la franquicia Blood, hay que señalar que el punto de partida se encuentra en el mediometraje de 45 minutos dirigido por Hiroyuki Kitakubo (Roujin Z, 1991; y Golden Boy, 1995-1996): Blood: The Last Vampire (2000). En su momento este filme triunfó llevándose premios en festivales de cine y animación y alabanzas por parte de numerosos fans y algunos críticos. Parte de este éxito se debió a que era una cinta pensada para llegar al espectador extranjero, con elementos argumentales atractivos para un público no exclusivamente japonés y la filmación prácticamente en inglés. Pero también su éxito radicaba en el uso de animación digital para varias de las etapas del proceso de producción como el coloreado. En una época en que el anime estaba cambiando los métodos tradicionales por los digitales lo hacía resaltar entre la mayoría, sobre todo porque el resultado fue mucho más espectacular.

A diferencia de otras obras de la misma franquicia, Blood: The Last Vampire puede ser catalogada como una sencilla introducción a su universo. De hecho, muy escueta porque apenas proporciona información de quien vendrían a ser la organización secreta, Saya y los Quirópteros. En términos simples, es una película de acción con elementos de terror que trata sobre una poderosa vampiresa asesinando seres malignos que amenazan a la especie humana. Nada más. Casi podría pasar por un capítulo de alguna serie de acción sin muchas pretensiones porque argumentalmente resulta básica hasta para el cine de acción de aquel tiempo. Apenas posee un contexto mínimo capaz de responder las preguntas del espectador sobre los elementos clave de la narración.

Sin embargo, fuera de su excelente producción podemos apuntar más de un rasgo notable. Uno de ellos se corresponde con su atmósfera, caracterizada por ser sombría y apagada. La débil iluminación, los colores marrones, grises y negros, la piel pálida de los personajes, el dominio de la noche o los últimos momentos del atardecer, el silencio o el comportamiento frío de Saya. Todos los elementos contribuyen a dejar esta sensación de que el conjunto resulta bastante lúgubre. Un mérito que es extraño en la animación japonesa, donde hasta en las obras de terror hay demasiados hechos llamativos y extravagantes. Si bien lo que más llama la atención es que resulta sutil al limitar las diálogos y dar prioridad al silencio, demostrando que sabe comunicar sin palabras. (Spoiler 1)

Otro hecho a resaltar es, por supuesto, la acción. A pesar de que carece de la desproporción distintiva del anime más violento, Blood: The Last Vampire se caracteriza por los enfrentamientos con monstruos en los que la acción resulta sangrienta y ágil. (Spoiler 2)

Por desgracia, los puntos favorables que acabo de enumerar y explicar no disculpan un gran problema de la película: los personajes. La protagonista, Saya, es el mayor inconveniente porque el personaje es seco y frío. En ningún momento se abre al espectador sino que se limita a cumplir su misión y buscar la manera de llevarla a cabo. Sabemos que se caracteriza por ser solitaria, arisca y antisocial con los que le rodean, pero en ningún momento se exploran las razones detrás de ello. Evidentemente, el subtexto nos da a entender que el personaje arrastra un conflicto interno relacionado con el hecho de que sea la única de su especie y con la distancia entre ella y nosotros. De hecho, la breve relación entre Saya y la enfermera saca un poco a la luz esta problemática por la forma en que interactúa con ella en medio del peligro. Sin embargo, el conflicto finalmente permanece en la penumbra y la imagen que nos queda sobre esta relación es la de una mujer que se las pasa gritando y la de otra que pretende desembarazarse de la primera. De enemigos hay menos de que hablar por su muy "brillante" oquedad. Podrían ser sustituidos por otros engendros con sus mismos atributos y no habría ninguna diferencia. Más allá de sugerir cierto deseo por sobrevivir, no hallo ninguna cuestión vinculada a estos. El único mérito que les encuentro es su horripilante diseño, que ilustra cómo es una criatura inferior a un vampiro.

No he visto la serie, pero un amigo me dejó la película y me dejó alucinando. El comienzo ya es impactante no solo por lo bueno de los dibujos sino por lo esplícito de la sangre y las imágenes (se sale). Luego la historia se estanca un poco hasta llegar de nuevo al nudo, donde se apresuran demasiado en contar lo que se pretende y acaba con un final muy repentino dejando a todos con ganas de más.
A favor: muy buenos dibujos.
Contra: Falta un final más extendido, pero de igual espectacularidad y algo más de duración.

Estoy de acuerdo en que Blood, el último vampiro se queda algo corta, algo así como los cuentos inconclusos de Tolkien. Sin embargo, este manga presenta ciertos valores que lo hacen merecedor de nuestra atención. La estética y la ambientación que se crean nos meten de lleno en un mundo original donde los colores se entremezclan de manera excelente para inspirar cada escena. El principio es intrigante y consigue mantenerte en vilo esperando que aparezcan las criaturas del mal, en el desarrollo de la trama es cuando creo que se hace más eviente la brevedad, es decir, existen ciertos matices del personaje principal que en toda la película no quedan claros. El final es abierto y muy correcto. Conste que se hace referencia a todo el proceso sinóptico por las críticas más o menos acertadas que de la duración de esta película se hacen. Como ya digo, a mi modo de ver, el film es muy aceptable, el pero más importante que le pondría es que no se haya seguido con posteriores films a modo de trilogía antes de que se lance a la gran pantalla, como ha sucedido.

Un saludo a todos.