Artemisia

Lo primero y más básico que hay que pedir a una película biográfica es que sea fiel a la vida del personaje retratado. En esta ocasión se trata de la pintora Artemisia Gentileschi (1593-1656), que en pleno barroco, supo hacerse un nombre en este arte. Entre sus muchos logros, fue la primera mujer que logró acceder a la Academia de Dibujo de Florencia y más tarde llegó a ser pintora de corte en la Toscana y en Inglaterra, trabajando también mediante encargos en Roma, Venecia y Nápoles. Posiblemente su obra más famosa sea "Judith decapitando a Holofernes" (1614-1620) en la que vuelca su rencor contra Agostino Tassi, su "maestro", que lo que hizo fue violarla. Este episodio, además de generar un enorme escándalo en la época, le fue muy traumático.

Imagino que en este momento los validadores de esta página estarán pensando que estoy destripando toda la trama del largometraje. Pero tranquilos, prácticamente nada de su apasionante vida es mostrado en la pantalla y lo que sí recoge está más cercano a la ciencia ficción que a la realidad. Dicho de otra forma, la "Artemisia" de Agnès Merlet es una gran mentira que supone una doble ofensa a Gentilesche: no sólo tuvo que sufrir dicha violación sino que la directora se atreve a camuflarla con una historia romántica completamente falsa. A todo esto hay que añadir las obsesiones por los desnudos de esta pseudoArtemisia (Valentina Cervi) y otros tics progres con los que se adorna el cine francés. Una pérdida de tiempo y sobre todo un engaño al espectador.

Al margen de su adecuación o no a la realidad de los hechos, nos encontramos ante una película dinámica, radiante y que hace gala de una enorme capacidad para despertar la curiosidad acerca de Artemisia Gentileschi, mujer y pintora.
Su estilo narrativo es diáfano, brillante, de una gran efectividad y siempre está adornado por una fotografía luminosa -no sólo en sentido físico- y por una inteligente banda sonora.
La trama es poderosa, llena de viveza y también de dramatismo, intensa, vehemente, emotiva y A. Merlet sabe combinar todos los elementos con pulcritud cinematográfica porque convierte el celuloide en un enorme lienzo sobre el que derrama un magnífico cromatismo.
La guinda la pone el elenco con su excelente interpretación.

La película, dirigida por Agnès Merlet, gira en torno a la figura de Artemisia Gentileschi (1593-1654), considerada en la actualidad como la primera mujer pintora reconocida en la historia. La película transforma la vida de esta mujer en una serie de acontecimientos que conducen a una inventada historia de amor.

Todo lo que he leído después del visionado de la cinta coincide en que Artemisia sufrió una violación a manos de Agostino Tassi, invitado en su casa y maestro suyo después; incluso he podido encontrar algunas declaraciones, ya que al parecer, el caso se hizo muy popular en aquella época:
"Cerró con llave la habitación y después me tiró sobre la cama, inmovilizándome con una mano sobre el pecho y poniéndome una rodilla entre los muslos para que no pudiera cerrarlos y me levantó las ropas, algo que le costó muchísimo trabajo. Me puso una mano con un pañuelo en la garganta y en la boca para que no gritara (…). Yo le arañé el rostro y le tiré del pelo, arrancándole un trozo de carne."

Con esta claridad describiría Artemisia el ataque sexual del que fue objeto por su preceptor. Por tanto no solo considero la película como una falta de respeto a la memoria de la artista y a sus sacrificios, sino que no me parece un retrato válido de la apasionante vida de la artista, que he tenido que descubrir por mi propia investigación. El filme es, a mis ojos, una gran mentira que supone una doble ofensa a la figura de Artemisia Gentilesche, ya que no sólo tuvo que sufrir dicha violación y pelear por defenderla en una época en que la mujer no gozaba de los privilegios de hoy en día, y no entro aquí a discutir si hoy es viable iniciar un proceso judicial por violación, porque casos como el de La Manada, siguen haciendo pensar que no hemos avanzado en nada; sino que la directora se atreve a camuflar la tragedia en una historia romántica completamente falsa. A todo esto hay que añadir las obsesiones por los desnudos de esta ficticia Artemisia con los que la película pretende cargarse de erotismo.

El juicio sobre la violación de Artemisia duró siete meses. Durante este tiempo, aparecieron más testigos que confirmaron que no era la primera vez para el violador en serie de Tassi. Además de haber violado a su cuñada, había robado cuadros de su mentor y amigo Orazio Gentileschi, y tenía en mente asesinar a su esposa. Investigando sobre el proceso judicial, he comprendido que Artemisia no sólo fue sometida a la duda, al juicio y a un vergonzoso e invasivo examen ginecológico (que sí se retrata en la película, convirtiendo a las dos mujeres asistentes en el juicio como las figuras malignas que están en contra de su amor por Tassi), sino que junto a todo esto, se la sometió a tortura. En la película se transforma vergonzosamente este hecho en una especie de prueba de amor hacie Tassi en el que él, valiente héroe salvador, cede por piedad y confiesa un crimen que no ha cometido.
Artemisia no sólo fue violada, no sólo tuvo que aguantar ver como su agresor no cumplía ni un solo día de cárcel, ya que cuando el juez le dio a elegir entre cumplir cinco años de trabajos forzados o el exilio de Roma. Tassi, obviamente, eligió el exilio; sino que también su testimonio sobre la agresión era puesto abierta y públicamente en duda. Además de esto padeció la indiferencia y el rechazo del mundo artístico de su época por ser mujer. Pasó por la humillación de que muchos de sus cuadros fueran atribuidos a su padre o a otros artistas varones y, durante siglos, su figura ha aguantado ser considerada como una mera curiosidad, como una rareza tan exótica como menor dentro de la historia del arte.
Otra crítica válida hacia la película es que no se habla apenas de la impresionante obra de esta artista. Se presenta uno de sus cuadros Judit decapitando a Holofernes como una ficticia prueba de la crueldad de Artemisia en este maltrecho juicio. Hasta aquí mi opinión de la película que ha reabierto llagas y me ha hecho sentir lo necesaria que sigue siendo la lucha feminista aún en estos días, en que la recuperación de una figura artística, pese a ser dirigida por una mujer, se hace desde el punto de vista de un patriarcado rancio, obtuso y doloroso.