Separados por accidente

Separados por accidente pertenece al grupo de películas, que te gusta ver porque te hace pensar bastante no durante su proyección, sino cuando acaba la peli. Porque toca temas que uno los ve muy cercanos, en tu familia, en amigos, etc.

Seguro que los que están casados me entenderán más fácilmente. Llegas a ese día con una ilusión increible, con unos proyectos de futuro y deseando que la suerte te acompañe para ser feliz el resto de tu vida. Pero pasan los días, las semanas, los meses y los años. Y no todo ha salido como uno pensaba. Si a esto le sumas la monotonía del día a día, está más próximo el fracaso que el éxito.

La historia que nos presenta es la de una familia recién formada y cuya pareja tiene las perspectivas de futuro muy claras, ella empresaria y el un gran jugador de beisbol. Pero una lesión en un mal momento, tira su carrera por la borda, dedicándose a hacer trabajos caseros. Pasas de ser una futura estrella a ser casi mantenido por tu esposa, tu ego por los suelos. Si a esto añadimos a una suegra quisquillosa y metementodo, tenemos el cóctel explosivo en cualquier matrimonio. ¿ Y cuál es el resultado ?

Pues que te busca un hobbie para pasar el menor tiempo posible en casa, aún sabiendo que amas a esa persona, pero no te sientes útil, ni querido. Y si el diablo anda por medio, y mete a una tercera persona en la relación... la hecatombe estará a punto de presentarse.

Grandes actuaciones, en especial en la pareja principal. Con toques de humor, drama y en especial razonar sobre las prioridades de la vida. A veces hay que dejar un poco de lado las metas de uno, para lograr la felicidad de la pareja.

Yo la recomiendo.

Lo peor de este drama romántico existencial no es que sea una constante sucesión de tópicos, ni que la trama asemeje una plantilla para escribir novelas de esas romántico existencialistas (le he cogido el gusto al palabro) que a la que te descuidas se sitúan en la lista de los libros más vendidos, ni que la historia y cuadro actoral estén a la altura de una tv movie de sobremesa, ni que no tenga ni un giro más o menos original y sepas exactamente los derroteros que va a tomar la trama sin equivocarte ni un ápice, lo peor (para el que esto suscribe) es el piojoso y estúpido papel de padre malo redimido que desarrolla Wood Harris (Avon Barksdale en “The Wire”) y que es el único motivo por el que me la enchufe, pese a oler a lo que es a la legua.
En resumen, lo mas tópico, manido y previsible que he visto en mucho tiempo.