Vereda tropical

La historia de Manuel Puig debe ser muy interesante, al menos en su faceta homosexual. Pero enfocar toda la película bajo este aspecto, presentándolo como un obseso y olvidando lo más posible su enorme valor literario, es traicionar al personaje. El actor se parece bastante físicamente al escritor pero da un personaje de algo más de 30 años y en realidad Manuel Puig tenía unos 56 cuando está viviendo en Brasil. No creo que el escritor de tan buenas novelas, de guiones de cine y de obras de teatro hubiera dado el visto bueno al guión de esta película que no profundiza en el personaje. Todo alrededor es pretendidamente barroco y los personajes que acompañan en la historia son falsos y con poca consistencia, que además se ve agravada por una interpretación para salir del paso, simplona. Al director de fotografía habría que enseñarle a dirigir la cámara para que los contraluces no quemen demasiado la película y si se trata de interiores, una luz plana cansa y no aporta nada al dramatismo de cualquier escena. Y lo que me ofende es que un director saque una película con tan poco cuidado que en un plano, cuando se va a la playa mientras le pintan las mesas, el protagonista viene de frente en plano entero y pasa a plano americano con un polo nada más, las piernas al aire y sus zapatillas, y en el plano siguiente tomado de espaldas pase de plano medio a plano entero con unos pantalones cortos blancos que destacan perfectamente. Nos merecemos un respeto.

Terminando de ver “Vereda Tropical” (2004) de Javier Torre con Fabio Aste, Sílvia Buarque, Gigi Rua, Mimí Ardú, Revero Riveiro, Jonathas Mello, Laura Zaccara, Paulo Brunetti, Mauricio Silveira, Alejandro Baratelli, Matías Taverna, Alessandra de Oliveira, Pablo Bucca, Jacqueline Andrade, Jair Barbosa, Leonardo Siquiera, Franco Almada, Jonathas Mello, Laura Vagnoni, entre otros.

Drama argentino de temática gay que sigue a Juan Manuel Puig Delledonne, escritor de relevancia mundial por sus novelas “Boquitas Pintadas, “El Beso de La Mujer Araña” y “Pubis Angelical” justamente cuando huyó de su Argentina natal tras ser perseguido por su homosexualidad; de ahí que la película semi biográfica explora las experiencias de Puig en su ciudad adoptiva de Río de Janeiro, donde finalmente pudo expresar abiertamente su sexualidad.

Brasil, aunque estuvo bajo una dictadura militar durante este período, no consideró a Puig, un famoso autor gay extranjero, como una amenaza; y para Puig, la ciudad, con sus playas, discotecas y oportunidades para las relaciones sexuales ocasionales, brindó un espacio de liberación social y, al menos en un principio, considerable estética.

La película, escrita y dirigida por el argentino Javier Torre, limita su historia a solo unos años en la vida colorida en Río de Janeiro antes de mudarse a Cuernavaca, México, donde murió de un ataque cardíaco después de una cirugía a la edad de 57 años.

El filme es una pieza de época, destinada a capturar parte del mundo fantástico sobre el que Puig escribió con éxito, y aunque no es de precisión documental, la película tiene un sabor que recuerda irresistiblemente al “realismo mágico” latinoamericano.

Del reparto, la producción recae sobre Fabio Aste, actor abiertamente homosexual, que hace una excelente interpretación como Puig, sin miedo a caminar por la estrecha línea del afeminamiento y la parodia.

Por otro lado, cada una de las protagonistas femeninas es excepcional:

Rica en detalles de personajes y capaces de transmitir cuánto amaban las mujeres a Puig.

Y los hombres, desde los putos hasta Roy, solo son producto de usar y desechar, lamentablemente, a ninguno se le llega a conocer ni siquiera sus personajes logran desarrollarse, porque Torre llena la película con chistes de las viejas películas de Hollywood, mostrando cómo Puig parecía estar disfrutando más en casa con la magia del cine que en la cruda realidad de la vida en las calles de Río de Janeiro.

De ahí que las escenas sexuales, tanto domésticas como callejeras, se realizan con mesura sin perder impacto dramático, entre violento y peligroso.

Por ello vale decir que esta película se centra principalmente en sus asuntos homosexuales, en realidad aburridos sin ningún otro contexto.

También los diálogos simples le cobran factura y los personajes casi nunca dicen nada interesante.

Al final de la película, si no has leído a Puig o no sabes nada de él, puedes pensar que es solo otra película tonta sobre un hombre gay frustrado con una vida triste y aburrida.

Y eso es una pena que nunca sepamos, en esta película, otros aspectos de su vida; ni siquiera sabemos realmente por qué eligió México para vivir... y por qué su obsesión con tener un “marido” cuando eso era inimaginable en esos tiempos...

Por tanto, lo que vemos es solo un homosexual sin ninguna autoestima que se enamora de cualquier hombre que aparezca en su frente, olvidando el filme su enorme valor literario.

Además, desafortunadamente, el filme traiciona al personaje, haciendolo una famosa y solitaria reina borracha al acecho, lo cual en eso queda... y uno se pregunta, cómo el autor representado pudo ser el mismo que escribió maravillosas obras de teatro, y socialmente fue prácticamente un recluso aquí, hasta su muerte.

La película en sí no es tan mala, es triste, y uno se puede identificarse cuando llegando a cierta edad, uno se enamora de la persona incorrecta, o no es correspondido, o bien es imposible, pero los hechos narrados no son claros.

Nos queda el temor de Puig:

“La muerte es lo peor porque la gente te olvida”

Al menos tenemos “El Beso de La Mujer Araña”

RECOMENDADA

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