El incidente

El cine mexicano se ha caracterizado, sobre todo en los últimos años, por recurrir a historias y géneros ya muy transitados, y lo peor, que esos poco arriesgados nuevos intentos suelen ser muy convencionales y complacientes para con un público igual de perezoso.

La ópera prima de Isaac Ezban elude todos estos tópicos y busca transitar por nuevos senderos no sólo con una historia por demás novedosa, sino también en la forma que elige para contarnos su peculiar historia de unos personajes condenados a vivir por 35 años es espacios infinitos.

Primero dos hermanos y un agente de la policía se quedan atrapados en las escaleras de un edificio que parecen en estar en un interminable loop, después una familia integrada por una madre, sus dos hijos pequeños y el novio de la mujer se pierden en una carretera infinita.

El primer acierto de ‘El incidente’ es construir un verosímil sin problemas, en base a una puesta en abismo donde algunos planos holandeses anticipan que el sentido de la realidad no será tal en el relato, la cámara se posa casi siempre muy cercana a los personajes, y unos planos secuencias consiguen reforzar la buscada sensación de infinidad.

Así el espectador es llevado de a poco a ese particular universo paralelo donde cada objeto y utensilio cobrará suma importancia para reforzar ese verosímil y conseguir una estética poderosa llena de referencias al cine de ciencia ficción, algún episodio de la Dimensión Desconocida y relatos de Philip K. Dick, en un relato donde si acaso sobra esa tan larga explicación sobre el final, pero que no demerita uno de los mejores estrenos del año.

Una película con muchas buenas ideas y todas bien desarrolladas, inteligente, precisa y sorprendente, sobresaliendo dentro de un aletargado cine mexicano resignado a repetirse infinitamente.

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En ocasiones el mero planteamiento de una historia resulta atractivo para acercarse a ver una película. Los universos paralelos siempre llaman mi atención, pero aquí no es suficiente lo interesante de la trama para convencerme. Una de las razones es que conforme avanza se va desinflando la propuesta original, el desvelo del misterio es inferior al misterio. El guion es flojo; en la ciencia ficción los diálogos son la base de toda expectativa y estos son de ideas muy pobres, además de que las actuaciones no ayudan en nada a creerles a los personajes, hacen que a uno le dé igual el destino que puedan tener.

Cierto que Isaac Ezban arriesga con un cine que difícilmente se realiza en México y que lo hace con recursos muy limitados, genera buena intriga, logra alguna buena secuencia, pero esa no es suficiente razón para decir que haya realizado algo asombroso, espectacular o único. La película se queda a medio camino de algo bueno, se vuelve repetitiva, innecesaria en algunos aspectos, no termina de conectar la historia en su conjunto sin que se sienta forzada la explicación de la misma. Espero que en un futuro el director siga avanzando y encuentre la salida (a sí mismo) y nos entregue una película con ideas más atractivas y novedosas, que resulte mucho mejor a esta.

A mí me gustó mucho esta película. Se me hizo muy buena. Es una historia que me atrapó desde un principio; jamás perdí el interés ni sentí que se cayera en ningún momento como algunos dicen. Que si las fallas técnicas del sonido y cosas similares... Ok, es verdad, tiene mal sonido; hay diálogos que no se entienden bien y se percibe cierto ruido de fondo en algunas secuencias (no ambiental, sino como de los mismos micrófonos), pero para mí son cosas que no afectaron de forma importante mi experiencia. Algunas actuaciones también se sienten un tanto amateurs, pero vamos, tienes que estar dispuesto a asumir esas cuestiones en una obra como esta, temprana de un director que apenas empieza a emerger y que trabaja sin grandes presupuestos. No es ninguna de estas razones por las que le doy un 9. Mi calificación se debe a una razón que explico en Spoilers.

Otra cosa que me llamó la atención es que muchos definen su género como de ciencia ficción. No estoy de acuerdo. Aquí no hay tecnología ni robots ni máquinas. Tampoco es un género fantástico, pues no hay mundos ni seres de esos que parten de leyendas o mitos. Más bien creo que el director quiso evocar al surrealismo o quizás al realismo mágico, aunque me inclino más por el primero dado el guiño que nos lanza cuando la esposa va en la carretera leyendo un libro, que no es otro que "Nadja", de André Bretón, fundador del surrealismo. Pero no sólo lo digo por el guiño, sino porque la historia y los hechos apuntan a ese movimiento. ¿Recuerdan "El ángel exterminador"? Yo experimenté un tono muy similar: esa sensación de desconcierto, incertidumbre, angustia por unos hechos inexplicables y completamente irreales, pero que no obstante están sucediendo.

La película comienza muy bien el planteamiento de las dos historias, aunque a decir verdad los actores de la primera son bastante malos y que te hacen difícil el entrar en la suspensión de la incredulidad. Básicamente después del primer acto no hay nada mas que destacar pues se comienza a perder ritmo. Cuando se llega al final la conclusión resulta floja y absurda, en la explicación si bien se cierran las respectivas pinzas de guion, resulta ser muy soso el giro de tuerca (es de hecho fácil de desmontar poniéndose a pensar un poco). Para agregar otro graso error al final, la explicación se escupe directamente en diálogo expositivo, todo lo que no se ha podido mostrar en pantalla para dar a entender el final se corta de tajo, como si el director se hubiera dado cuenta que ya tenía una hora y cuarenta minutos de metraje y pues no iba ya hacia ningún lado porque el guion no daba para mas.
Un comienzo bueno, desarrollo lento, conclusión decepcionante y cansina.

La pelicula arranca lenta y la actuación de los protagonistas no me convence, aunque creo que eso no impacta en la trama misma.
Recomendada para aquellos que tienen cierta lectura de filosofía (Sartre) o psicoanálisis (lacaniano), ya que (prejuicio mediante) me parece que podrán sostener en mayor porcentaje el primer cuarto de película.