La ciudad secreta (Serie de TV)

Una mujer se quema a lo bonzo reclamando libertad para el Tibet. Seis meses después un joven se traga un microfilm y se suicida mientras era perseguido. Una periodista descubrirá que ambos sucesos están relacionados, destapando una red de intrigas y corrupción la más alto nivel que afecta a las relaciones geopolíticas entre Australia y China.
Anna Torv "Fringe" vuelve con un papel que le sienta como un guante. Interpreta a la periodista Harriet Dunkley, un papel que remite forzosamente a la de la periodista de la serie sobre política danesa "Borgen"
Para llevar adelante sus pesquisas contará con la ayuda de su ex marido y ahora transexual. Un agente secreto interpretado por Damon Herriman.
Entre el resto de personajes, destacan la vicepresidenta Catriona Bailey, el papel de Jackie Weaver, actriz que ha estado ya nominada dos veces al Oscar y Alan Dale, Charles Widmore en 'Lost', aquí como el presidente de Australia.

A través de los pasillos de la política australiana, el guión hará que el espectador vaya casi siempre un paso por delante de las pesquisas de Harriet, iremos viendo como se va a cercando peligrosamente a la verdad y como acabará pillándose los dedos.

Serie de seis capítulos que te atrapará, con ritmo y suspense. Lo malo es que su final es abierto y aún no se sabe si habrá segunda temporada. Aún así recomendable.
Si el año pasado la ficción australiana sorprendió al mundo seriéfilo con "The code" este 2016 vuelven a entregarnos una serie a tener en cuenta.

Contubernio entre australianos, chinos y norte americanos descubiertos por una "periolista" que en cada episodio va metiendose en mas y mas problemas. Intrigas con corruptelas políticas de por medio, agentes dobles travestidos, agentes triples, políticos pillados con las manos en la masa, hackers perseguidos por agentes de tres paises y una Anna Torv (Fringe) expectacular que no es poco.

Que en la actualidad, la toma de posición entre los "enemigos" económicos China y Estados Unidos , exija por parte de los gobiernos de los países que mantienen relaciones con ambos, ser equilibristas y magos a la vez es moneda corriente. Por eso el titulo que le di a mi critica.
Habiendo visto la primera temporada y comparándola con la segunda observo un salto de calidad en esta ultima: trama mas compleja , mejor desarrollo de los personajes y giros inesperados pero no efectistas en el guion.
Ya el conflicto no es con china sino con Pakistán.
Hay una explosión en una casa de un barrio común de una ciudad Australiana que deja como saldo la muerte de todos sus habitantes menos la de un joven que sobrevive. Todo es sospechoso, desde las causas, las circunstancias y los autores del mismo.. Este es el punto de partida de esta segunda parte y donde comienza a husmear la periodista Harriet Dunkley.Los personajes van desarrollándose de forma creíble. La historia se se va armando como un gran rompecabezas donde al final todas las piezas encajan. Dejarse llevar por este juego forma parte del interés de la serie.Muy recomendable. Los australianos saben filmar y lo vienen demostrando hace años. No se si habrá una tercera temporada, si la hay me anoto!

Suficientemente descripta en sinopsis y críticas precedentes, esta serie se centra en el secular conflicto entre prensa libre -o investigación periodística- y "Sistema de Dominación", la primera con lógica de conciencia y la segunda con lógica de conveniencia.
Siempre es interesante enterarse cómo se desenvuelve dicha dialéctica en el mundo -en este caso en Australia, miembro del Commonwealth-, cuyos países asociados son todas democracias presidencialistas y/o parlamentarias. Y cómo, llegada la hora del juego de intereses políticos, económicos o particulares, la revelación de pormenores "non sanctos" de parte de la prensa, dispara acciones represivas, directas o indirectas, dependiendo de la gravedad del affaire.
Así como en "Todos los Hombres del Presidente", aquel histórico film sobre el caso Watergate que llevó a la renuncia de Nixon por espionaje político interno, en esta serie una periodista se inmiscuye en el entramado de las relaciones entre su país y su principal cliente -China-, mientras Australia procura mantenerse aliado al bloque occidental USA-NATO, en disputa con la potencia asiática por la supremacía y el predominio mundial presente y futuro. Y lo hace agregando a la cuestión en particular una suma de situaciones personales, privadas y públicas de los protagonistas, a fin de construir la historia mediante una dual escala; por una lado "individual o humana", y por el otro política o general.
En resumen, toda la trama discurre entre los avatares de la riesgosa, difícil e incómoda investigación periodística y las formas de impedirlo; ya sean escrupulosas -legales- o inescrupulosas e ilegales -criminales- que le presenta El Poder, atormentando su vida. De ahí que una vez más resulte revelador enterarse que, sea donde fuere, llegado cierto punto la frontera entre democracia y autoritarismo se difumina y hasta desaparece...
Por último, cabe decir que artística y técnicamente es una buena serie, con algo de exigencia al espectador para no perder el hilo de la trama. (Secret City: dos temporadas -Netflix)

Un buen golpe de efecto de esta producción australiana. Sin llegar a la categoría de brillante en mi opinión, si me deja un buen regusto en líneas generales.

Quisiera resaltar en primer lugar, la determinación con la que esta serie australiana quiere contarnos una historia propia. La de ellos, con su propia identidad, idiosincrasia y genuinidad.

En esta ocasión "Australia" nos sumerge en su thriller. Un thriller político, una historia de "Espías del Outback" donde convergen, cloacas del Estado, manos negras, personajes siniestros, agencias de seguridad, servicios de inteligencia, y periodismo de investigación al mas alto nivel. El "Tío Sam" no falta a la cita, pero aquí los que mandan son los "Aussies".

Tanto Estados Unidos como Gran Bretaña han confeccionado desde siempre, grandes relatos de intriga y thriller político. También grandes historias de periodismo de investigación, con los que yo personalmente he solido vibrar.

Nos cuenta historias ya vistas en numerosas ocasiones, no por ello carentes de interés. Plantea cuestiones muy importantes como si la prensa, hoy día, sigue siendo el "Cuarto Poder". Si el universo "Orwelliano" tiene visos de convertirse en real, si es que no lo ha hecho ya. Sobre todo, que lugar ocupa Australia y que importancia tiene en ese complejo, oscuro y a veces siniestro mundo de la "Geopolítica".

Australia tiene sus propios problemas, sus inquietudes, sus intereses, también sus miedos, e irremediablemente, sus "Cloacas". Sus motivos para sentirse amenazados ante ese gran continente que es Asia. La gran potencia que es China, además de otras emergentes como India o Pakistán. Sí, los "Aussies" también tienen todo esto.

La tenaz periodista en temas políticos "Harriet Dunkle", es el personaje principal de esta historia. Muy bien interpretado esta vez por Anna Torv, digo esta vez puesto que vi su papel en "Mindhuter", y personalmente me producía repulsión. Un personaje que obviamente no es del todo creíble, la asemejo más a la brillantísima agente bipolar de la C.I.A, "Carrie Matheson" en la gran serie que es en mi opinión, "Homeland".

Bien "La ciudad secreta", no es ninguna obra maestra, obviamente. No nos descubre nada nuevo tampoco, pero si nos descubre la perspectiva australiana de todo ese entresijo geopolítico, comandado "Per secula seculorum" por el "Tío Sam" y sus primos del viejo continente, descendientes directos de Sir "Winston Churchill".

Dos temporadas que pasan volando, buen ritmo, buena trama, buena intriga, bastante liosa. Requiere concentración para no perderse demasiado ante los eventos y personajes que van desfilando.

Lo he pasado muy bien, he disfrutado y realmente me vale. No tengo ningún motivo para desaconsejar el visionado de la "Ciudad Secreta", todo lo contrario diría yo. La considero digna de ser vista.

Segunda temporada en mi opinión mejor que la primera. Mas redonda, mejor trabajada y quizás mas interesante aún, si cabe. Muy bien.