Barrio lejano

De entrada, sorprende encontrarse una película francesa modesta que trate sobre viajes en el tiempo. Quizás sean prejuicios, pero ahora solo recuerdo "Los visitantes", y era muy comercial.
Reflexión sobre los errores del pasado y el deseo inagotable del ser humano de volver atrás y repararlos.
Convencional película de tono triste, nostálgico, que habla de lo que se pierde, lo que dejamos atrás y, en definitiva, del implacable paso del tiempo. Es un intento de entender las decisiones de los padres, los dolores que causaron esas decisiones, de perdonarles y comprenderles. Nos dice que hay momentos clave en la vida que marcan definitivamente y que no tienen remedio.
El resultado final es una delicada, bonita historia de viaje al pasado y un emotivo homenaje a la infancia, a los padres y a la familia. Le falta fuerza y originalidad para ser algo más interesante.
Recuerda vagamente a "Donnie Darko" por el viaje en el tiempo, la adolescencia y el pueblo pequeño, siendo la americana mucho mejor.

Una película hecha para todo tipo de público y sin escenas demasiado violentas u obscenas.

Reflexión de la vida, el intento del ser humano de enfrentarse a sus miedos y en aceptar lo que no se puede cambiar. Una visión que, en definitiva, nos permite apreciar más lo que ya tenemos.

Película que deja a uno con buen sabor de boca y una tarde bien aprovechada.

Extraña película francesa. No es normal ver un cine de este tipo entre nuestros posmodernos e irreverentes amigos. Sin embargo, aquí hay que resaltar que Sam Garbarski no es francés. Es un director de origen alemán con formación belga y lengua francesa como vehículo comunicativo. Así que francés del todo no es.
De otro lado, la película se basa en un manga de Jiro Taniguchi... ¿A dónde se fue la película francesa entonces? Gracioso, pero parece que cuando los franceses apoyan el cine que hacen los demás les va mejor que cuando hacen el propio.
Quartier lointain es una cálida película en la que regresamos junto al protagonista al patio de nuestra infancia y nos sumergimos en la tierra de nuestros sueños rotos y frustrados. Creo que todo hombre maduro llega a preguntarse alguna vez cómo hubiera sido su vida si hubiese tomado la relación amorosa que se gestaba en su escuela, cómo hubiera a las quisquillosas niñas de aquellos años. Aquí tenemos un gustoso relato al respecto. Un poco más de vigor y todo hubiera sido pleno.

Barrio Lejano es una película intimista, reflexiva, que consigue que el espectador empatice con el protagonista de una forma magistral. Con una historia que engancha desde el principio, se nos invita a hacer un alto en el camino para volver a aquellos días de felicidad y despreocupación que tanto contrastan con la ansiedad y el estrés que genera el mundo laboral adulto.
En definitiva, la película está bastante bien aunque cambia algunos hechos con respecto al manga original y se deja algunas cosas en el tintero. Además, creo que las cosas pasan demasiado rápido, por lo que no podemos disfrutar y saborear los momentos tanto como en el manga. Pero en definitiva es una buena película, muy bien rodada, con buenos planos y con unos magníficos escenarios que nos ambientan perfectamente en los años 60.
Nota: 6,5 sobre 10