Inside No. 9: Love is a Stranger (TV)

165/17(14/06/23) Conmovedora cuarta entrada de la para mí serie de culto inglesa creada en 2014 por el brillante binomio Steve Pemberton y Reece Shearsmith, exitosos anteriormente por haber creado las series de humor oscuro “The League of Gentlemen” y “Psychoville” (de la cual nació la idea de esta serie), aquí (como en las otras) no solo escriben todos los capítulos, siempre seis, también los interpretan con mayor o menor importancia en la trama, también con otros actores en el reparto que dan colorido a las ingeniosas tramas, situadas mayormente en un solo escenario, cual obras de teatro, para episodios de media hora antológicos, auto conclusivos, que tratan diferentes géneros, como el terror, la comedia o el drama, con el referente del titular 9, pues todo ocurre estando en el centro el 9 (bien por el número de una vivienda, el de un hotel, el de un calzado, o como en este caso el de un banco de iglesia) y siempre suelen (al estilo “The Twilight Zone) colocar un twist final. Este que me ocupa está dirigido por Jesse Quinones (nuevo en la serie), dotando al desarrollo de un gran sentido de la fluidez narrativa, componiendo una evolución episódica ágil, que te atrapa en las redes de esta mujer de mediana edad perdedora, que intenta salir de su aislamiento social mediante un portal de citas on line, donde tendrá encuentros flash de cuatro minutos con diferentes personajes, en una estructura de viñetas de charlas que navegan entre el humor negro, el patetismo, lo desagradable, y siempre revestido de empatía por la protagonista, una sensacional Claire Rushbrook, que hace nos sintamos enternecidos cuanto más la conocemos, a través de lo que dice, lo que calla, sus reacciones, sus mirada, sus medias sonrisas, sentimos cariño por ese ser dañado que es esta mujer que tiene esperanza mientras se cruza con varios especímenes por la red. Todo ello con un guion cargado de sensibilidad, y de calor humano en el trato de la mayoría de personajes, con ciertas dosis auto referenciales (el mantra de las relaciones materno-filiales propio de la serie creada por Shearsmith y Pemberton “Psychoville”). Lo que me sobra es el apartado de thriller de terror, estropea el desarrollo y más aun el twist final, además de que se ve venir de lejos por varias miguitas que dejan, es un tiro en el pie (*spoiler). Es como si los creadores estuvieran obligados a introducir el elemento sorpresa que nadie espera, con lo que al fan de la serie le será sencillo deducir el giro final. Pero hemos de sentir esta media hora con que lo importante no es la meta, si no el camino, donde nos sentiremos cercanos a la protagonista.

Thinking Out Loud y Once Removed

Después de años de cuidar a su madre, Vicky (Claire Rushbrook) busca el amor y elige un sitio de citas rápidas en línea para encontrarlo, conoce a todos los tipos. Sin embargo, existe un elemento de riesgo adjunto, ya que se encuentran los cuerpos de varias víctimas que han utilizado el sitio, producto del llamado Lonely Hearts Killer (Asesino de Corazones Solitarios). Salpicado en flashes (incensarios) vemos que recibe una citra del que no vemos el rostro hasta el tramo final. Tiene citas que ella se toma como si fueran de modo físico, vemos que se arregla para la vena bonita, también se pone en la mesa una copa de bebida para aparentar relajo. Tras ello alternará con un jardinero paisajista, Edgar (buen Mathew Horne), simpático, pero que conforme pasan los minutos se nota pasar de ella, comprándola con la compra de un sofá, aunque ella se nota atraída por él; un guiñoles egocéntrico Fussy Norman (malo, y esto es complicado decirlo con sus buenas actuaciones en la serie, Reece Shearsmith), especie de charla encuestadora, tipo repelente que se nota enmadrado y rechaza a Vicky por no parecerse a su progenitora; Tenemos a Manny (algo caricaturesco Steve Pemberton, otro que ha estado mucho mejor en otros episodios), simpático tipo, con aficiones y trabajo (curra como asistente de los que quieren completar el cubo de Rubik) que seduce a Vicky por su entusiasmo y jovialidad, ambos parecen conectar, pero en la cita hay devastador giro final (cargado de mucho humor negro); Por sorpresa ante Vicky aparece una mujer de mediana edad, que dice se llama Leslie (notable Frances Barber), y que por eso la habrán confundido con ser un hombre, que ella no busca mujeres, y se ponen a charlar distendidamente hasta la siguiente cita, aunque Leslie guarda un secretito que se rebela de modo devastador para Vicky, muy mordaz viraje; Y tenemos a un tipo con rostro infografiado de ratón que dice no sabe quitar la aplicación que han puesto sus hijas y por eso lo del singular encuentro, se llama Jai (Asim Chaudhry), y de improviso se rebela el verdadero rostro de Jai y con ello Vicky se siente encariñada por el tipo y su complejo, la timidez de ambos los hacen conectar.

El guion durante las citas resulta sustancioso en como se retroalimenta el encadenado, como Vicky recoge ideas (para mentir) de los anteriores para adornar su vida, como los interlocutores comentan sobre los estereotipos y sin pretenderlo la reflejan en su patetismo a ella, como sentimos sus medias verdades al hablar de su hermana que está en Canadá y dice que irá a verla cuando este instalada, cuando dice lleva allí 6 años! Ella ‘robando’ bromas de unos para otros. Se nota un a escritura cuidada con mimo para que el espectador se sienten dentro de la situación montada.

Como ya he mencionado el centro de todo es Claire Rushbrook, este es un raro episodio donde la pareja de creadores de la serie son muy secundarios ambos, brillante actuación de la mujer. Transmite una humanidad y simpatía deliciosa en sus falencias y debilidades, en la fragilidad que proyecta, esa tristeza soterrada que emite cada una de sus medias sonrisas, transmite credibilidad, desborda la pantalla en su encanto. Lástima de ese giro metido con calzador para impacta al espectador y que socaba el carácter de ella.