Piedra libre

Eugenia queda huérfana luego de que sus padres murieran asfixiados por calentarse con un bracero, sin dejar ningún resquicio por donde pudiera entrar oxigeno, luego de esto, una amiga de su infancia, llamada Amalia y la abuela de esta, una rica estanciera de igual nombre, la acogen en su casa, allí pasa a ser testigo de los secretos de su amiga Amalia, y a conocer la vida de la aristocracia ganadera.
Torre Nilsson, para mí el mejor cineasta argentino, bajo un guión de su esposa, retrata lo que mejor se le daba, el mundo femenino, y el de la aristocracia, la decadencia, los excesos, la hipocresía, pero también la belleza, la libertad que da el dinero, todo bajo un aura extraña, de una época inclasificable, ya que no se sabe muy bien cuando se desarrolla la acción de la película, si en los años, 40, 50, o 60, por momentos parece que en las 3 a la vez.
Los actores hacen un gran trabajo, Luisina Brandon, Marilina Ross, y sobre todo Mecha Ortiz como la dueña de esa estancia, una mujer pragmática y decadente a la vez.
Una gran película para ser la última de su director.