Psycho Cop Returns

Segunda entrega del policía psicopata más autoparodica y consciente de si misma, mejor hecha que la primera, lo cual no es decir gran cosa.

Esta vez en lugar de con un grupo de jóvenes en una casa de campo, decide sorprender una despedida de soltero en un edificio de oficinas, siguiendo la misma estructura clásica del slasher.

Resulta más entretenida y procura incluir más frases lapidarias que hagan referencia a la ley y el orden, con más toques y pinceladas cómicas, de humor negro, y gore que su predecesora. Una cinta algo bizarra para curiosos de la serie b y el cine de terror que continúa con el llamativo aunque no muy trabajado planteamiento de la anterior entrega.

Secuela del policía perturbado en una nueva misión, respetar su peculiar manual de normas. Película dirigida al amante del terror con tintes gore.
En esta segunda parte nos encontramos con una violencia desmedida coloreada de humor negro y frases célebres del cuerpo de policía. Los primeros diez minutos te mantienen estupefacto y ansioso de esperar el desarrollo de ésta trama tan previsible.

Han sabido darle una vuelta de rosca a la saga, al contrario de muchas otras sagas de slashers, que repiten la misma historia una y otra vez.
En esta ocasión, nuestro poli psicópata favorito la toma con un grupo de oficinistas que pretenden montar una despedida de soltero en las oficinas donde trabajan. Nos olvidamos de adolescentes en el bosque, aquí tenemos adultos en el centro de la ciudad, dentro de un edificio.

La película tira bastante por derroteros de humor negro más que de pura película de terror, aunque no le sienta mal, tiene sus dosis de tensión y es lo que importa.

Unas cuantas muertes (podrían ser más, la fiesta es algo sosa, pero bueno, cumplen), alguna de ellas interesante, aunque uno se queda con ganas de más, y es que más de uno muerte de un tiro, y eso no mola en un slasher. Queremos ver casquería.

Tiene partes bastante tontas, otras que no están nada mal... y una parte final, la verdad, algo sosa, aunque original, todo hay que decirlo.
Se deja ver y entretiene.