Desparejado (Serie de TV)

Sean como sean, siempre acabo viendo las series y películas sobre temática LGTBIQ+ por curiosidad.
Ésta tenía muy mala pinta desde el principio, pero al ser comedia creía que me reiría de los chistes pero ha sido más reírme de los tópicos y clichés por sonronjo que de otra cosa.
Los episodios, como es habitual en las series norteamericanas, tienen buena factura, muy buena iluminación, buen montaje, algunas buenas frases chistosas, pésima música, su cuota de actores y actrices raciales que son casi blancos y un personaje central hedonista y narcisista hasta la extenuación que no entiendo como sus "amigos" soportan sino por exigencias del guión, pero no como parte de la trama sino porque él es así y así pretenden que empaticemos con ésta serie WASP en la que los tópicazos sobre el colectivo gay ayudan sobremanera a que haya tantos grupos y personas que odien a los gays y nos vean como un lobby capitalista hedonista, superficial y viendo esta serie, no me extraña.
Me ha dado casi verguenza ajena que todos los diálogos sean sobre obsesión con el sexo, gustar, ligar, gustar y sexo, en fin, sin comentarios.
Otro aspecto interesante es la visión de una Nueva York en constante primavera, luminosa, divertida y tan cool qué nada tiene que ver con la ciudad de la soledad, fría, distante en la que cada cual va a lo suyo y en la que la gente trabaja veintiocho horas al día seis días a la semana, además de demasiado cara para estar todas las noches de pingos (eso se lo permitían en los tiempos de Woody Allen a lo mejor). Está claro que para el cine la realidad debe ser otra.
Nada especialmente destacable aparte de ser una telenovela kitsch, irreal y desquiciante.

Entretenida, muy fresca, actual, aunque apoyada en los roles más típicos del género. Está bien interpretada, me ha gustado mucho Marcia Gay Harden.

Los capítulos no se alargan, los 30 minutos aproximados de cada uno no dan para incluir rellenos típicos de las series. Se ofrece ágil, dinámica, incluso ocurrente en muchos de sus diálogos. Muestra la riqueza, el poder, los comportamientos mas snobs... todo aderezado con la exclusividad de los retos inmobiliarios para potentados.

Deja hueco para los encuentros gays, asumiendo búsquedas; incluso deriva hacia la promiscuidad más evidente, sin mostrar sexo explícito.

Se pasa un buen rato si no buscas profundidad. Un 6.

No acabo de entender por qué, la mayor parte de series y películas gays, tienen que abordar el amaneramiento como elemento común al género. Es lo que más me aleja de ellas... No es necesario hacer de la pluma un estilo de comportamiento. SOY GAY... sé de lo que hablo.

La serie tiene buenos diálogos entre sus personajes principales, y mucha superficialidad entre los amigos de la pareja protagonista. Si tu comportamiento se resuelve de una determinada manera, la gente que te rodea, responde a ese patrón, aquí no sucede.

Marcia Gay Harden, funciona como catalizador, por su personalidad bien estructurada, cimentada de credibilidad y acierto. La duración de la serie en torno a la media hora, es fundamental para alejarla de escenas superfluas, tan habituales en los seriales.

La serie es bastante tonta en varios momentos. Es un humor tontorrón. Pero es parte de su encanto, si es que lo tiene. Se retrata a los gays como si vivieran en su gueto particular de diseño, todo muy superficial. Son gays cuarentones ( Harris tiene 49 o 50 y hace de 40) que se comportan como si tuvieran 15.
Es contradictoria la sensación que me despiertan porque por un lado no es un retrato que diga mucho en favor del colectivo, pero por otro lado es cierto que no se aleja de la realidad.
No todos los gais son superficiales e inmaduros, pero, por desgracia, la mayoría. Y lo mismo para los heteros, así que qué más da...

Grinder, drogas, sexo con desconocidos, etc. Es comedia o es drama?
Neil Patrick Harris ha creado un personaje que no para de autocompadecerse con lo que resulta bastante cargante.
Pero hay algunos aciertos como el amigo de gafas que resulta entrañable y la diva que quiere vender su casa, muy bien interpretada.
Los demás personajes son bastante insípidos y en la ruptura...

De repente vamos a enmendar lo hecho hasta ahora. Sí, la carencia del componente interracial en series gays del pasado, el tratamiento serio pero sin complejos, aún en clave de comedia, de las relaciones sexuales entre hombres y, claro, a olvidarnos de la búsqueda incesante, interna y externa, que aún conlleva descubrir y aceptar esta opción sexual.

Y tras este propósito de enmienda, con menos que más fortuna, añadimos una trama que no negaré tiene su originalidad, al partir ésta de una relación de pareja que funciona aparentemente bien pero, y aquí ya volvemos a lo de siempre, que cae en ese estigma de fatalidad que conlleva la homosexualidad y hace que todo lo que pueda ir bien, fracase.

Continuamos y, sin que acierten con los motivos de ese fracaso, porque realmente no se han molestado en trabajarlos un poquito más, y sin que los personajes ni sus intérpretes logren convencerme de que, oye, hago de gay aunque ni tú ni yo mismo nos lo terminemos de creer, pues deciden jugar al despiste y, no contentos con desarrollar lo que nos pasa a nosotros mismos para que no se diga que nos creemos siempre el centro del universo, añadimos unas tramas paralelas con personajes estrambóticos y heterosexuales que tienen ese único fin, acompañar y distraernos de lo esencial, básicamente porque no hay nada esencial en todo lo demás.

Resuelto o aparcado todo esto, nos queda Uncoupled, donde la falta de la susodicha esencia y frescura, que distinguen a otras series de esta temática, y el intento de huir de los tópicos de siempre se quedan sólo en eso, un intento.

El resultado es lo que ya hemos visto y oído tantas y tantas veces, los mismos clichés, escenas y diálogos plagados de comentarios que pueden resultar graciosos y atrevidos, incluso divertidos, a los neófitos, pero de los que yo sólo he podido tener una aburrida sensación de deja vu.