Una familia tronada (Flodder)

Me imagino que a más de muchos se les habrán pasado las ganas de saber en qué consistía el humor neerlandés al ver esta película, pero también es verdad que como todo lo cutre y horrendo, "Los Flodder" ha acabado reclutando con el tiempo a una pequeña legión de seguidores que rinden culto al grasiento bizarrismo de esta demencial familia. Me refiero a seguidores de fuera del país de origen, porque en Holanda todavía siguen echando la serie por la tele en horario de máxima audiencia y los packs de dvd's siguen siendo un valor seguro entre la población de la tercera edad.

Para entender el humor de la serie en toda su magnitud, hay que entender un poco a los holandeses (asunto complicado) y situar el contexto de su mentalidad calvinista, su mítica tacañería, su falta de imaginación y su manía que querer organizar hasta la más insignificante parcela de sus vidas. A los holandeses les pirran "Los Flodder" porque les restriegan todos sus tópicos nacionales por la puta cara y les obliga a reírse de sí mismos. A nosotros, nos hace gracia porque la madre fuma puros, el hijo lleva un peinado rockabilly y es bobo y los niños son unos psicópatas.

El caso es que "Los Flodder" es un producto tan cateto, tan intrínsecamente nacional que cruza la línea y alcanza lo universal. Para nuestra sorpresa, se ha acabado convirtiendo en un clásico de la caspa.

Rompo una lanza a favor de la familia Flodder, primero porque es una película original dada la época de cuando se estrenó, ni American Pie, ni nada de nada, hace poco vi Epic Movie y por poco me corto las venas.
Para mí, tiene hasta cierto parecido con Los Simpsons, una familia irreal pero veo hasta más "real" a los flodder, no son americanos pero son holandeses, prefiero a Tatjana Simic que a Lisa Simpson jejejeje.
No es obra maestra pero tanto para mal como para bien, todo el mundo se acuerda de esta familia, Los Flodder.

No estamos ante una obra de arte, ni ante una gran obra, se trata tan solo de una comedia cuyo único objetivo es hacer reír, y a fe que lo consigue, una comedia que parte de una tesis rousseauniana, el hombre es bueno por naturaleza pero es la sociedad quien lo transforma en agresivo, para ello nada mejor que modificarle los hábitos y los ámbitos, traslademos una familia de bajo estrato social a otra ubicación diferente, por ejemplo una urbanización residencial de alto standing.
A partir de aquí una sucesión de gags y de situaciones cómicas no exentas de dobles lecturas hacen una cinta que, a mi juicio, requiere más puntuación que la otorgada por el resto de lectores, y, siempre desde mi subjetividad, es un humor bastante más inteligente que el de algunas descerebraciones que llegan desde Hollywood con el sello de grandes comedias.
Cierto es que cuando se estrenó esta película en España aún contábamos con esa ingenuidad propia de las democracias jóvenes, donde tenían cabida revistas como El Papus o los primeros años de El Jueves, recién acababan de nacer en el comic personajes tan sublimes como Maki Navaja o el sargento Arensivia. Era otra época, eramos políticamente incorrectos, y, tal vez, eramos intelectualmente más felices que ahora.
La cuestión es adivinar si hoy en día, 25 años después, 25 años de desencanto, personajes como Maki, Arensivia o Los Flodder tienen cabida en esta sociedad tan avanzada, tan POLÍTICAMENTE CORRECTA, tan perfecta que se ha olvidado hasta de reír.

Aunque imagino, que hoy en día este tipo de historias, no causan ningún impacto, en la España de mediados de los ochenta, fue todo un hit indiscutible en los videoclubs, (especialmente de extrarradio), la historia de esta desestructurada e incestuosa familia holandesa, plagada de humor de trazo grueso, que para espanto de los nuevos vecinos, se muda a una zona residencial, de la que su equivalente actual, podría ser, en cierto modo, la familia redneck que tan salvajemente divertida sale retratada en Los Simpson.
Desaconsejable para personas de espíritu elevado y altamente recomendable para degustadores de salvajadas políticamente incorrectas.