As de corazones

Desde tiempos muy antiguos, en el mundo existen las llamadas sociedades secretas. Por lo general, están dirigidas por hombres de la alta sociedad, con notable formación intelectual y con una sólida estabilidad económica que les permite adelantar tareas y operaciones que requieren inteligencia, tiempo y dinero. Su propósito más común, es establecer y llevar a cabo un plan para transformar y controlar a la sociedad mundial, a la que consideran absurda, improcedente y peligrosa. Los principales acontecimientos que ocurren en la tierra: Guerras, epidemias, cambios sociales y económicos… han sido causados o están controlados y dirigidos por hombres y grupos muy poderosos. Las logias (sociedades secretas) y el ocultismo, se mueven muy comúnmente en el mundo de la política, las finanzas y las iglesias (penosamente, la religión se ha convertido en un sólido recurso para controlar a las masas).

Entre las logias más antiguas, se conoce a la Sociedad de la Serpiente, la cual reconocía a Lucifer como el único y verdadero dios. Los Roshaniya, fue una sociedad secreta afgana que tenía como principios la eliminación de la religión y de la propiedad privada, y también la disolución de los estados-nación. Los Caballeros Templarios, fue una sociedad monástica, militar y católica, surgida en la Edad Media, que tuvo una permanencia de casi dos siglos y fue fundada por nueve Caballeros franceses tras la primera cruzada. Su propósito original, era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén, pero después se convirtieron en creadores de formas financieras que fueron anticipo de lo que hoy son los bancos y se volvieron tan poderosos que hasta los reyes les temían. Felipe IV de Francia, fuertemente endeudado con la orden y apoyado por el papa, Clemente V, decidió combatirlos: Disolvieron la orden y muchos de los templarios fueron llevados a prisión, obligados a confesar bajo tortura y quemados en la hoguera.

El mayor objetivo de las órdenes secretas, ha sido siempre alcanzar un Nuevo Orden Mundial, y una de ellas (sin nombre definido) es la que vamos a ver en, <<AS DE CORAZONES>>, película dirigida por Wallace Worsley, el mismo afortunado realizador de, “The Penalty” (1920), un título que ya hizo historia en el cine silente.

Se trata aquí, de eliminar a un hombre que no ha servido a los propósitos de la sociedad secreta y que, según su líder, Morgridge, sumado al voto unánime de los miembros activos, ya es “un hombre que ha vivido demasiado”.

Para decidir quién ejecutará a la nueva “amenaza”, se reparten cartas… y a quien corresponda el as de corazones, será el elegido. Lo que sigue, es ante todo una historia de amor en la que, dos grandes amigos que aman a la misma mujer, se verán ante la disyuntiva de ser fieles a la causa, ser leales a su amistad y/o anteponer el Amor a los impulsos del odio y la destrucción.

Partiendo de la novela corta, “The Purple Flask”, que, Gouverneur Morris, publicara en dos entregas en la revista Cosmopolitan (1917), el guion, firmado por Ruth Wightman (exsecretaria de Morris que lo llevaría a separarse para casarse con ella), resulta muy interesante y, aunque el filme fue realizado con una gran austeridad de medios, Worsley consigue situaciones de marcado suspenso, y en el contexto imperan válidos criterios de moral en contra del fanatismo y los afanes de poder. Se pretende reivindicar el construir en lugar de destruir, y el amor surge con todo su brillo para demostrar que, su único poder, es aumentar nuestra capacidad de entender y hacer el bien a nuestros semejantes.

El reparto, muy eficaz, lo encabezan: Lon Chaney (Farallone), Leatrice Joy (Lilith), John Bowers (Forrest) y Hardee Kirkland, como el líder Morgridge.

Título para Latinoamérica: EL AS DE CORAZONES