One Direction: This Is Us

La verdad es que yo no me considero fan de One Direction, reconozco que me gustan algunas de sus canciones, pero ya está.

La película la vi de rebote, más que película es un documental. Lo que más disfruté de "This is us" es el buen rollo que genera la cinta, realmente podemos ver lo bien que se llevan estos chavales y lo locos que están, locos en el mejor sentido de la palabra.
Lo demás ya es puro cotilleo o fanservice.

A l@s fans de One Direction la recomiendo mucho, pero a los demás, simples mortales no creo que os vaya ni os venga.

Vaya por delante la verdad. No soy fan de One Direction. No voy a sus conciertos ni compro sus discos ni espero horas y días a las puertas de donde sea que estén.
Sin embargo, no creo que haga falta ser fan para reconocer que Morgan Spurlock ha hecho un buen trabajo con este documental sobre el grupo. La película hace lo que tiene que hacer: contar la historia de 1D desde el principio, mostrar a los chicos detrás de las cámaras y encima del escenario y acercarlos a sus innumerables fans. Eso es lo que es la película y eso es lo que pretende. A quien no le interese, que no la vea, pero no se puede decir que como documental sea malo. Tampoco es una obra maestra. El tema no lo permite tampoco, pero es una cinta correcta, más o menos entretenida y desde luego perfecta para los seguidores (¿o más bien seguidoras?) del grupo.

Lo mejor: Cumple perfectamente con sus propósitos
Lo peor: Es demasiado largo

Un día, Michael Jackson reconoció un hecho que le marcó de por vida: cuando era pequeño y tenía que pasar largas horas grabando, de camino al estudio veía a los otros chicos jugar en el parque y lloraba porque no podía unirse a ellos. Los integrantes de la boyband One Direction son esos niños y el parque, un escenario lleno de fans que les ven pasárselo bien, y lo más importante, disfrutar con lo que hacen. De hecho, el propio título del documental (‘this is us’) es un guiño al del propio rey del pop (‘this is it’).

Por otro lado, el mensaje de “primero hay que perder, para luego ganar” está presente desde el primer minuto de metraje, en relación a su derrota en el concurso Factor X en contraste con un éxito sin precedentes que vendría posteriormente tras el trabajo y el esfuerzo.

‘This is us’ nos narra en formato documental la historia de un grupo que desde su origen en el año 2010 durante el concurso ‘X Factor’ (el factor X británico) no ha parado de pisar escenarios, firmar autógrafos, desafiar las leyes de la física provocando gritos entre sus seguidoras…

Natural y espontánea, es como una bebida isotónica, el ver a los cantantes derrochar tanta energía, la adrenalina es un componente más de la banda.

La película te hace sentir nostalgia de una vida que ni siquiera has vivido, pero lo haces a través de ella y gracias al logrado efecto 3D que teletranporta al espectador desde la sala de cine a un concierto rodeado de miles de personas dónde también forma parte de esa experiencia.

Otro de sus puntos a favor es contar con el factor sentimental y emotivo como telonero de su actuación, mostrando y entrevistando a los padres de los propios cantantes, víctimas del síndrome del nido vacío, que deben enfrentarse a una repentina soledad en casa mientras sus hijos pasan gran parte del tiempo fuera y apenas pueden exprimir la relación paterno filial.

Además, no sólo encantará a sus propias fans, sino que consigue entretener con una mezcla de comedia y musical a cualquier tipo de público.

En definitiva, ‘One Direction: this is us’ nos muestra a un grupo de jóvenes pasándolo bien y siendo observados por millones de personas en todo el mundo, en su viaje hacia la eternidad de la constelación musical, donde esperan ser “forever young”.

No, no, no, no, no, no, no y no. No me lo pude creer.

Mis amigos parecieron sorprendidos al ver mi gesto, severo y bronco, al salir de la sala después de presenciar la esperada película-documental de One Direction. En mi cabeza se agolpó un torrente de sentimientos, sobre los que predominaban la decepción y el duelo. A duras penas conseguí no soltar algunas lágrimas, y un leve mareo convulsionó mi organismo. Qué demonios... ¿qué pensarían de mí Niall, Zayn, Liam, Harry y Louis si me vieran llorar? Miré a mis drugos, toqué mi camiseta serigrafiada de 1D y dije: "Chicos, no me ha gustado". Acto seguido, una oleada de vómito ascendió por mi gaznate, llenano a las jóvenes "Directioners", que salían de la sala, de una conjunción de bilis y angustia.

Expertos y fans coincidian: la expectación era máxima. Era hora de que los ya famosos chavales dieran un paso adelante para convertirse en leyendas. Preguntándole a un periodista sobre anteriores películas relativas a grupos, éste contestó que Pink Floyd y Led Zeppelin (por favor, dos bandas de viejos, su época ya ha pasado) tenían documentales que habían pasado a la historia. Ingenuo de mí, no pude pasar de los primeros 15 minutos. Los sobrevalorados Pink Floyd tuvieron la maravillosa idea de dar un concierto en Pompeya delante de la escalofriante cifra de 0 espectadores. Aunque, pensándolo bien, es normal. No sé que persona en su sano juicio pagaría por verles. La droga está pasada de moda. Hoy, la propuesta de 1D es clara: rock and roll del bueno sin sustancias dañinas para el cerebro.

Mi decepción en lo que a la película respecta puede desgranarse en varios puntos. En primer lugar, la casi nula profundidad con la que el director ha buceado en las intrincadas personalidades de los miembros de la banda. Me parece una oportunidad perdidad para mostrarle al mundo que los intengrantes de 1D están a la altura de los más grandes de la historia en cuanto a creatividad y talento musical se refiere (Rihanna, Madonna, Auryn y Georgie Dann) En segundo lugar, creo que debería haber más música. Es decir, no se puede quitar la ya menguada parte de entrevistas y background, así que lo único posible es alargar la duración del film a las 6 ó 7 horas. De esa manera se podría contemplar -al menos con más detalles- el complejo proceso creativo en el que se ve envuelto 1D, plasmado en sus directos. Por otro lado, echo en falta una sección del documental dirigido a los fans, ya que lo que se SIENTE al ser DIRECTIONER no se puede explicar con unas pocas palabras. Por ello, veo necesario entrevistas a nosotros, los fans, explicando que 1D son lo más grande, junto a Jesucristo, que ha pasado en este nuestro planeta. Repito, es un SENTIMIENTO. Es muy grande ese sentimiento.

Esperemos que una segunda parte corrija los errores ya mencionados, ya que el futuro de la música y de la juventud, canalizados en 1D, merecen algo mejor. GORA 1D.

"¿Drogas? Nosotros seguiremos tomando Pepsi." Niall Horan.