En busca del Titanic

De partida, aunque el título original es “Tentacolino” referido al hijo de Cthulhu, ese –el pulpo- apenas aparece en toda la película. Al mismo tiempo el titulo internacional es “En la búsqueda del Titanic”, pero el famoso barco tampoco hace su aparición, y en realidad los protagonistas apenas dedican tiempo a buscarlo.

Los personajes de la película original, incluidos ratones parlantes y perros, van en una especie de batiscafo, y tras un montón de “entretenidas” aventuras con otros animales parlantes terminan en la Atlántida, y entonces es donde las cosas se ponen raras. No considero que esta secuela sea peor que la original, al menos no es tan insensiblemente ofensiva a la hora de tratar una tragedia real, pero está lleno de rarezas y absurdeces varias, hay un montón de cosas sin sentido que no se molestan en explicar, no hay trasfondo para las cosas que ocurren y los personajes, en especial los humanos, son increíblemente planos, incluso más que en la película original (un villano es villano porque odia el color amarillo). La mayor parte del tiempo estas pensando “¿Que?”, con cada cosa rara que ocurre, como lo del… ¿soldado escocés travesti?, lo de las ratas, lo de los números musicales, etc. incluso la película lo reconoce.*