Haz click aquí para copiar la URL

A Lust to Kill

Western Un vaquero escapa de la cárcel con la ayuda de su novia y persigue a los hombres que cree que son responsables de que los agentes de la ley le dispararan a su hermano.
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
17 de junio de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
El mismo año que Wyler estrenaba "Horizontes de grandeza", Clarence Oliver Drake lo hacía con este modestísimo "Deseo de matar", un western de muy bajo presupuesto, en blanco y negro hoy "coloreado", sin actores de relumbrón y que hemos visto con un doblaje mexicano regularejo que dificulta mucho la comprensión de los nombres y de parte del argumento.
Drake fue un chico para todo en el mundo del cine y de la televisión americana. Prolífico director, productor, guionista y actor especialmente activo en los años 30 y 40 extendió su actividad hasta 1974.
Siempre en obras de limitado presupuesto. Carne de serie B como la cinta que nos ocupa donde hasta el título está mal elegido.
Y es, dentro de su pobreza, original. Bastante original. De ahí que nos detengamos un poco en el argumento.
Comienza con una persecución. Clint, el sheriff de Maricopa, y sus ayudantes persiguen a la banda del seboso Isaac que ha robado, no oro ni plata, sino un montón de rifles y municiones. Hieren de gravedad a Luke Holland que se entrega con su hermano Chenney para que lo atienda el médico del pueblo. Excelente la imagen de la llegada de los presos entre la expectación de la gente.
Lo normal en un western es que un balazo produzca la muerte o que el herido se cure y se salve. Aquí no, Luke fallecerá en casa del doctor mientras Chenney recibe la noticia de su muerte en la cárcel. Tristeza, remordimiento, pide a su antiguo amigo Clint un entierro digno para su hermano.
No será fácil. Estamos en periodo electoral y el alcalde McKenzie es muy sensible a las quejas de los modosos ciudadanos que no están dispuestos a que se entierre en el cementerio junto a sus deudos, tampoco el predicador va a asistir ni a tocar la campana de su iglesia.
Impresionante el desfile de la carroza mortuoria acompañada únicamente por Clint y Chenney a caballo. Al final un niño bondadoso hará sonar la campana, mientras el resto de vecinos vejan al finado arrojándole basura o tocando música estridente al paso por la cantina. Ni quiera el enterrador ayuda a bajar la caja al sepulcro, "A mi me pagan solo por cavar el hoyo". El texto de la lápida indica que estamos en 1848. Ni siquiera la muerte iguala a las personas.
Mientras tanto Isaac y el resto de sus secuaces acuden a la posada de Meads a solazarse con sus pupilas. Una de ellas, Sherry, es la novia de Luke y marcha inmediatamente a Maricopa donde llega justo al entierro con su ramo de flores.
El maltrato recibido por los vecinos, la presencia de Sherry y su propio temperamento hacen que Chenney, abusando del sheriff que lo había liberado de las esposas para el entierro, le robe la pistola mientras rezaba el responso, asesine al enterrador y se largue con la chica que no parece hacer ascos al cambio de novio entre hermanos.
Ahora busca al gordo Isaac en la posada, "Cuando la abeja reina sale de la colmena, todas las demás marchan tras ella".
El resto es la persecución de unos y otros, ajustes de cuentas de Chenney con los que despreciaron el cadáver de Luke y una nueva aproximación sentimental entre la chica y el sheriff.
Western de la vieja escuela, parece a ratos de cine mucho, diálogos poco cuidados, correctas interpretaciones.
El guion es sencillo pero toca temas interesantes, originales. Realización con ritmo intenso, las acciones se suceden vertiginosas pero dejando tiempo para profundizar en los personajes. Sin duda lo mejor. El remordimiento de Chenney tras la muerte de su hermano, la generosidad del sheriff Clint, la hipocresía del pueblo con el bandido muerto (predicador incluido), la doblez del alcalde en elecciones o la zafiedad de Isaac.
Pero sin duda el personaje más rico en matices es Sherry, una señorita de saloon cuya inclinación sentimental pasa en poco tiempo por tres hombres, sin dejar nunca de parecer una auténtica señora. Ahí queda eso.
Película modesta, hecha sin grandes pretensiones, sí, pero que aborda con acierto temas curiosos desde una perspectiva bastante original. Una de esas obras menores que relucen. Digna. Interesante.
No se la pierdan los aficionados al género. El resto, con reparos.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow