Ha entrado un fotógrafo

Lloyd Bacon se vuelve a lucir con esta magnífica película que, en clave de comedia, aborda el tema del periodismo sensacionalista, de la mano de un James Cagney maravilloso ( algo que no es nada nuevo), que nos da la ocasión para volver a admirar sus extraordinarias dotes como actor...Un James Cagney frenético e inquieto, simpático y gracioso, con ese toque chulesco y descarado que le caracterizaba.
En esta ocasión, Cagney sale de prisión con la intención de dejar a su antigua banda y encontrar un trabajo honrado.
Lo encuentra en un periodicucho de mala muerte, más dedicado a las noticias escabrosas que a la información propiamente dicha. Y le conceden el puesto honorífico de la profesión...Fotografíar todas las escenas más turbias que puedan adornar las primeras planas de las noticias más indecentes. Se convierte en fotógrafo de sucesos.
Al mismo tiempo se enamora de una chica que resulta ser la hija del poli que le metió entre rejas...
Pero no hay problema. Nuestro personaje dotado de gran desparpajo y entusiasmo, amén de escasos escrúpulos morales, fruto de su anterior vida, demostrará ser muy capaz de sortear los escollos de su profesión y de su vida amorosa.
Una trama que transcurre a un ritmo rápido, con brío, repleta de simpatía pero, al tiempo, nada frívola. Que critica el periodismo amarillo. Con la ventaja de estar hecha antes del código Hays que nos regala impagables escenas y diálogos que no veríamos después hasta pasar bastante tiempo. Con un soberbio protagonista pero bien secundado por excelentes secundarios. Y con un magnífico final repleto de acción y un tiroteo digno de mención, nos garantiza una estupenda velada que nos va a dejar muy satisfechos.
Por último mencionar que Lloyd Bacon está siendo un descubrimiento para mí. Me estoy dando cuenta de que tiene muchas películas interesantes. Merece la pena indagar en él.