Mystery, Alaska

Jau Roach nos trae un film que cargado de sentimientos que no dejará helado aquel que lo vea, donde a cada minuto que avanza se hace, más y más interesante, sin dejar ningún momento para la desidia.

Trata sobre un pueblecito, Mystery, de Alaska que un buen día y gracias a un articulo de uno de sus ex-ciudadanos en una conocida revista deportiva sobre el equipo local de hockey, les hará ser conocidos por todo EE.UU. Tal reconocimiento les hará que tengan que jugar un amistoso con un equipo de la NHL (liga profesional de hockey) y ese será el punto de partida de esta historia, que nos mostrará los temores, miedos, valores, sueños, etc..., de cada uno de los principales personajes de Mystery.

Aunque a simple vista se nos presenta como una película donde el hockey va a dominar, no es así, y es que es el pilar central que rodea la trama en sí, donde los sentimientos son los que predominan sobre el resto del film.

Un reparto magnifico también ayuda mucho y es que Tanto Russell Crowe como el elenco de segundones de categoría que lo rodean mantienen viva la llama interpretativa y visual, y junto a una fotografía salvaje y natural.

Pregunta:
-¿Por qué en los dramas siempre hay una actriz que va dos o más hombres?
Respuesta:
-Porque son las llamadas actrices-mariposas, van de capullo en capullo.

Para pasar la tarde. Fomenta el amor.

Un pueblo perdido en Alaska con una gran pasión por el hockey. Russell Crowe es el capitán del equipo.

En resumen: un pueblo alegre, jovial, que son muy liberales y abiertos de mente en cuanto al concepto de relaciones personales para ser un pueblecito.

Para los fans de Mike Myers: hace un cameo.
Y Little Richard también.

Viendo la filmografía de Russell Crowe me he encontrado esta película sobre la vida rural en Alaska, y sobre el hockey hielo, deporte que desconozco más allá de ver alguna final olímpica entre EEUU y la extinta URSS, que por entonces eran las potencias predominantes en casi todo, también en esta disciplina.

Poco he aprendido del deporte y sus reglas, porque aunque toda la película gira en torno al deporte y al partido de los lugareños contra un equipo profesional por esas circunstancias del destino, lo realmente importante es cómo interactúan sus protagonistas en un pueblo donde toda la vida gira sobre el lago helado donde practican su deporte predilecto.

Con una excelente fotografía, como por otra parte no podía ser menos ante los majestuosos paisajes montañosos nevados y congelados, los pinos verdeciendo entre el glamuroso blanco de los hielos como preciosa estampa navideña, el vaho de los alientos gélidos, y los corazones calientes, a veces demasiado, de sus habitantes, bien dirigidos por Jay Roach con un verdadero elenco de grandes actores con papeles secundarios que hacen muy divertido el visionado de esta cinta.

Mi nota, un notable 7.

Justo antes de que estallara su boom con El dilema y sobre todo Gladiator, Russell Crowe rodó esta afable película deportiva de Jay Roach (este recién salido de un exitazo como fue Austin Powers). Y la verdad, la cinta no tiene nada de malo, ni tampoco nada de brillante o memorable, claro. Es un entretenimiento inofensivo y tópico para una tarde aburrida, pero sin duda tiene su simpatía y unos paisajes hermosísimos que merecen de por sí una película entera.
Y está Russel Crowe, claro, que muy pocas veces falla, por no decir nunca. Eso sí, lo que ven no es Alaska, sino Canadá. Trampillas del cine.