Los entresijos de la FIFA (Miniserie de TV)

Siempre se nos ha dicho que la corrupción es una anomalía de los países pobres y resulta que la corrupción existe porqué el ser humano existe, ya esté en países ricos o en países pobres. Lo que si está claro es que en los más prósperos al existir un Estado de Derecho en pie los mecanismos de la Justicia pueden funcionar mejor y castigar a los corruptos.

La FIFA es corrupción. Ese es el dictamen de ésta muy larga y a veces tediosa mini serie que pudo haber dicho esto en tan sólo un capítulo. Pero como el negocio de las series, su alargamiento innecesario, es también una forma de corrupción, también tienen que padecer el daño.

Desde Havelange hasta Blatter, los todopoderosos presidentes, hicieron negocios turbios con los diferentes gobiernos para vender el fútbol como espectáculo mundial. Se enriquecieron irregularmente y permitieron hacerlo a sus respectivas camarillas. Ya sabemos que el poder corrompe, y si éste es casi absoluto, corrompe aún mucho más. Lo bueno de éste documental es que aparecen retratados los estafadores y criminales y hasta pueden opinar sobre sí mismos prácticamente sin ningún tipo de arrepentimiento.

El Mundial de Qatar que empieza en unos días ahora en noviembre fue otro arreglo turbio entre la FIFA y éste país árabe distante de la modernidad política. Así tenemos a una humanidad pecadora que no ha dejado de hacerlo sin importar las condiciones sociales, educación o status de sus infractores que paradójicamente se presentan como impolutos ante los escenarios públicos en que pasean toda su hipocresía sin pudor.

Hay en el fútbol mundial una dualidad que conspira contra la transparencia de las finanzas de los clubes y las asociaciones. Mientras algunas aceptan que éstos pertenezcan a dueños privados, societarios o individuales, otras siguen manteniendo la tradición de asociaciones sin fines de lucro. Y en algunas las hay de ambas clases. Sin embargo, las federaciones regionales y la mundial (FIFA) siguen siendo parte de las sin fines de lucro. Y como es inevitable que ocurra, la convivencia entre éstos sistemas es una fuente natural de manejos turbios. Desde pequeños clubes a los más grandes del mundo, hay movimiento de dinero suficiente como para tentar a quienes procuran dirigirlos para actuar en beneficio propio. Y ello subsume al sistema en un gigantesca universo de hipocrecía. Por ende, pretender filántropos en la conducción de entes y fundaciones que manejan poder y dinero -particularmente cuando es mucho-, es limitarse a muy pocas personas. Además, siendo el fútbol profesional un factor de poder de alcance político, también entra dentro de sus modalidades. Y creer que pueda mantenerse ajeno a ello, es una ilusión idealista similar al concepto de "servidor público", teóricamente sin otro ingreso que su salario...
Es de esta tensión, devenida en grandes actos de corrupción, que trata esta interesante y para muchos reveladora serie. Pero lo que no se dice -aunque puede inferirse visualmente-, es que en este caso en particular, primero las denuncias y posteriormente la investigación del FBI, fueron a causa de no haber dado el mundial 2022 a USA, desairando ni más ni menos que a Bill Clinton, enviado por Obama al congreso de FIFA en el que se eligió a Rusia y Qatar. O que no se haga una sola mención a la sombría figura de J. Grondona (1931-2014), presidente de AFA y mano derecha "financiera" de Blatter en el comité ejecutivo.
Ahora bien, así como la serie dedica tiempo a las penosas circunstancias del mundial en curso (Qatar 2022), justo hubiera sido dedicarle parte a su contracara: el crecimiento mundial del fútbol desde los inicios de la globalización, coincidente con la presidencia de Havelange y Blatter. Desde entonces se han realizado campeonatos mundiales profesionales, juveniles y de mujeres en los cinco continentes, haciendo "del negocio" algo muchísimo más grande que en las décadas anteriores.
En síntesis, una interesante serie que vuelca la balanza más hacia el déficit, que hacia el haber de las sucesivas dirigencias del fútbol mundial.

Interesante miniserie donde se ve desde dentro el funcionamiento y la corrupción de la FIFA y sus confederaciones, abarcando desde los mandatos de Havelange y, sobre todo, Joseph Blatter, y especialmente centrado en la controvertida elección de Qatar como sede del Mundial de 2022 pese a no contar ni con las condiciones ni la infraestructura de otras candidaturas, y a raíz de ese hecho y enlazando con la investigación del FBI, se desenmaraña una trama de sobornos y pagos realizados durante años. Aunque en realidad no descubre nada que no se sepa ya, es bastante clarificador y desmantela bastante los trapos sucios de la organización.

Historia documental sobre la fundación y nido de corrupción en que se convirtió la FIFA casi desde el momento de su creación, con su zenit en la designación del Mundial de Qatar 2022.

Un tema que se hace interesante con una buena narración, y detalles en solo 4 episodios, bien construidos.

Si no fuera por el FBI que inicio la investigación tras el robo dela designación del Mundial de 2022 a EEUU, ¿se hubiera conocido todo esto?

Hay que reconocer a Netflix que en documentales tiene uno de sus puntos fuertes y quizás es del que menos promoción se hace.