La reina del convento

Bajo la dirección de Carmen Perona, "La Reina del Convento" narra la historia de Juanita, una mujer solitaria que, tras una vida difícil, decide refugiarse en un convento. La trama se complica cuando Juanita descubre un oscuro secreto que las monjas intentan ocultar.

La dirección de Perona se mantiene en un estándar normal, sin destacar particularmente. Aunque logra guiar la narrativa de manera competente, la película carece de una visión distintiva que la haga memorable. El guion ofrece una historia interesante que combina elementos cómicos con intrigas en el convento.

Las actuaciones, en general, son competentes, destacando el sorprendente desempeño de Mario Vaquerizo, que aporta carisma y humor a la película. Sin embargo, la falta de una química más sólida entre los personajes principales limita la autenticidad de las relaciones en pantalla. La inspiración evidente en el cine de Almodóvar también afecta la capacidad de la película para encontrar su voz única.

El aspecto técnico de la película se presenta como deficiente. La falta de recursos visuales distintivos y la calidad de la cinematografía y la banda sonora contribuyen a que la película no alcance su máximo potencial. La película se ve afectada por una realización técnica que no logra complementar adecuadamente la narrativa.

*Comedia coral de monjas alocadas

El guion de esta su primera película como directora es de Carmen Perona, autora del corto “Inexorable” y del documental “Mujeres de cine”, guionista en “El Intermedio”, trabajando en el equipo de dirección de las series “Las chicas del Cable” y “Skam”.

El argumento coral e intencionadamente disparatado nos trae aromas de “Entre tinieblas” aunque con menor calidad, siendo una comedia irregular con momentos acertados y otros que baja de interés. La comedia se anima en su trama con confidencias, alianzas y cotilleos entre las monjas en la vida diaria entre rezos y servicios.

La reina del convento fluye de manera desigual, con algunos momentos divertidos por la vis cómica de algunas de sus protagonistas, Luisa (Paz Padilla), Sor Rita (Gema Cuervo) y Sor Frasquita (Isabel Ordaz, ”La que se avecina”). Comedia claramente hecha para la taquilla, destinada a un público con pocas exigencias, dispuesto a evadirse con ésta alocada historia que no acaba de cuajar pese a sus buenos propósitos.

En el elenco hay claras concesiones al populismo como el personaje youtuber de Sor Rosarito (Aida Domenech/Dulceida) o los breves “cameos” de Manuel Bandera (camarero de bar del pueblo) o de “El Monaguillo”. Las interpretaciones son aceptables pero sin grandes brillos sosteniendo el guion con dignidad como pueden hasta su final.

*Trama errática y dispersa

En La reina del convento hay algunas secuencias que destacan por su ironía y desparpajo, como los efectos de las magdalenas psicotrópicas que fabrica una monjita, las insinuaciones lésbicas de otra, la coreografía aeróbica al ritmo del himno del Sevilla C.F. de “El Arrebato” y otras canciones conocidas, o las invocaciones a la ouija.

Sin embargo el ritmo de la trama va a rachas, sin terminar de coger una uniformidad ni aún menos un ascenso de interés a medida que avanza el metraje. La buena dirección de fotografía por Mariano Mediavilla, hace lucir de día y noche los espacios interiores y exteriores de las localizaciones de Palma del Río, Fuentes de Andalucía y Sevilla donde se ha rodado.

El final de la película es un tanto forzado, mal resuelto, sin acabar de convencer, no cerrando la historia de manera creíble ni convincente en su precipitación por terminar la errática historia. La bisoñez del producto no deja salvar los muebles pese a algunas pinceladas con gracia, pero quedando como gotas aisladas de agua en la tan necesaria lluvia, hoy más que nunca en tiempos de incertidumbre general.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez