La isla del terror

Harry Houdini, el legendario escapista e ilusionista que nació en Budapest pero que se nacionalizó estadounidense, siempre, como creador inquieto, buscó ese "algo más" en otras artes, como la literatura y la floreciente cinematografía. Escribió algún cuento junto con H.P. Lovecraft y protagonizó algunos filmes mudos. "Terror island" es un filme con influencias de Julio Verne - un náufrago prisionero de peligrosos nativos polinesios, al que buscará el personaje de Houdini, un millonario filántropo, acompañando a la hija del desdichado, junto a la búsqueda de un tesoro de diamantes de un naufragio, gracias a un submarino. Así tenemos "Los Hijos del Capitán Grant" con unas gotitas de "20.000 leguas de viaje submarino". Sin embargo, del submarino apenas veremos nada, pareciendo más uno de esos seriales en los que se tenían que rescatar a la chica.

En cuanto a la especialidad de Houdini, como ilusionista, veremos más bien poco, tan solo ver como escapa de las ligaduras con las que los nativos que le tienen preso, como bucea a pulmón libre o como abre una caja fuerte, que usan los nativos para lanzar sus sacrificios humanos metidos dentro, desde un acantilado al fondo del mar. Pero poco más.

La película puede verse, pero no es especialmente memorable. Y Houdini, como actor, cumple.