Kantara

El grandullón (otro más) dentro del inagotable star system kannada Rishab Shetty -y sí, al que acabo de conocer como a la mayoría de sus congéneres salvo Salman Khan- aprovecha el tirón, no ya autócotono como es habitual, sino a nivel internacional y se sube al carro del género popular más consagrado en aquellos lares: la denuncia anticolonialista y la aventura épica de corte ecologista.
Un poco lo siempre: malosos corruptos que sabes que acabarán (o no) redimiéndose y un héroe del pueblo humilde -en la pantalla, no quienes los interpretan- cuyas vidas dan más vueltas en aproximadamente 2 horas y picos que los bailarines que amenizan la trifulca y los imposibles romances que, ni que decirlo tengo, al final no son tan imposibles.
¿He mencionado lo de los saltos a cámara lenta y gritos de guerra con la espada en ristre para apuntalar al perro traidor en un duelo de fratricidas dimensiones?
Da igual, ya sabes que también hay de eso. No veo razón para que te la pierdas si las más de tres horazas de 'RRR' (2022, SS Rajamouli) se te pasaron volando.
Aunque 'Kantara' (2022, Rishab Shetty), eso sí, está más cercano, en su argumento y la duración, al debut hindi de Chuck Russell ('Junglee: Alma salvaje') en 2019 poniendo más enfasis a la preservación de la tradición tribal y sin exhibiciones de artes marciales -lo cierto es que la fisonomía de Shetty no da para un desgaste excesivo de piruetas-.
Es lo que hay, y sigue fascinándome cómo la falta de doblaje y subtítulos en castellano no son un obstáculo para pasármelo en grande aún enterándome de la mitad.
La letra y el respeto a la naturaleza con bailoteos y peleas a cámara lenta entran (eso creo que lo decía Francisco de Quevedo).