Sauce ciego, mujer dormida

*El pájaro que da cuerda a los sueños

Sauce Ciego, Mujer Dormida es una carta de amor para todos aquellos fans que siempre soñamos con ver adaptadas nuestras historias favoritas del nipón en un formato que pueda hacerle justicia al realismo mágico que profesa: la animación. Con más o menos acierto, la obra del japonés no ha pasado desapercibida para los cineastas, ya sea el caso de “Tony Takitani”, la controversial “Tokio Blues” o la aburridísima “Drive my Car”.

Considero que al elegir este arte se consigue trasladar de mejor manera a los espectadores el aluvión de emociones que supone leer a Haruki Murakami. Desde narrativas más costumbristas, pero no carentes de significado, hasta situaciones completamente surrealistas como la acontecida con una rana humanoide capaz de detener un terremoto, considero que esta película está a la altura del mayor poder que poseemos: la imaginación y los sueños.

*Ovnis, ranas, gatos y los demás

Quizás estos elementos no tengan un gran significado para tí, pero al igual que Haruki Murakami ha construido historias fascinantes con ellos, el director y guionista ha sabido darle una vuelta de tuerca adicional. En lugar de optar por la sencillez que ofrece presentar una antología bien cuidada y trasladarnos a diversos mundos, Földes nos ofrece su mano para trasladarnos a un lugar y espacio donde todas puedan converger.

Partiendo de las tramas y protagonistas de “OVNi en Kushiro” y “Super-Rana salva Tokio”, se construye una narrativa con alma propia, donde cada relato adaptado es una puntada más dentro del retal de lo fantástico. En este arriesgado ejercicio considero que ha conseguido cohesionar todo aquello que creíamos imposible, ha unido las emociones humanas.

*Conclusión

Espero que con trabajos como Sauce Ciego, Mujer Dormida se pueda poner en el estatus que merece al cine de animación. La película nos invita a ver una hermosa reflexión sobre la vida, donde sueños y realidad se funden dentro una caja y hasta que no nos atrevamos a abrirla, nunca sabremos cuál es cuál. La cinta, al igual que los relatos de Haruki Murakami, nos deja con la sensación de que siempre podría pasar algo más, porque la vida no acaba con un fundido en negro.

Escrito por Max Reyes Hutinel