Schemer (Dusk)

La cinta del director Hanro Smitsman sobre un tema tan de actualidad como el bullying fue presentada sin pena ni gloria en la 58 Edición del Festival de Cine de San Sebastián.

En ella nos narra la vida cotidiana de un grupo de adolescentes normal que asisten a una escuela normal en una ciudad normal. Allí comenzarán a alimentar el odio hacia uno de sus compañeros y los planes sobre su asesinato comienzan a discurrir. “Dusk” nos dibuja el perfil de este grupo de amigos, su psique, su modo de actuar, sus miedos y fobias, todo aquello que les lleva al sinsentido del crimen.

El elenco de la película (Gaite Jansen, Mathijs van de Sande Bakhuyzen, Roos Netjes, Melody Klaver, Robert de Hoog, Gerson Oratmangoen) realiza una labor correcta, sin resultar destacable, quizás un tanto víctimas de un guión poco arriesgado, que en el esfuerzo de no tomar partido ni dar demasiada concesión al espectador, navega por aguas demasiado frías, sin acercarse al crudo realismo documental, pero tampoco aproximarse a la provocación que puede alcanzarse a través de la ficción. El espectador sólo se asoma por encima del hombro de los protagonistas, escucha sus conversaciones, observa las consecuencias… pero no termina de sentirse implicado en la historia. Y esto tiene sus repercusiones, se digiere el producto como algo correcto en formas y fondo, pero el nulo riesgo lo hace igualmente, olvidable y un tanto vulgar. Prescindible.

- Enoch -

Segunda película del director holandés Hanro Smitsman, presentada en Zabaltegi 2010. La protagoniza un grupo de universitarios saludables, integrados en familias reconocibles, en las que gozan de libertad y protección. Aunque su saneada economía no les salva de arrastrar dificultades de identidad propias de la adolescencia.

Con una fotografía de alto contraste y un estilo que recuerda a “Elephant” de Gus van Sant, indaga en los orígenes del gregarismo y del liderazgo para chocarse de sopetón con la injustificación del crimen. Así sería si no existieran las frustraciones mal canalizadas, si no cayéramos en un excesivo y solo parcial autocontrol.

La presentación de personajes y argumento es desapasionada, clara y eficaz. A cambio, no emociona. Quizá por ser una propuesta tan ligera de aderezos, o tal vez porque el carácter del norte de Europa sea diferente.

Aunque no se desarrolla totalmente en las aulas. Si es importante. Un grupo de amigos que empiezan a mostrar interés en matar a una de sus amigas. Y empiezan a pensar como estarían sin ella.

Durante todo el filme se nos mostrará el punto de vista de cada uno de los amigos sobre la situación, mostrando las emociones de cada uno de ellos y sus motivaciones. En ese proceso descubriremos distintos elementos muy interesantes. Cada una de las motivaciones que llevó a cada uno a participar en el homicidio.

Algunos por envidia, por celos, rechazo, entre otros. Todos ellos deciden acabarla, entre ellas su mejor amiga, que sospecha que tuvo algo con su novio.

El filme es interesante y su estructura y la forma en que es narrada lo es, pero resulta una peli fallida. No me gustó mucho.

Nuevamente como en algunos casos anteriores, vemos que uno de los amigos sufre de la represión de su condición sexual o simplemente ese amor por su amigo, el que a la vez tiene una madre enferma que tiene que cuidar y hacer todo por ella, lo que lo ha frustrado en muchas formas.

La amiga que es insegura de sí misma, la celosa y el típico chico atlético que teniendo novia seduce a Jessi (la chica asesinada), y esta se enamora verdaderamente de él.
A pesar de que me atrajo su estructura, le faltó mucha fuerza. Parece más un telefilme.

http://asbvirtualinfo.blogspot.com/2012/12/schemer-hanro-smitsam.html

Interesante reflexión sobre el crimen y los remordimientos, sobre la culpa y el perdón, sobre los vacíos existenciales de una juventud/adolescencia, que aparentemente tienen de todo, pero que en el fondo (y en este caso no tan en el fondo) carecen de lo más elemental, del cariño verdadero de los que le rodean.
Un mundo joven donde los celos y envidias están a punto de hacer explotar una, en un primer término, banal situación que con el diálogo se resolvería, pero que, al carecer de verdadera relación personal, los distintos personajes realizan un acto totalmente gratuito y terrible.
De tranquilo ritmo, pero sin pararse en enojosos tiempos muertos, "Schemer", si no logra convencer, sí que no deje indiferente pese a su aparente frialdad expositiva.
Pero hay mucha emoción contenida y sobre todo rabia, en el interior de los perdidos personajes.
Bien protagonizada y con estupenda fotografía, me gustó aunque pueda quedar en el olvido al de no mucho tiempo.

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