Initiation Love

Así definía George Bernard Shaw el primer amor. Un tema, en general, investido de tanta topicoína que podríamos inyectarnos un poco en vena y moriríamos de sobredosis. Sin embargo, en esta ocasión nos encontramos con un trabajo de Yukihiko Tsutsumi, un hombre con suficientes tablas, con experiencia, que ya ha pasado por su época más comercial de adaptar mangas y crear cintas de J-Horror que no nos dejan poso alguno. Si ya en Memories of Tomorrow comenzaba a explorar la profundidad de sus propios personajes y del vasto océano de sentimientos inherentes a todo ser humano - Amor, dolor y felicidad - En Initiation Love hace un trabajo brillante inmerso en un ejercicio de estilo.

En una historia sobrepasada por su aparente simplicidad (Chico conoce chica, comienzo de relación, problemas, adulterio, ruptura y posterior arrepentimiento) el cineasta japónes basa su historia en darnos la perspectiva del protagonista, Suzuki, en dos momentos... en primer lugar, cuando es un pequeño genio adolescente y conoce a la chica de la que posteriormente se enamorará, y en segundo lugar, una vez está afianzada la relación, ambos son más mayores, y él obtiene un trabajo lejos de ella. Con la distancia empezarán los problemas.

Y es que la película gira en torno al eje central de que el amor, como cualquier otra cosa en la vida, requiere una suerte de entrenamiento antes de llegar a dominarlo. La perspectiva de que la mayoría de parejas jóvenes fracasan cuando llega la madurez y es difícil compaginar la relación que les une años atrás con los tortuosos caminos del mundo moderno. La vida te lleva por caminos raros, que diría mi admirado Quique González. Por eso el primer amor, el initiation love, es el que marca el camino y deja huella.. habitualmente, la huella de un fracaso.

Tsutsumi prefire mostrarnos la perspectiva de él, quizá la que más pueda conocer, dejándola a ella en segundo plano, aunque bien es cierto que, sin tener un gran protagonismo ante la cámara para ser protagonista, Atsuko Maeda se las ingenia muy bien para bucear en la personalidad de Mayu, su personaje, y hacerla salir a la luz los, quizá, relativamente escasos momentos que está en pantalla. Casi toda la película recae en el Suzuki de la relación una vez empezada (Pues el Suzuki adolescente, bastante menos en forma, es interpretado por Kanro Morita) que coge el testigo de llevar la película con entusiasmo, pero al que quizá se le puede achacar llevarlo con demasiada sangre fría,al menos para lo que requiere una película que habla del primer amor.

Igualmente, y pese a que todo se va llenando de secundarios que son estereótipos para funcionar como sátira, la relación entre Mayu y Suzuki, y sobre todo, el modo en que Suzuki va llevando su distanciamiento cada vez más acusado con su propia relación, copan casi toda la cinta. Pero el director japonés se guarda unos cuantos ases en la manga para recrearse en su propia historia (spoiler)