Tomie: Revenge

Volvemos a encontrarnos con Tomie, la chica que no se muere ni a la de tres, esta vez comenzando el enigma a partir de un suceso extraño en un bosque y siguiendo la investigación policial sobre sus orígenes y hazañas.
¡Os puedo asegurar que el caso del asesinato de Laura Palmer no fue tan excitante ni tan interesante como el que veremos aquí!

Y ya iban siete, siete entregas en la saga de Tomie, la repulsiva y atractiva chica inmortal con el lunar bajo el ojo izquierdo que se inventó el mangaka Junji Ito allá por finales de la década de los '80 y que tanta popularidad ganó en la época; pues, aunque muchos no lo sepan, de la costilla de este curioso personaje saldrían muchos de los fantasmas, espíritus o seres vengadores femeninos que han ido rondado por las pantallas niponas los últimos veinte años.
Una larga lista de cineastas han estado poniendo su granito de arena a esta extensa saga (algunos con más tino que otros), siendo Takashi Shimizu, creador de "Ju-on", el más destacado entre ellos, aunque su aportación no fue demasiado brillante. Ataru Oikawa ha sido el que más involucrado ha estado llevando las aventuras y desventuras de Tomie de los cómics al cine; suyas son la primera entrega, la sexta ("Beginning") y ésta que nos atañe, "Revenge". Y se ve que al hombre le sabía a poco el haber realizado sólo dos partes, de la que se salva la primera (la única realmente buena de la saga) porque decidió ocuparse de otra más.

Ahora resulta que el espíritu de Tomie se encuentra rondando por los frondosos bosques de los alrededores de un pequeño pueblo; la dra. Kazue Suma tiene la desagradable experiencia de cruzarse a la chica del lunar, a la que atropella accidentalmente. Lo extraño no es que ella salga con vida, sino las semejanzas físicas que guarda con la hija del jefe de Kazue, el dr. Togashi, desaparecida tiempo atrás en los mismos bosques en una excursión.
Tras ver cómo la accidentada muchacha sale ilesa, Kazue la persigue hasta una casa escondida en un claro, y allí se encontrará un aterrador escenario: la chica está muerta, hay sangre por todas partes, un demente dando gritos y una cámara de vídeo. Pasa un año y de repente la doctora recibe la visita de dos agentes que la informan de que la persona a quien atropelló es en realidad Tomie Kawakami, una joven involucrada en extravagantes crímenes que siempre acaba asesinada por alguien...pero siempre acaba regresando a la vida. Kazue tendrá la clave para desentrañar el misterio de Tomie en la cámara de vídeo.

Esta vez, Oikawa se centra en el manga "Revenge" de Ito para esta pequeña producción, la cual, como "Beginning", está rodada con poco dinero para el mercado del vídeo. A pesar de ser el mismo director quien está detrás de la cámara, la anterior y ésta difieren en cuanto a narrativa, atmósfera, personajes y, sobre todo, en el papel que adquiere la propia Tomie: en "Beginning" la idea era ir atrás en el tiempo y recordar con nostalgia los orígenes de la chica, enfocándose en ella y en el poder que poseía para dominar a los hombres y provocar repulsión en las mujeres. En "Revenge" se cambia de perspectiva.
Volvemos a estar en medio de la investigación de esa joven que no deja de aparecer en horribles homicidios, reconstruyéndose el caso poco a poco a través de la dra. Suma, que guía al espectador, y de la cámara de vídeo que grabó todos los hechos (un poco a lo "Twin Peaks"), lo que hace que "Revenge" esté emparentada con la primera entrega de la saga, aunque Tomie sea más un "macguffin" que un personaje como tal, pues el misterio se construye alrededor de ella aunque nunca la veamos. Misterio que, por otra parte, se viene abajo en los últimos 25 minutos cuando aparece la chica, interpretada de una manera repelente y detestable por Anri Ban, lanzando otra vez a diestro y siniestro su odio contra todos los hombres del Mundo (ya tienen las feministas un modelo a seguir); también volveremos a ver cómo Tomie puede "copiarse" y contaminar con su sangre, detalles que aparecían en anteriores entregas.

Hay ciertos personajes que encajan a la perfección con el ambiente del film, y que están bien encarnados por Kyusaku Shimada, Itsuko Suzuki y Shoji Shibuya, estos dando vida a los detectives. Hisako Shirata está de un soso subido y la tonta de Minami Hinase es perfecta para su papel, en el cual pone mucho de su carácter.
A Oikawa se le va la olla un par de veces en ciertos momentos la mar de desagradables, sobre todo en el esperpéntico clímax, pero logra mantener esa particular atmósfera tan inquietante y extraña que se halla en todos sus films de terror.