Aislados en el bosque

Oldrich (Zdenek Sverák) y Lavicková (Daniela Kolárová) junto con sus dos hijos, se van a pasar el verano a la casa de campo de Komárek (Josef Kemr), un anciano que vive solo y que únicamente tiene un perro de compañía, su hijo se encuentra en Eslovaquia y él piensa en irse, por eso la familia se interesa en comprar la casa, con el pasar de las semanas, Komárek no hace por donde irse mientras la familia va acostumbrándose a una particular vida en el campo.

El filme es una comedia que rinde como tal, convirtiéndose en una obra muy divertida, cine familiar con un sentido final, una historia sencilla de citadinos enfrentándose a las bondades de la vida en zona rural, con una buena chispa de diálogos y gags que funcionan a la perfección. Cuenta con guion coescrito por dos actores del filme, el protagonista Zdenek Sverák y, Ladislav Smoljak, Sverák alcanzaría reconocimiento internacional en 1996 como guionista y protagonista de la multipremiada Kolja (Kolya), dirigida por su hijo Jan Sverák.

Para Menzel es su segundo largometraje luego de la polémica surgida con Skrivánci na niti (Alondras en el alambre, 1968), con la Primavera de Praga aplastada por los tanques soviéticos y el movimiento de la Nueva ola checoslovaca apagado, opta por filmar una comedia ligera alejada de cualquier discurso político, lo que si mantiene el realizador, como se hizo mención, es la comedia.

A pesar de que sus películas más reconocidas son las de los años sesenta, y que el corte político y crítico de su cine pareció desaparecer luego de su filme del 68 (claramente por culpa de la represión), Na samote u lesa cumple a cabalidad y se puede colocar como de sus obras más accesibles y agradables, muy bien manejada y con una fluidez narrativa de gran ingenio. Vale la pena.