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Masks

Terror. Thriller La película nos cuenta la historia de Stella, una aspirante a actriz que se ve rechazada en diversas escuelas de interpretación. Pero una muy especial le abrirá sus puertas: la escuela de “Matteusz Gdula”. El ambiente en ella es extraño y Stella no termina de encajar, más cuando su única amiga entre los muros del peculiar centro de enseñanza desaparece…; pero no es más que el primero de los desconcertantes hechos que la rodean. Pronto ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
25 de julio de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anderas Marschall, el que fuera el realizador de la película “Tears of Kali – Las Crónicas Sangrientas” firma este proyecto (del que es director y guionista) presentado en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián durante su edición del 2011 consiguiendo el beneplácito del público con esta revisión de un estilo en aparente abandono como es Giallo.

La película nos cuenta la historia de Stella, una aspirante a actriz que se ve rechazada en diversas escuelas de interpretación. Pero una muy especial le abrirá sus puertas, la escuela de “Matteusz Gdula”.
El ambiente en ella es extraño y Stella no termina de encajar, más cuando su única amiga entre los muros del peculiar centro de enseñanza desaparece… pero no es más que el primero de los desconcertantes hechos que la rodean, pronto llegarán las visiones, los sonidos extraños, los secretos… Stella investigará y luchará para hacerse una estudiante de peso y sobresaliente en su venidero trabajo de actriz, se remontará a los orígenes de la escuela y su fundador que le da nombre, cuya fama pervive en el tiempo por sus radicales métodos de enseñanza del pasado, efectivos hasta hacer brillar el máximo talento de sus alumnos, al costo de incluso la vida de sus adeptos, una técnica, en teoría, en desuso.

Extraño resulta encontrar una película de este corte en estos tiempos. El espectador, tan pronto como caen las luces de la sala y comienza la historia se siente retrotraído en el tiempo a una forma de hacer cine hipnótica, bizarra y no apta para todos los paladares. Los ambientes cargados, viciados, las actuaciones del elenco protagonista (Michael Balaun, Lucyna Bialy, Lisa Blaschke…), el radical uso del color generan una atmósfera malsana, rozando a tramos lo onírico, sumergiéndonos lentamente en el universo de Gdula, descendiendo a los abismos de la mente mano a mano con su protagonista.
Agradable en su planteamiento, recargada en sus formas y adoleciendo de un metraje quizás demasiado extendido que puede agotar, con lo recargado de sus recursos, al espectador, es “Masks” una experiencia recomendable para los amantes de un cine diferente, y, por supuesto, para los que añoran el giallo, que con esta producción, demuestra no haber muerto y que aún puede tener mucho que decir.

-Enoch-
RavenHeart
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11 de marzo de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos años han pasado desde que el maestro Mario Bava trajo el giallo al mundo. Un género que el señor Dario Argento impulso con grandes títulos como El gato de las nueve colas o Suspiria. Lástima que en la actualidad se ha quedado un poco en olvido este gran género que tan buenos momentos nos brindo en su época de esplendor. Pero gracias al director alemán Andreas Marschall, podremos viajar de nuevo a los maravillosos setenta y revivir el terror que nos producían esas grandes películas italianas.

Stella va de casting en casting pero siempre le responden con un no. Tras otra fallida audición, uno de los profesores la invitara a la escuela de interpretación del innovador Matteusz Gdula. Al llegar a su nueva escuela, pronto se dará cuenta que hay más de un misterio dentro de este lugar, y que las enseñanzas que se imparten allí no son del todo ortodoxas.

Es el segundo largo como director de Andreas Marschall, en su primera obra ya se adentro en el género de terror, tocando el lado más fantástico como temática. Esta vez, como director y guionista nos trae Masks. La cual revive el giallo, para delicia de todos los amantes del terror. Y como todo buen giallo que se precie, la música está muy presente en toda la cinta, y el encargado de dejarnos los pelos como escarpias con unas fantásticas melodías es el compositor Sebastian Levermann. Atención a su tema central, porque simplemente es una delicia.

El director consigue plasmar una tensión durante todo el film palpable, eso ayuda mucho a introducirnos de lleno en la película, y más aun si cabe gracias a la gran interpretación de la protagonista, Susen Ermich, solita se come la pantalla. Aunque su compañera de reparto, Julita Witt, le hace una gran replica y juntas forman una pareja muy interesante y que da mucho juego a lo largo del metraje.

Masks, sin duda alguna es una gran película. Técnicamente brillante, aunque su guión en algunos momentos puede llegar flaquear sabe cómo recuperarse rápidamente, tengo por seguro que no defraudará a nadie. Muy entretenida, mucha tensión, muchos misterios y sobretodo mucho, mucho terror.

http://www.terrorweekend.com/2012/11/masks-review.html
TerrorWeekend
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17 de noviembre de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andreas Marschall volvía casí seis años después a un género (el terror) que en su anterior film Tears of Kali dividió opiniones, desde los que creían estar ante una propuesta original y psicodélica hasta los que la aborrecieron, hecho que en Masks puede volver a tener lugar. Pero no, en esta ocasión lo que causará escisión entre el público serán sus actos, en los que podemos hallar una película que se diferencia claramente y demuestra que, quizá, su único error ha sido querer construir un prólogo reiterativo en exceso y que se estira durante casi cuarenta minutos.

Dicho así, cierto es, quizá suene bastante duro. Todo lo contrario, pues pese a que en su presentación Marschall decide dar demasiadas vueltas, como mínimo ya va armando un discurso (y quien sabe si en el fondo un «crescendo») que se complementa con una descripción psicológica muy acertada de algunos de los personajes que hallamos en el film, algún que otro arrebato construído entorno a su lado más visceral (esa secuencia inicial, la primera aparición del asesino —acompañada acertadamente de un detalle clarificador en el personaje de Britt—, etc…) e, incluso, las suficientes tablas para fundir el «giallo» y una suerte de terror más noventeros (la tontería de algunos personajes recuerda a aquel filón que dejó cintas como The Faculty) logrando que ambos géneros fluyan sin estorbarse el uno al otro.

Quizá el mayor error de Masks en su tramo inicial sea su indefinición al decantarse por un tipo de horror en concreto: tan pronto juguetea con su cara más visceral, como se decanta por un terror más atmosférico, de tonos y pausa, o decide virar hacía ese terror sónico (por llamarle de algún modo) que juega sus bazas con el ya inefectivo truco de los golpes de sonido. No termina de funcionar, pues, en una faceta que quizá debería ser vital para el devenir de la propuesta, y donde el director parece no darse cuenta del potencial de lo que tiene entre manos.

De todos modos, cabe destacar también su habilidad en esa descripción psicológica que citaba antes. Su protagonista, de negro pasado familiar, vive en un apartamento con su novio y es descrita con trazo. Pero no sólo queda ahí la cosa, pues nos iremos encontrando con personajes que juegan casi a modo de espejo (o de máscara, según se mire) y, poco a poco, nos irán descubriendo todo lo que se esconde en esa escuela de interpretación y dudosos métodos donde ingresará ella para intentar entrar en ese mundo actoral.

Todo dará un vuelco (tanto argumental como fílmicamente) cuando la protagonista empiece a investigar sobre un métido llamado «Gdula» que recibe el nombre del autor y, por la información entorno a él, parece ser brutal. A raíz de la desaparición de una compañera, llegará el momento de dar un paso adelante y decidir entre si sumergirse en el método «Gdula» o no. A partir de ahí, lo que parecían señas u homenaje del «giallo» a través de una buena banda sonora, ese contundente asesino de guantes negros y poco más, amén de los obvios guiños a Suspiria (de la que, aunque muchos no le conceden la etiqueta de «giallo», este film obtiene buena parte de su esqueleto argumental: una escuela, un misterio que se cierne sobre ella, jovencitas siendo atacadas para que no se revele, etc…), se transformará en un auténtico remolino de sensaciones dejando momentos de lo más psicotrónicos, así como empezando a juguetear con filtros y encuadres para obtener un resultado de lo más alucinógeno, que ya había tenido su primer envite con una puesta en escena que, por ilusoria, deja tímidos ramalazos de esencia Lynchiana.

Llegado el tercer acto ya no habrá punto de retorno y todo lo que parecía un «giallo» de lo más corriente desembocará en una espiral psicodélica de inesperadas consecuencias que termina encontrando en su primer tramo, quizá, su mayor virtud, por saber Marschall crear una gradación que nos lleva de una realidad más tangible a un universo totalmente ilusorio en el que la dislocación de la realidad en una última secuencia verdaderamente fantástica concederá el cierre perfecto para uno de esos films que, sin esperarlo, arrebatan su noción al espectador no conociendo si lo que acaba de vivir es una prolongación del propio sentimiento de la protagonista o un arrebatador éxtasis que deja el terror en paños menores para llevarnos a lo que se podría definir, simple y llanamente, como una experiencia.


Crítica para www.cinemaldito.com
@CineMaldito
Grandine
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17 de noviembre de 2012
0 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del apartado Géneros Mutantes del FICX se presenta esta película con un punto de partida de lo más teatral, la creación en los años 70 de un método que iba más allá que el Stanislavsky, usando la memoria sensorial y personal a la hora de crear un personaje desde la nada. Por sus consecuencias fue prohibido y años después, una actriz debutante decide resucitar el método con todo el peligro que conlleva.
Oscurantista, entretenida a rabiar y sin tomarse a sí misma demasiado en serio la peli es un entretenimiento estupendo entre películas densas y con demasiado trasfondo.
Lo mejor: El guión.
Lo peor: La prota está un pelín sobreactuada.
Crítica completa en el boletín del festival.
javieritos
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