Parker Lewis nunca pierde (Serie de TV)

A principios de los 90, los estereotipos de las series americanas de temática adolescente estaban más que claros. De "Beverly Hills 90210" ("Sensacion de vivir") hasta la más alocada "Salvados por la campana" todas las series que transcurrían en institutos seguían los mismos estereotipos y patrones. Pero entonces Parker Lewis llegó al instituto de Santo Domingo. Sin llegar a los extremos absurdos de "Salvados por la campana", el surrealismo tratado con normalidad que rodeaba la vida de Parker y sus amigos Mikey y Jerry (que en algunos momentos de gloria llegó a sacar un periscopio enorme de su gabardina) resulta mucho más divertido e original. A lo largo de sus tres temporadas, "Parker Lewis Can't Lose" trató muchos de los temas tan y tan manidos que tratan todas las series de su temática, pero desde un punto de vista completamente nuevo y que le dió la vuelta al género. Los personajes, como los tres amigos, Shelly Lewis, Frank Lemmer, la señorita Musso o el enorme Larry Kubiac tenían una magia especial que les hace inolvidables. Puede que mi 10 sea exagerado, pero al 8 o 9 que se merece como una de las mejores (para mí la mejor) series adolescentes de la historia de la televisión, debo añadirle más puntuación por el hecho de haberla visto en TV3 cuando aún era un renacuajo, y me encantaba a más no poder. Una lástima que nunca haya sido editada en DVD, así que los fans tenemos que conformarnos con ver los episodios en inglés y en mala calidad colgados en Youtube.

Graciosa serie para adolescentes y de humor absurdo (con un estilo cercano al cómic) que se emitió en los noventa. Parker (Coran Nemec) es el protagonista, que lleva un tupé característico y camisetas horteras y llamativas (que generaron un fuerte merchandising) pero que goza de una importante reputación. Además, ejerce de narrador contando en primera persona todo lo que va pasando. Mickey Randall es su mejor amigo, un rockero que ejerce de guaperas. Después está Jerry Steiner, un friki que lleva una enorme gabardina gris de la que sacaba siempre cualquier objeto que necesitase y a cada cual más estrambótico: una sierra mecánica, un periscopio, una tabla de planchar y en una ocasión hasta un Doberman. Finalmente está Larry Kubiac: grandullón, glotón y de maneras muy brutas, es otro de los que genera más gags memorables.

En cuanto a otros personajes que también desempeñan su papel, está por ejemplo la hermana de Parker, Shelly, que en realidad encarna una de las antagonistas. Envidiosa y rencorosa, siempre intenta dejar mal a su hermano y delatarle ante cualquier situación vergonzosa. También esta la señorita Musso, la directora del instituto. Una señora cuarentona de tipo atractivo que en todos los capítulos se carga el cristal de su despacho de un portazo. Su esbirro es Frank Lemmer, un pelota con tendencias vampíricas que le informa de cualquier trastada (consciente o involuntaria) en la que estén implicados Parker Lewis y sus amigos.

No nos podemos olvidar de la mítica frase de "sincronicemos relojes" unida a un plano de los brazos de los amigos juntando los puños.. Otra frase memorable es "nota mental", cuando Parker resume una situación problemática o decepción en un gracioso consejo para el futuro. Pero no todo es locura y surrealismo, pues en esta serie se trataron temas típicos que afectan a los jóvenes como la continuidad en los estudios, los ligues y sobre todo la amistad. Los cuatro protagonistas, pase lo que pase siempre se apoyan entre ellos y nunca se dejan de lado. Una curiosidad es que esta serie se basó en la película Ferris Bueller's day off (Todo en un día), protagonizada en 1986 por un jovencísimo Matthew Broderick. De hecho en la serie se hace referencia continua al nombre.

La tercera temporada fue un cúmulo de despropósitos porque la cadena FOX, la propietaria, cambió el formato de la serie y dejó de contar con algunos personajes secundarios, así como eliminar el estilo cartoon que le había caracterizado. Ello hizo diluir la audiencia hasta su retirada.

La serie se salía por completo de las encorsetadas normas de las comedias adolescentes de los ochenta. Y creo que por ello tuvo tanto éxito. Al menos en la autonómica catalana no se cansaban de reponerla. Parker es el hilo conductor por el que vemos su mundo de locuras y anormalidades que enganchan por sus defectos.
En la década siguiente la serie Malcom -Antena 3- le toma muy dignamente el relevo.

Las extravagantes camisas floreadas de Parker, el servilismo del empollón, la chulería del guapete, el morbo absurdo de Miss Musso... ¡añoro todo eso!
Una serie con un guión pero sin guión, surrealista rallando lo excéntrico, con la cámara en sitios que solo eran superados por Orson Welles... y todo ello en la floreciente década de los 90. Era una pasada.
He vuelto a ver algunos capítulos aislados y vuelvo atrás en el tiempo y a querer ser Parker y "estudiar" en aquel instituto.
Junto con "Salvados por la Campana", me lo hacía pasar bomba de adolescente... de adulto "Trailer Park Boys"...

Serie de gran originalidad de inicio de los noventa, entre un mundo que moría y otro que llegaba. Como en toda época de transición se masca la desconexión intergeneracional; describe un lustro donde coexistían los viejos videoclubs de cintas de video VHS con aquella incipiente internet, más utópica que real, y una telefonía móvil sólo apta para los económicamente fuertes, y que además sólo servía para hablar por teléfono.

Pero en realidad no deja de ser una serie sobre adolescentes para adolescentes, que en realidad no tendrá ningún valor para la muchachada de hoy en día; que no entenderá nada. Tampoco tendrá ningún interés para quienes superaban los veintitantos mientras se emitía por primera vez. Pero por el contrario, será siempre recordada por la generación que la vio en el momento justo; para éstos siempre será un baño de nostalgia...

En su día vi alguno de sus capítulos y percibí en ellos cierta calidad, y era innegable su originalidad, además por momentos era francamente divertida. No he tenido ocasión de reverla posteriormente y mucho menos recientemente; pero deduzco que ha quedado sumamente anticuada, sobre todo por su desarrollo demasiado contextual. Aunque recuerdo algunos episodios en que se proyectaban valores como la amistad y la lealtad; valores éstos que siempre pervivirán; o al menos eso quiero y espero.