Initial D. Derrapando al límite

Película que derrapa sin frenos hacia un precipicio ........ y cae al fondo.

Mi voto hacia esta película ha sido excesivo, por respeto al anime y al manga, que están, muy por encima, y me quedo corto si digo a años luz, de este fracaso de llevar a la gran pantalla uno de los mangas del gran Shuichi Shigeno.

Que decir, que existen inmensurables diferencias, no respetando incluso aspectos básicos de la historia principal, y huelga decir, que fue la causa principal de las inmensurables críticas negativas que se llevó en su momento.

Centrándome en la película, añadir que se supone que la historia tendría que girar entorno a la vida privada del personaje principal, Takumi, su hachi-roku (86) y las carreras callejeras, y lo consigue en cierta forma, pero quedan muchas lagunas sueltas, agujeros que solo se explican si has visto el anime o el manga. También hay una excesiva interpretación en algunos momentos (típico mucho en algunas películas de los japoneses y chinos), que junto a los excesivos gestos, producen cierto malestar visual. Otro punto negativo, es el tiempo, y es que el Sr. Mak ha querido contar, en poco más de una hora y media, lo que se necesitaría como mínimo en dos películas (véase lo bien que se ha hecho con los live action de Death Note). Por último comentar el tema de las carreras, surrealistas la mayoría de veces, aumentando la velocidad del fotograma, para hacer el efecto de mayor velocidad y peligrosidad junto con unos pésimos sonidos de derrapaje, en las curvas, y es que a los espectadores, no nos hubiera importado que se hubieran hecho por ordenador, habría sido mas perdonable que utilizar ese formato de los años 50.

Fuera de la crítica de la película, añadir para aquellos que han visto la película y no el anime, que no dejen de verlo, ya que esta película, no hace mérito de ser la "película oficial" de ese gran manga y para los que si han visto el anime y la película, decir dos cosas, una que se haga algún día una película más acorde a la historia principal y también ver algún día el "Fifth Stage".

Basada en las series del manga y del anime homónimos, Initial D relata la vida de Takumi, un joven que trabaja en una gasolinera pero también se dedica a correr en carreras ilegales al volante de su Toyota AE86 Sprinter Trueno, una máquina mítica en el mundo del motor especializada en el derrape.

Sin embargo, lo que derrapa estrepitosamente es el insólito espectáculo visual con el que el espectador es obsequiado. Cámaras lentas, fundidos, imágenes estáticas y otros recursos más propios del vídeo de una boda que de una cinta de acción se suceden sin pausa mientras la historia avanza a trompicones por medio de un guión deslavazado y conducido por unos personajes tópicos y planos. Especialmente flagrante es el caso del protagonista, con menos carisma que un mejillón y tan poco definido que parece un boceto aún por concretar.

Lo que debería ser su punto fuerte, las escenas de las carreras, dejan mucho que desear, abusando una vez más de irrisorias cámaras rápidas, pantallas divididas sin demasiado sentido y otros desatinos que confunden al espectador y restan espectacularidad.

Y por último, no quiero dejar de mencionar al sufrido narrador que va comentando en directo lo que acontece en cada una de las carreras haciendo uso de su don de la clarividencia, porque si ya es difícil seguir una carrera en un circuito, hacerlo en una competición ilegal a las 4 de la madrugada en un bosque de Japón no tiene nombre. Claro, es que si no nadie se iba a enterar de lo que pasa.

Adaptación de una conocida y reputada serie de anime, en la que un joven repartidor de tofu maneja con maestría el coche de reparto. Esta maestría lo convierte, sin querer, en uno de los conductores más reputados en las carreras ilegales.
La película es puro entretenimiento calcando los malos hábitos del cine estadounidense más comercial, mucha pirotecnia pero muy poca chicha.

Para amantes de las carreras de coches.
Lo mejor: las carreras, pero tampoco son para tanto, se hacen un poco largas.
Lo peor: llena de tópicos del cine más comercial estadounidense.
La escena: la carrera final.

Basada en una popular serie de animación, y esta, a su vez en un estupendo manga, cumple con el estereotipo de película de coches, con piloto novato pero que es la leche, intenta añadir circunstancias originales para dispersar la falta de guión, como que el piloto en cuestión utiliza su habilidad y su coche (un toyota trueno), para repartir Tofu (comida típica japonesa).

Tiene a favor unas carreras bastante logradas y unos coches míticos originales, en contra, que se queda sin fuerza quitando las nombradas carreras, el anime o el manga tienen mucha más miga que la plasmada de manera pobre en la película, no obstante para los amantes de las películas de coches: imprescindible; degustadores de cine asiático: curiosa y original; para el resto: intranscendente, saludos a todos.

“Initial D: Drift Racer” originalmente era una serie de anime y manga sobre un joven llamado Takumi Fujiwara, un repartidor de tofu, el cual termina convirtiéndose en el más veloz corredor de autos en las colinas de su natal Akina.

Manga significa cómic, hay mangas de todo tipo y para todos los niveles sociales, desde niños hasta ejecutivos. Anime son las transformaciones de los mangas a series de televisión de dibujos animados, en Japón este negocio mueve mucho más dinero que el cine normal con actores de carne y hueso.

“Initial D: Drift Racer” consiste en carreras nocturnas con autos preparados, en carreteras de montaña bajo la modalidad del "driffting " y suelen ser duelos muy intensos e interesantes.

En Tokio, Japón, el país donde nacieron la mayoría de los coches modificados, las simples carreras han sido sustituidas por el último reto automovilístico que desafía la gravedad, las carreras de "drift" (el arte de tomar las curvas al límite de la velocidad sin perder el control), una peligrosa mezcla de velocidad en pistas con curvas muy cerradas.

La película recibió 19 nominaciones a diferentes premios y/o festivales de cine, de los cuales gano nueve de ellos.