El viaje del ahorcado (TV)

Después de una monumental borrachera y de destrozar y escandalizar todo Cimarrón City, Screamer (Herbert) es encerrado en una celda por el sheriff (Whitman). En la contigua un facineroso espera paciente ser liberado por el resto de su banda que, efectivamente, acude con puntualidad pero para asesinarlo allí mismo en la cárcel por mano de su propio jefe Ace Coffin. Pasados los efectos del alcohol, a la patrulla que se forma para perseguir a los forajidos se une Screamen que es buen rastreador.
Y este es todo el asunto de la cinta. Una persecución por parajes bonitos, si, pero nada más, con el desenlace de esperar.
El resto, un guion horroroso, dirigido con desgana televisiva, donde el propio Coffin se carga a casi todos miembros de su banda, tiroteos sin ton ni son, música con abundante trompeta y percusión que resulta a veces cargante. En fin, por no haber no hay ni protagonista femenina, fuera de una tal Dulcey (Townsed), chiquilla que aparece por allí echando las cartas con un librito titulado "Método seguro para conocer el destino". Como mera decoración veremos a tres indios que iban de paso.
Por supuesto el viaje que promete el título no pasa de atravesar la población de Tres Cruces en la persecución, donde un aterrorizado cantinero mejicano anuncia que por el Oeste solo se encuentran "Serpientes, tarántulas y escorpiones". Menos mal que también ofrece vino para beber, aunque los "viajeros" prefieren el whisky, al menos para rociar una herida de bala a falta de médico que, como era habitual en estas películas, se había ido a atender a una parturienta. Es igual, se conformará el herido con el licor. Licor por fuera y licor por dentro que "ya lo recomendaba el gran Hipócrates". ¡Toma ya!
En primer plano del cartel anunciador puede verse la soga con el nudo de la horca. Pues bien, de ahorcado nada de nada. Ni siquiera vemos un palmo de cuerda en todo el raro. Parece claro que la película (70 minutos) debía formar parte de una serie con otras entregas que debían dar sentido al título y al guion. Lo que no excusa que se pretenda pasar como una obra completa e independiente. Eso es engañar al espectador.

Endeble, oscura, absurda, ridícula, mareante y decepcionante telefilm en formato western, que no resulta convincente, ni verdaderamente emocionante.

La película tiene un comienzo prometedor y atractivo, pero a medida que avanza su desarrollo, cae en algo denso, confuso, oscuro y reiterativo.

Los responsables de la película no consiguen dar forma y coherencia a una trama de intrigas que peca de forzada, previsible y absurda.

La personalidad y la relación de los personajes protagonistas, queda presentada con claridad y su evolución, no llega a sorprender, ni a resultar entretenida.

Lo que pretende ser simpático y desenfadado, termina siendo algo ridículo y bochornoso.

El viaje del ahorcado (TV), queda como un oscuro e irregular telefilm en formato westerm.