Seven Mummies (7 Mummies)

Película de bajo presupuesto y nulo talento, una especie cutre de "Abierto hasta el amanecer" versión "Tienda de todo a 100". Unos presos fugados que llevan a una agente de policía como rehén, se adentran por el desierto de Arizona buscando la frontera con México y acabarán buscando un tesoro maldito en una extraña población, que visten como en las películas del Oeste, anclada en el siglo XIX, con su saloon, sus prostitutas y sus caballos, sin teléfonos o vehículos a motor. Un lugar que esconde lo que realmente son sus pobladores y que descubrirán los fugados cuando se ponga la noche.

Aunque el guión podría prometer, la realización es tremendamente torpe. Resulta chocante que los fugados deambulan por el desierto con camiseta y camisa azul mientras que la policía pierde su uniforme a los cinco segundos para ir en un top ceñidísimo, debe ser la única que pasa calor. Tendremos escenas de sexo, gore y persecuciones durante esa noche. Hay momentos tremendamente ridículos, como cuando encuentran a las siete momias que dan nombre a la película - siete jesuitas malditos- que empiezan a dar saltos a lo Godfrey Ho con poses de karatecas. Espeluznante.

Esa población en medio del desierto es algo así como "Purgatorio" otro filme del oeste con temática fantástica y bastante más logrado.

Como gancho tenemos a Danny Trejo, Martin Kove y un desmelenado Billy Drago que se erige en lo mejor de la función por su extravagancia en interpretar a un sheriff llamado "Drake" que usa el sable como un político del PP recortando impuestos. Una sorpresa es ver a Adrianne Palicki en uno de sus primeros papeles, un personaje que no pega ni con cola.

Si quieren verla, ya están advertidos. Solo para los incondicionales de Billy Drago.