Blood Bags

Film italiano que explora el subgénero de vampiros de una forma un tanto original optando por un enfoque realista, siendo esta película la primera que dirige el director.

Una criatura corre a sus anchas por los pasillos de una casa abandonada. Un día, dos amigas entran en ella y, antes de darse cuenta, descubren que no pueden salir, dado que todas las entradas han sido selladas. La criatura, sedienta de sangre, no tarda en percatarse de su presencia.

Desde su inicio, Blood Bags muestra unas actuaciones muy justas, un maquillaje pésimo, junto a unos diálogos que dejan mucho que desear y un ritmo, que pese a lo simple de la trama, consigue que el espectador pierda el interés al no pasar gran cosa durante toda la cinta y no explicarnos o desarrollar prácticamente nada. El que parecía el mejor acierto de la cinta, que era la forma de presentarnos el vampirismo dentro de un cuadro real, también se ve convertido en otro de sus fallos, ya que no se le saca apenas partido.

En resumen, Blood Bags no tiene prácticamente nada que se pueda resaltar ni como entretenimiento pasajero, ya que pese a sus nulas pretensiones, aburre.

Nota personal 2/10

Una casa abandonada en Turín, unos ladrones que entran... y ya no salen. Unas chicas curiosas que entran...
Darío Argento tenía grandes películas, pero también grandes pestiños; por supuesto, su estilo tuvo imitadores, y sigue teniéndolos hoy en día, a tenor de lo que se ve, pero sin embargo hay quien tiene gracia para intentar ponerse a su altura... y hay quien, sencillamente, no la tiene. Emiliano Ranzani ni siquiera se acerca a las malas películas de Argento.
Sin tensión, sin garra, sin misterio, previsible hasta la médula... nada hay en esta película que consiga levantar un guion flojo, lleno de agujeros. Que sí, que las películas de Argento, de Fulci o de Bava también tenían más agujeros que una red de pescar, pero los suplían con imaginación, con chispa, con genio cinematográfico. Ranzani ha aprendido lo peor de estos maestros.
No pierdan el tiempo.