Wagons West

Estamos ante un western bueno, bonito y barato. Podría decirse que éste era el lema de Ford Beebe, especialista en cintas de bajo presupuesto y en sacar gran rendimiento a sus escasos medios. Tampoco solía contar con figuras de primer nivel pero conseguía que actores y actrices más bien grises dieran lo mejor de sí mismos en sus interpretaciones. La mayoría añadía "algo" a sus personajes, evitando así las personalidades planas y obtusas. En resumen, a Beebe le daban una piedra y, casi casi, te devolvía un diamante.
A "Wagons West" no le falta de nada: héroe, caravanas, indios, 'malosos', carretas descendiendo por empinadas laderas (escenas muy bien conseguidas), peleas, ataques a la caravana... Y la cinta, a pesar de su corta duración, cumple con la expectativa de tanto frente abierto. Rod Cameron (al que nunca veré como un paradigma de vaquero carismático y solitario) resulta convincente gracias a su imponente figura, su rostro curtido y atezado, y a la gravedad de su voz. Harry Brandon compone un villano de categoría. Y Noah Beery Jr. hace lo de siempre: bordar su papel.

Un cumplido western del subgénero caravanas, agradable y entretenido que, si bien no añade nada distinto a otras cintas del estilo, tampoco se puede considerar que le falte nada ya que aglutina dentro de su historia todos los conflictos que sus seguidores esperamos en ellas.
La película está bien escrita, el periplo de los pioneros nos es mostrado al detalle, ya desde el principio del viaje se huelen los problemas, el guía de la caravana, Rod Cameron, va a tener que lidiar con una caravana algo conflictiva, la amenaza cheyenne casi va a ser el menor de sus problemas, mucho pasajero gallito veo yo que viaja en ella, lo que podría haber sido un viaje más o menos apacible casi se malogra por las poco inteligentes interferencias de algunos de sus integrantes.
La cinta es corta, 70 minutos, y no da para mucho pero aun así el director consigue crear la atmósfera precisa e introducir todos los temas que podrían darse en ella.
El accidentado viaje, polvo, sudor, la dificultad de los caminos, rivalidades y traiciones, peleas y escaramuzas, encuentro con los indios y la pequeña historia de amor. Todo ello previsible y visto ya en anteriores ocasiones, Beebe entrega un producto stándar hábilmente empaquetado para que los aficionados se relajen frente a la pantalla con una historia ya familiar. Disfrutable sin sobresaltos.