Immanence

Inmanencia: inherente a cualquier ser, que va unido de modo inseparable a su esencia, pero que puede distinguirse de ella.
Película de terror psicológico que me recordó mucho a la fantástica "Coherence" y en menor medida a la nada desdeñable "Triangle". En mi opinión ambas superiores, también es verdad que la que nos ocupa tampoco te hace rebanar la cabeza como las otras.
No es que tenga nada que ver la trama con esos films, sino que son muy parecidas por abordar temas complejos y sin prácticamente acción.
Es una peli con un presupuesto limitado y no hay sitio para efectismos o alardes, todo se sustenta por los diálogos con un razonable misterio, y ahí es donde gana puntos, consigue meternos dentro y seguir con interés los resultados.
Quizás le falte más leña al fuego, no hay sustos, ni sangre, ni acción, pero sabe llevar un suspense que mantiene entretenido sin pedir peras al olmo.
Un plantel de actores más que correctos y prácticamente una o dos localizaciones donde se maneja toda la película, evidentemente se nota la falta de medios y quien quiera ver fuegos artificiales y efectismos se llevará decepción.
A mí me entretuvo porque me encantan las pelis sobre razonamientos científicos y filosóficos, aunque en este caso giran más al tratado religioso.
Recomendable.

Cinta que juega a tratar temas trascendentes pero que se va desinflando poco a poco presa de sus limitaciones. Un grupo de científicos se embarcan para investigar la caída en mitad del mar de una señal proveniente del espacio profundo. Una vez dan con ella se verán en peligro tanto sus convicciones científicas como su integridad física.

Me parece acertada la comparación tanto con Coherence (2013) como con Triangle (2009), con las que comparte aspectos comunes, aunque ambas son muy superiores. También encontré similitudes con The Night House (2020) pero desvelarlas sería hacer espoiler y no procede. El caso es que Immanence toma de aquí y de allá, pero no logra construir un relato que se sobreponga a las carencias presupuestarias y de guion. Aunque la acción transcurre en un barco, no se siente como si estuvieran en el mar en ningún momento, y eso descoloca y decepciona a partes iguales. Es un escenario único y está poco conseguido, lo que es un lastre, ya que no consiguen crear la atmósfera propia del terror en el mar.

Hacen lo mismo que en Primer (2004), con diálogos que son de cariz científico solo en apariencia, pero que bastan para meternos en la historia y despertar el interés. Cuando se empiezan a desvelar las cosas, en especial durante la visita del "invitado", vamos a llamarlo así para no develar nada, logran erizarnos la piel al menos en parte. Aunque se trata de una película pequeña, lo están logrando. Por desgracia, el acto final es confuso y carente de la tensión requerida, queriendo emular a los dos primeros referentes ya citados. La actriz principal no ayuda, poniendo todo el rato cara de tener ardor de estómago. Con un mayor presupuesto se podía haber sido más ambicioso. Se queda en intento digno, pero precario.