Visitantes

Un nuevo intento del cine mexicano de explorar el género de terror, pero, al igual que la mayoría de las producciones dentro de dicho género realizadas en años recientes, ‘Visitantes’ se queda corta en otro fallido intento con a sabor a poco.

Kate del Castillo y Raúl Méndez protagonizan el filme interpretando a los padres de una joven familia que complementa un pequeño hijo, ella es atea y no cree tampoco en fantasmas, él sufre de una pesadilla recurrente, sueña con una familia que se suicida, y ahora siente que ellos están cerca de él.

El padre de familia sufrirá un accidente a causa de un ataque de la presencia que lo atosiga, luego de un tiempo ya recuperado en casa, su accionar se volverá extraño, tendrá nuevas habilidades para trabajar con miniaturas y le regalará al hijo una maqueta de la casa de sus pesadillas, y a partir de ahí todo se complicará.

Luego de un inicio algo prometedor ‘Visitantes’ se queda muy temprano sin ideas, Acán Coen es incapaz de generar tensión y climas inquietantes durante todo el relato, que se extiende casi a las 2 horas, las cuales se vuelven pesadas en serio ya que todo el film no es más que un compendio de lugares comunes del género del terror que no viene al caso que sean mencionados.

Al no haber tensión ni climas logrados, el único recurso para lograr asustar al espectador es subir muchísimo los decibeles a la primera oportunidad que dos personajes se topan de repente, o cuando algunos chicos juegan y gritan, o cuando una puerta se cierra intempestivamente, o mostrar cuervos volando por todos lados y así nada más.

Del Castillo y Méndez hacen lo que pueden con sus interpretaciones apenas cumplidoras, aunque queda claro que no son los histriones más dotados de nuestro cine, el tedio se apodera de un relato que se ahoga en sus propias fallas y nulidad de recursos, siendo incapaz de hacerle honor a uno de los géneros que el cine mexicano supo explotar hace ya varias décadas.

Película mejicana cuyo director había participado mayormente en cortometrajes, y que nada más leer la sinopsis muestra que se trata de una película bastante genérica.

La Dra. Ana Moreno (Kate del Castillo) es una escéptica cirujana que tras una dolorosa infancia en compañía de su madre esquizofrénica, ha logrado dejar el pasado atrás y construir una familia sólida y feliz. Su esposo, Daniel (Raúl Méndez), es un ingeniero exitoso y su pequeño hijo Sebastián (André Collín) es un hermoso niño. La familia, integrada también por la hermana de Daniel, Carla (Aurora Papile) y Rosario (Angelina Peláez), la nana, comienza a desmoronarse sorpresiva y lentamente mientras la oscuridad de tres espíritus atormentados empiezan a acecharlos tras abrirse las puertas de una misteriosa casa de muñecas. Ana tendrá que romper con su lógico mundo racional al intentar liberar a su familia de la maldición que ha caído sobre ellos, sin saber que para lograrlo, deberá tomar una trágica y terrible decisión.

Visitantes enseña sus cartas desde prácticamente el minuto uno, pudiendo intuir el final de la película con tan solo leer la sinopsis. Además, la cinta nos muestra unos fantasmas a los que han querido añadirle efectos especiales y únicamente han conseguido que tengan un aspecto postizo (a veces menos es más) y que, al menos en mi caso, no causen ni la más mínima inquietud, perdiendo gran parte de su capacidad como cinta de terror y quedando únicamente una atmósfera que aunque esté bastante conseguida, tampoco logra por completo provocar la tensión que pretende.

Visitantes podría haber sido bastante mejor, si se hubiera guardado un poco mejor sus cartas y no enseñase demasiado y sugiriese algo más, quedando en una cinta olvidable como muchas otras.

-Nota personal 4/10

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Soy cinéfilo, un apasionado del Fantástico y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: FLOJA.
Definitiva y dramáticamente, las producciones de terror actuales han perdido el norte. Y lo han perdido porque sus responsables han equivocado las bases del género, si es que alguna vez las entendieron. Tal y como apreciamos, lo han medido por el mismo rasero que el de los filmes de acción, aventuras, fantasía, etc. Como tal, se trata de poner día a día más peleas, tiros, persecuciones, naves espaciales, efectos, explosiones, etc. Y aquí está lo malo. Toda historia de terror que se precie debe crear una atmósfera donde pueda tener cabida la imaginación cómplice del espectador. Una vez conseguido, se irán mostrando lenta y sutilmente los detalles inquietantes y terroríficos; y al final, se decidirá si abrir la puerta y dejar que veamos el horror, al monstruo, o lo que sea; o bien, si nos la dejan cerrada o entornada. Por eso "The Ring" fue tan aterradora. No tiene el mismo efecto si de buenas a primera nos abren la puerta y dejan pasar a todos los fantasmas, bichos y monstruos, y al final hacen un refrito con todo ello, al uso de las batallas finales de "Los Vengadores". Así los sustos son tan solo trucos baratos de feria a golpe de 5.1. Y a veces, en su reiteración, ni eso.