The Great Ecstasy of Robert Carmichael

The great etc. es una de las pelis más desconcertantes y cansinas que he visto en mi vida. No podía dejar de recordar a Gus Van Sant: él también utiliza mucho la cámara fija y despojada de manierismos para evocar al vacío...pero ese es el tema, para evocar al vacío. Clay...pues no entiendo muy bien para que lo hace, porque se fija (él, no la cámara, y compréndase como el acto de fijarse en un sitio y echar raíces, no de fijarse en centrar la atención) en situaciones sin solución de continuidad para la trama, o bien en diálogos entre terceros que comienzan y mueren sin sentido integrador con la columna vertebral que se desarrolla. Lo intuyo como una forma de recrear un entorno y por ende, por la forma misma y por el contenido, surge una suerte de espacio fragmentado, incomunicado (supongamos). El espacio de Robert, bah. Pero si debemos intuir algo que en otras pelis aparece a las claras y con el mismo método narrativo, pues estamos sonados.

No posee densidad dramática, que también se intuye, ni sentido del ritmo. El montaje es un caleidoscopio borracho: o bien se detiene en una imagen y ésta fluye hasta desenlaces domésticos; o bien corta de golpe escenas más ricas que aquellas en las cuales se detiene. Será el vacío tal vez, pero se trata de drogas, de hundimientos, de vidas perturbadas. Nada de esto se repara más que como meras suposiciones, porque The Great etc parece más el libre fluir de la conciencia en estado alterado que una peli que pretenda demostrar algo. O sea, básicamente, la intención básica de cualquier película.

Con escenas largas y lentas donde no pasa nada, la película pasa sin pena ni gloria hasta los últimos 15 minutos donde hay un poco de acción y violencia que parece innecesaria.

La historia se desarrolla en un pueblo donde no hay mucho para contar y las diferentes escenas en las que van cambiando los protagonistas no agregan nada a la trama central de la película.

No se la recomendaría ni a mi peor enemigo.