Ilsa

De toda la saga de Ilsa, ésta es la mejor, con diferencia. La que tiene mejor fotografía, la que tiene realmente momentos sesuales y eróticos, la que narra una historia coherente de principio a fin, perfectamente montada, y con un argumento fresco y moderno. Tan moderno, que Amenábar triunfó dos décadas después con una idea similar. Tan moderna, que muchos diálogos son en spanglish, ahí, sin complejos. Y la impresión que me da es que debió ser más barata que cualquiera de las anteriores, pues está rodada prácticamente en un único edificio.

Y todo se debe a la magia de tito Jess, nuestro pícaro Jesús Franco, que no perdía oportunidad para colar sus películas de serie B como secuelas de sagas de éxito. He visto muchas de tito Jess, y aunque han perdido mucho con el tiempo, para su época eran realmente magníficas (las de los 70 y los 80. Luego no supo adaptarse a los nuevos tiempos). Es una pena que no haya tenido más reconocimiento.

Hay, además, un elemento que distingue a esta película de las otras tres: aquí no hay justificación para la violencia. No se ejercita por castigo, si no simplemente por placer. Y no sólo es castigo físico, si no también psicológico, como la escena en los aseos. Tito Jess, una vez más, demuestra ir un paso por delante de los demás.

Me alegro de haber visto la saga en orden cronológico, porque si las otras me parecieron malas en su día, tras ver esta me hubiesen parecido infumables.

«Sexplotation» de uno de los directores menos conocidos por mí del panorama nacional, Jesús Franco alias Jess Franco y un sin fin de seudónimos más que no voy a enumerar. La trama se sitúa en un psiquiátrico para mujeres «enfermas» al que llega la herman de una de las internas con ayuda de un médico del exterior. Lo que quiere nuestra heroína es descubrir qué le pasó a su hermana, la cual estuvo interna.

A mí me ha parecido maravillosa incluso con tanto pecho de fémina al aire porque van todas muy fresquitas, debe de hacer mucho calor en sudamérica porque escena sí escena sí tetas al aire. Sinceramente la última parte, aproximadamente la última media hora me dió un pequeño bajón porque iba tan bien la trama de suspense y misterio por saber qué le había pasado a su hermana que me pareció que la trama de las perversiones, de las orgías, de las grabaciones... no estaba lo suficientemente explotada.

Es decir, hay una secuencia de una orgía/violación pero es casi al final, en los demás momentos se comenta algo pero no se ve nada. A mí me hubiera gustado más perversión, drogas, sexo y rock and roll pero no lo hay tanto. Genial Dyanne Thorne en su papel de mala malísima tratando a chicas «enfermas» y luego ella tirándose al que le da la gana.

Creo que teniendo en cuenta la época es una película muy adelantada a su tiempo y probablemente incomprendida en su momento que no sé si será de culto pero roza el calificativo.