Walking Out

No comprendo muy bien por qué Walking Out ha tenido críticas tan buenas...
Sin duda es una delicia verla, porque los paisajes naturales de Montana en los que ha sido filmada son absolutamente maravillosos, y sin duda Matt Bomer y Josh Wiggins hacen un buen trabajo que salva un poco a la película del tedio absoluto. Verlos juntos es el gran atractivo de la cinta, y su química proporciona momentos inspirados y tiernos.
Sin embargo, la narración es plomiza desde el primer momento, y los gemelos Smith no consiguen interesarnos por la historia de este padre y este hijo perdidos en la montaña. Sí, cierto, una vez el oso entra en acción y, por causas que no cabe desvelar aquí, su situación se complica sobremanera, la cosa coge cierto ritmo y cierta tensión, pero es demasiado tarde como para darle el aprobado.
Películas sobre el coraje humano, el espíritu de supervivencia y el amor paterno-filial hay muchas (incluso dándose a la vez las tres cosas... así a bote pronto se me ocurren La Carretera y Lo imposible), y, la verdad, son mejores y mucho más entretenidas que esta.

Lo mejor: Los paisajes de Montana y el dúo Bomer-Wiggins
Lo peor: Es lenta... pero muy lenta.

La verdad es que tenía otras expectativas con esta película. Di con ella por casualidad y, al leer la sinopsis, la puse de las primeras en mi lista de visionado por el tema del oso. Reconozco que siempre me han gustado las pelis survival de hombre Vs. animal y que he visto algunas pelis con osos de protagonistas: Claws, El desafío (recuerdo en su estreno cómo me impactaron las escenas con el oso), Grizzly Man (magnífico documental de Herzog), Nova Zembla (osos polares), Territorio Grizzly, Grizzly Park... o Backcountry (peli que acababa de ver antes de Walking Out, de ahí mi motivación inicial).
Pues me equivoqué... y de lleno. No esperéis una película de un oso feroz acechando a unos humanos, ni una peli de caza. Esta peli no va de ese rollo. Su enfoque es mucho más filosófico. Nos cuenta un viaje emocional de un padre y un hijo, con el abuelo presente en continuas reminiscencias. Un viaje que comienza de una manera y acaba de otra muy distinta. Un viaje iniciático, un deja vu generacional.
Buen papel el de los dos actores principales y su química en pantalla. No se me hizo lenta en ningún momento y la fotografía y los paisajes son una delicia.

Transcurre íntegramente en una montaña nevada donde padre e hijo tras cazar un alce sufren un inesperado accidente que provoca un complicado regreso a casa. Un argumento lineal, lento y sin gracia con flashbacks del pasado que aportan muy poco a la historia. Solo destaco la bella fotografía del lugar y sus animales autóctonos. Regular.