La mala familia

Documental con no sabría decir cuánto de ficción/ensayo sobre un grupo de jóvenes amigos barriobajeros, muchos con problemas con la justicia. Un punto importante de cara a la autenticidad es que los directores (al menos uno de ellos) conocen a los protagonistas (al menos al principal) desde la infancia, es decir está hecho desde dentro.

En la presentación se ha incidido mucho en que no cae en morbo, paternalismo, romantización y estereotipos. De hecho, han compartido la tesis de que los estereotipos de ficción son referentes de estos jóvenes, creando una retroalimentación perversa entre realidad y ficción. Cosa que esta película (y obras con sensibilidad similar, tampoco nos vengamos arriba diciendo que esto es pionero) colabora en romper. Sería pues una especie de anti-cine kinki.

A mí me ha gustado, no sé cuánto grado de incomodidad puede generar en alguien con las ideas más enquistadas. Sí que tengo reparos con una escena en que uno de ellos está claramente borracho. Sin poner en duda de que todo lo que sale es con el permiso de todos, no sé si es justo para con esta persona. También supongo que si ponen esta escena es porque es representativa. No sé, lo tendría que haber preguntado pero a ver quien se pone a cuestionar algo ahí delante de un público que la mayoría parecían amigos y conocidos.

En un mundo mejor estrenarían esta peli y similares en más cines. En el actual parece que tendrá una trayectoria fugaz por salas y pasará de tener premios en Festivales a pases en institutos de secundaria. Tomad nota profesores, ¡algún bien hará!

Gustará a: gente de barrio, abogados, docentes
No gustará a: gente de mansiones, falangistas, carniceros

Narrada desde la crudeza más visceral, el relato respira veracidad creando un vínculo con los personajes alejando el retrato moralista.
Hay que aprender de los errores o seguir culpandonos de nuestra suerte.
La juventud y su falta de oportunidades en un mundo que te encierra en un bucle de culpabilidad continua, podriamos alejarnos de la realidad sin ser consecuentes de la miseria que nos rodea.
Los chicos improvisan continuamente, ( no parece guionizado) sus miedos, falta de recursos, la amistad y todo desde la jerga más callejera.