Lucky You

Es tan buena entre otras cosas porque es mas didáctica que la propia 'Rounders', considerada como la madre de las películas de póker en el cine moderno. En otras palabras, tu puedes ver Rounders sin saber jugar al póker y disfrutarla, pero termina la peli y sigues sin saber como jugar. Pero una de las grandes virtudes de 'Lucky you' es, aparte de la inspiración de su trío protagonista, que está tan implicada con su argumento que trata de trasladarlo al espectador en la mayor medida posible, sumergiéndolo por completo en este mundo, procurando que todo le quede claro.

Sonronjante película que hace incomprensible que este director hubiera firmado trabajos como L.A Confidential allá por el año 1.997.
En esta ocasión es tan poco lo que esta película ofrece que escasamente merece mayor comentario. Para empezar parece una historia donde los profesionales y patrocinadores del juego del póker en Las Vegas hayan puesto su dinero para que Hollywood les brindase una ocasión para hacer publicidad. Si uno le quita al asunto las escenas de póker, aburrídisima para un profano, la verdad es que queda poco más de media hora de una trama plana, tópica e insulsa.
Además de que el guion sea una absoluta nadería hay que fijarse en los dos actores principales para entender todavía más el porqué esta película resulta tan desaconsejable. Los dos, tanto Eric Bana como Drew Barrymore no ofrecen nada que uno pueda echarse a la boca para pasar el rato. Lo de Drew Barrymore ya es continuo, siempre la vemos en el mismo papel que se encarga de destrozar una y otra vez con unos cuantos tics que viene arrastrando película tras película. Hay actores y actrices que no alcanzan un nivel medio suficiente para ser considerados como tales y uno de ellos es Drew Barrymore a la que no le recuerdo una sola escena en la que haya dignificado su profesión. Es incomprensible por qué esta mujer mantiene una carrera en esto del cine. Su actuación es tan mala como su perfil.
Eric Bana tiene algo más, poquito, de lo que presumir, Munich de Spielberg, 2.005, pasa por ser su mejor trabajo pero, desde luego, muy alejado de otros actores que hubieran hecho algo más a pesar del guion tan malo que ha tenido que defender.
Lucky you no se sostiene por ningún lado y entra dentro del género de comedia romántica que, por momentos, da la sensación de que los responsables de tanto mal título no tienen la menor consideración por sus espectadores o les consideran un tanto torpes para esto del cine. Sólo así se podría explicar que existan tan malas películas en este género, casi tantas como en el llamado cine de terror.
Las insufribles dos horas de este producto se hacen eternos y no arrancan ni una sonrisa ni mucho menos una pizca de cine.

Sólo recomendable ver si te gusta el mundo del póker, o si te llama la atención.... porque lo demás son apuestas arriesgadas del director que no funcionan del todo bien.... Eric Bana en un papel así?... Drew Barrymore, que parece que quiere cambiar también de registros..... Hacer una película sobre el póker e intentar meter dramas familiares y amorosos por medio... mejor quedarse con un tema y desarrollarlo bien, porque aquí apenas funciona....

Era de esperar... que se intentaran buscar giros... pero los que hay no gustan en mí opinión...

Una pelicula pasable, entretiene hasta que aparece en escena Drew Barrymore, que hace el papel de chica tontita de ciudad pequeñita se va a la ciudad del pecado a que? pues a enamorarse del primer guaperas que se le cruza. Su actuación es pésima y cada vez que sale en una secuencia dan ganas de quitar la pelicula, además la química con Eric Bana es menos que nula.
La película se vende como un canto al póker y acaba siendo una pastelada con un romance que no se cree ni el director, también cuenta con la típica reconciliación hollywoodiense entre un padre y un hijo con viejas rencillas.
Lo unico que la hace pasable es que si te gustan las peliculas de americanos ludópatas que tienen la gracia de poder vivir de ello, aquí te empacharás, podrás ver alguna secuencia interesante de unas series mundiales de poker, eso si, con unos comentaristas pésimos, también la recomendaría a todos aquellos que quieran ver el bisoñé de Robert Duvall.
Lo malo: Es una cinta plana, tópica, predecible y cometieron el error de contar con la "actriz" Drew Barrymore.

Resulta aburrida porque ninguna de las líneas argumentales tiene la más mínima tensión: ni la historia de amor, ni la relación entre el padre y el hijo, y, aún menos, las partidas de poquer. Hay muchísimas partidas de poquer y son interminables. Y la película también a pesar de que no es especialmente larga. Lo más destacable, por destacar algo, es el primer diálogo, cuando el protagonista va a empeñar una cámara de fotos.