Psicópata americano

Snobs, egocentrismo y ambiente ochentero. Eso es básicamente lo que encontraremos en este film, en el que Bale destaca por su estricta interpretación. Por lo demás algo justa en algunos sentidos, pero recomendable a la mayoría por su escasez de los típicos ríos de sangre de las películas de terror.

Con esta película creo que tendría que utilizar la comparación futbolística al decir que le empataron en el descuento (o la empató). American Psycho comienza de manera intrigante, cada vez atrae más, a su mitad creo que la película es de una puntuación de 8 alto y de repente me veo un desenlace de un último minuto que no es para nada de mi gusto y es por eso por lo que mi nota se reduce a un simple interesante.
La crítica que ofrece la considero acertada, principalmente por lo bien representada que está esa sociedad de clase alta, de traje siempre presente que solo ve en la apariencia elegante y lujosa la calidad humana. Sin embargo, la película contiene alguna escena como la de las drogas, que hacen que esa explicación carezca de sentido , algo que se refleja también en la manera de comportarse de algún personaje.
Algunas escenas son sorprendentes (memorable aquella de las escaleras) y el guión es una auténtica joya en cuanto a originalidad se refiere ya que posee una inteligencia digna de destacar.
Notable ambientación y estupenda interpretación del personaje de Christian Bale, cuya manera de caminar eso si resulta un poco extraña y me causa una rara sensación.
Interesante progresión (descención diría yo, no existe pero bueno..) a la locura del personaje principal.
Pero ahora mi parte negativa de la película -el descuento- la comento en Spoiler.

Patrick Bateman (Christian Bale) es un alto ejecutivo que lo tiene todo, es guapo, come en restaurantes de lujo, un apartamento digno de un rey, viste con trajes de las mejores marcas.
A pesar de todo esto la envidia le supera y no acepta que ninguno de sus amigos tenga una tarjeta de visita mejor que la suya.
Cuando el poder y la avaricia le supera se convierte en una bestia insaciable de sangre.
“American Psycho” es la adaptación basada en la novela homónima de Bret Easton Ellis. Su libro más polémico, alabado y odiado a partes iguales.
Marry Harron trasladó el libro a la pantalla grande en un thriller repleto de violencia, aunque no llega a los niveles de la novela.
Christian Bale desata todo su potencial para dar vida al personaje de Patrick Bateman, un psicópata que desborda un narcisismo incorregible.
En el lado opuesto nos encontramos a Willem Dafoe que representa al detective Donald Kimball que irá tras los pasos de Patrick.
La película hace guiños a la gran serie “Dexter” en algunos momentos como en la escena en que Patrick se enfunda un chubasquero para cometer uno de sus crímenes.
Hay que destacar la magistral Banda Sonora en la que nos deleitaremos escuchando algunos hits de los 80. Entre ellos New Order “True Faith”, Phil Collins “Sussudio”, Katrina & The Waves “Walking on sunshine”, Chris de Burg “Lady in red”. Para concluir podríamos decir que Patrick mata a ritmo de buena música.

Película adaptada de la novela de Bred Easton Ellis.

La actuación de Christian Bale es de resaltar, fascinante. Christian Bale se metió concienzudamente dentro del personaje. Se machacó en el gimnasio hasta lograr una envidiable masa muscular, durante un tiempo sólo almorzaba en restaurantes caros y vestia ropa de marca, utilizó con todos los miembros del rodaje una arrogante jerga de pijo.

Llegar a tener mucho dinero, a tener todo y querer aparentar siempre ser más y mejor que el otro, le lleva a obsesiones que finalmente se transforman en delirios.

Christian Bale hace una excelente interpretación, se convierte en Patrick Bateman. Interpreta a su personaje de forma tan convincente que amas y odias a ese individuo como si lo conocieras de diario.

Como película de terror: sin intriga, como humor negro y crítica: magnífica. Un personaje con una psicología muy trabajada. No te aburre, pero tampoco te sorprende con un revelador desenlace.
No te conmueve, pero tampoco te deja indiferente: un sí, pero no.

Lo mejor, Patrick Bateman.