Los perros

“Los Perros”, de Marcela Said es un retrato mujer inmersa en un mundo de hombres donde se esconde los secretos de una sociedad acomodada que trata de ocultar los secretos de la dictadura

La nueva Cinta de la directora Marcela Said (El Mocito), narra la historia de Mariana una mujer de vida acomodada, se mueve entre un tratamiento intenso de fertilidad, sus clases de equitación en las alturas de Santiago, la presión de su padre que quiere vender a toda costa la empresa forestal de la familia y el mal genio de un esposo estricto que la soporta poco. Mariana(Zegers) concurre permanentemente a su pasión que es la equitación y lo hace en las alturas de la Dehesa en un recinto de un ex militarde la DINA(Alfredo Castro), que adiestra caballos y hace clases principalmente a mujeres. En dicha relación profesor y alumna de a poco sale de la formalidad y comienza a percatarse que su guía esconde algunos secretos ligados a la violación de los derechos humanos en dictadura. Desde el inicio existe seducción entre el coronel y esta mujer que trata de develar la historia con la primera fuente y con la PDI para inquirir más datos para conocer a su profesor cuya atracción que los puede llevar a una situación riesgosa.
La cinta de Marcela Said aborda el tema post dictadura desde una perspectiva de la complicidad cívico militar y los hace a través de los ojos de una mujer valiente, indolente y atrevida pero sin las características clásica de una heroína que busca la verdad que no pretende mover mucho para no salir de su comodidad de vida.
Mariana esta encarnada por Antonia Zegers en forma brillante, más del noventa por ciento del metraje está presente la actriz que carga con todo el peso dramático de la cinta y el premio recibido como mejor actriz en el Festival Internacional de Estocolmo demuestra la calidad de su actuación. La película no escarba en profundidad en el pasado, más bien nos introduce en los beneficios que generó la dictadura para algunos que obtuvieron beneficios de un proceso oscuro del país como el padre de la protagonista que es uno de los civiles que oculta el apoyo a los militares.
“Los Perros”, presenta a una mujer que navega en un mundo machista, rodeado de hombres que se esmeran por mantener ciertos códigos de lealtad mal entendida mas cuando se trata de atrocidades cometidas y que violaron los derechos humanos de muchos. La presión que recibe la mujer para que concrete su embarazo es una muestra de un dominado por hombres donde aun se ve a la mujer como entre procreador. Said le imprime al film una atmósfera sombría a ratos de terror psicológico aderezada por una gran banda sonora. La cámara fijada en Mariana Blanco es testigo de una verdad insostenible, la de los cómplices pasivos que no saben o no quieren abandonar el estatus par ir en busca de la verdad.
Es una película digna para conversar, madurarla, te deja tarea posterior para ir debatiendo si realmente estamos cerca o lejos de una reconciliación nacional. La química entre Antonia Zegers y Alfredo Castro, que coincidieron anteriormente en “Port Mortem” y “El Club”, resulta una de las claves del éxito de esta cinta en la semana críticos de Cannes y varios festivales de cine.

Después de pasar por el Festival de Cannes y el Festival de San Sebastián donde ganó el Premio Horizontes Latinos (Mejor película) se estrena el 29 de Junio en nuestro país "Los perros", un film chileno de la directora Marcela Said  una cineasta que creció durante la dictadura de Pinochet, en un ambiente muy militarizado.

Fue durante el rodaje de su primer largometraje documental en 2011 "El Mocito", cuando conoció a Juan Morales Salgado, ex coronel del ejército y que ahora regentaba un centro ecuestre cerca de Santiago. Fue el jefe del Centro de Represión Simón Bolívar, del cual cientos de personas habían desaparecido. Esto le dio la idea de escribir el guión aunque tuvieron que pasar más de seis años para poder realizar la película.
La protagonista es Mariana una mujer con una mezcla de atracción y repulsión para los llamados verdugos de la dictadura, papel interpretado magistralmente por Antonia Zegers que ha sido vista en varias películas de Pablo Larraín y que le da al personaje el fuerte carácter que necesita.

El silencio después de las atrocidades cometidas durante el régimen de Pinochet, de las cuales algunas familias poderosas del país a veces fueron cómplices es el argumento principal, ya que el personaje de Mariana tiene un comportamiento extraño, ambiguo y perturbador porque que se encuentra en una burbuja rodeada de hombres y no sabes muy bien a dónde quiere llegar.

Un film muy interesante y a la vez un tanto extraño y cautivador con una anti héroe femenina que te hace reflexionar.
Destino Arrakis.com

La memoria histórica es imprescindible, pero también es perturbadora, porque da miedo asomarse a la maldad absoluta del ser humano (aunque se trata de un ser vivo que carece de bondad en la mayor parte de sus vidas) y a la falta de conciencia, empatía y mera humanidad de los torturadores, los asesinos, sus familiares y los beneficiados por todo ello. “Los perros”, la película de la chilena Marcela Said, nos asoma al abismo de los que no se quieren enterar de lo que ocurrió durante la dictadura fascista y genocida chilena, de los que ocultan su pasado, de los beneficiados por los crímenes execrables perpetrados por los militares golpistas, de los que prefieren no saber y de los que esconden todo lo que pueden esconder mientras someten a la mujer en un mundo patriarcal asfixiante heredado de padres a esposos.

En eso resulta una película incómoda, agreste, rasposa, que hiere el alma y hace sangrar la sensibilidad democrática de quien la tenga. También es un templo de la interpretación a través de una hipnótica e insuperable Antonia Zegers, que cautiva y espanta en todo momento de su exacto y equilibrado metraje. Pero… hay algo en la cinta que la aleja de la obra maestra, quizás una distancia excesiva, una frialdad desmesurada, una falta de empatía a veces o algunos momentos erráticos. O quizás es justo lo que pretende y quiere ser desquiciante y perturbadora como Mariana, su protagonista.

En todas sus escenas, la impresionante Antonia Zegers aparece interpretando a Mariana, la hija de un acaudalado empresario de la burguesía chilena al que la dictadura fascista le llenó el bolsillo, por lo que calla y mira para otro lado. Está casada con un descendiente de los golpistas argentinos que lo oculta aparentando un falso progresismo para tapar sus vergüenzas, un marido que aborrece a Mariana a estas alturas de matrimonio en el que los cónyuges ya no se soportan y, sin embargo, ella está siendo sometida, contra su propia voluntad, a tratamiento de inseminación artificial, para traer al mundo a un hijo no deseado en un mundo repulsivo. Es en esta situación donde la sombra de Haneke es alargada.

Pero Mariana es imprevisible, un espíritu indomable y rebelde por naturaleza y cuando su familia le advierte de que su profesor de equitación está siendo procesado por formar parte del aparato genocida represor de la dictadura chilena, ella se aferra aún más a él y se niega a abandonar las clases, se embarca en un camino impredecible a su lado y sortea todas las opiniones en contra. Mariana está desorientada vital y políticamente, no sabe qué hacer con su vida ni con sus ideas, y desbarra por minutos mientras sus sentimientos se confunden cada vez más en un mundo de hombres que no la comprenden.

Inquietante partitura musical de Grégoire Auger y excelente dirección de fotografía de Georges Lechaptois que elevan la cinta para convertirla en buena.

El tema interesante, una propuesta nueva de abordaje de esas heridas que aun están presente. Aun así resulta algo liviana, personajes de perfiles estereotipados, creo que le falto tiempo en el horno (no estaba bien cocinada). El personaje de la mujer, es algo cliché, la mujer de clase alta media tonta y de vida vacía y arrogante, guiada por llenar su vida de algo, transgrediendo limites.
Un hombre distinto , silencioso le produce curiosidad y le despierta el deseo. Le da lo mismo su historia y no se mete mayormente en temas éticos.
Algo aburrida a veces, buenos actores se pierden en recrear estereotipos. Destaca la actuación de Castro, como siempre logra construir un buen personaje que salva este film. Creo que le falta consistencia. Me parece un buen borrador para una buena película en el futuro.
Susana

Pérdida de tiempo. Parece que hacer cine es barato. Insoportable. Aburrida. No es que te quedes igual, es que te quedas con casi dos horas menos de vida y cara de idiota.