Haz click aquí para copiar la URL

En movimiento

Comedia. Drama Élise, de 26 años, es una gran bailarina clásica. Sufre una lesión durante una función y le informan que tendrá que dejar de bailar. A partir de ese momento, su vida da un vuelco y Élise tendrá que aprender a reconstruirse...
1 2 3 >>
Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
11 de febrero de 2023
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película nos ofrece un pequeño acceso a la belleza, el sentir durante unos instantes esa “joie de vivre”, el gozo de vivir. Tiene como lema “aprovecha todas las vidas que la vida te da.”

El primer cuarto de hora es de una belleza absoluta, con el baile, la danza de la protagonista, sin necesidad de conversación para presentar una crisis amorosa, sólo con movimientos. Ese comienzo engancha y se mantiene durante toda la película.

La “novata” actriz Marion Barbeau, es una revelación: bailarina talentosa y preciosa, que interpreta excepcionalmente a la protagonista. Es luminosa, bella, casi vaporosa a veces y a la vez tremendamente fuerte otras. Cuando la ves bailar, tanto danza clásica como contemporánea o incluso hip hop, dan ganas de moverse con ella, con el grupo de baile, levantarte de la butaca y saltar tan ágilmente como ellos.

El resto de personajes, muy buenos en sus papeles todos ellos, son las hermanas, que sirven para dar contrapunto a lo desastre que es el padre (Denis Podalydès), la amiga (Souheila Yacoub) que es fuerte, temperamental y un bullicio de vida y pasión en danza con su novio (Pio Marmai), cocinero hecho a sí mismo salido de una familia desestructurada, divertido, cariñoso y tan temperamental como su chica.

Su historia, la forma de rodarla y sobre todo sus interpretaciones ensalzan la juventud, la belleza, el arte en general, la danza, la música, la cocina y el placer de comer o beber, sobre todo en compañía, las ganas de vivir, de relacionarse.

Su Director, Cédric Klapisch, filma con destreza todo tipo de baile: la danza clásica en la Ópera de París, el hip hop en la calle, la danza contemporánea en una maravillosa casa de piedra en la campiña. Las coreografías de Hofesh Shechter, que se interpreta a sí mismo, son una gozada.

Es de esas películas con las que obtienes una sonrisa de placidez y gozo en la cara. Se desprende de ella fuerza, optimismo, movimiento y buen rollo.

La vida no es tan bonita, ya lo sabemos, pero no está mal obtener esa dosis de belleza y felicidad, armonía, siendo simple y optimista.

Quizás no es una película de las que deja poso, de aquellas en las que sigues cavilando durante los días posteriores, ya que casi todo es bonito, únicamente hay dos “malos rollos”, en engaño a la pareja, recurso de guión para demostrar que la chica tiene fuerzas para salir de un desamor, y un fotógrafo que perpetúa el cliché de la mujer dominada, recurso que sirve para presentar a la amiga como mujer segura de sí misma, reivindicativa y justa (lo que ahora se le llamaría empoderada); aunque todo ello pueda casi diluirse horas después del visionado, sí rememoras las piezas de danza, soberbias,

Como dicen en un momento del metraje: “Sigue bailando, con ello nos acercas a la belleza”.

Emoción, danza, amor, risas, bellos paisajes, preciosa casa, buena cocina. Es la joie de vivre! - Si la ves te alegrará el momento.
AngelsRup
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de marzo de 2023
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El baile como terapia

Un paso adelante es un drama con mucho baile, protagonizada por una joven bailarina clásica. Élise (Marion Barbeau) tiene 26 años y una prometedora carrera, hasta que una inoportuna lesión en el tobillo frena su vida. Poniendo en riesgo su futuro como bailarina clásica, ya que las probabilidades de recuperar totalmente su tobillo le comunican que son escasas. Así que a Élise le tocará reinventarse y ver lo que puede hacer con su vida.

Un giro de guion inesperado que a Élise le servirá para conocer a otra ex bailarina retirada y con ella y su pareja comenzará a trabajar de ayudante de cocina. De modo que mientras se recupera de su lesión, ayudará a sus nuevos amigos en una especie de residencia artística. Lugar al que llegará una compañía de baile contemporáneo, formada por bailarines de todas las etnias y estilos. Que pronto despertará en Élise su pasión inconmensurable por la danza.

*Tocando el suelo

Por lo cual, Un paso adelante puede decirse que aborda de forma acertada las diferentes pulsiones que mueven a los bailarines contemporáneos y a los clásicos. Siendo éste uno de los temas fundamentales de la película. Con una danza contemporánea más pegada a la tierra. Más palpable, más cercana a la gente. Y por otro lado, una danza clásica más supuestamente elevada y fría. Así como mucho más competitiva, exigente y agotadora física y mentalmente.

Asimismo, la historia plantea lo efímero que pueden llegar a ser las carreras de las bailarinas. Con Élise que con apenas 26 años viendo en riesgo todo el esfuerzo que durante años a dedicado a la barra y a las puntas. Además, de plantear esa falta de reconocimiento que tantas veces sufren las profesiones artísticas. Personificado en la figura de Henri (Denis Podalydès), el padre de Élise. Un abogado de aparente clase acomodada que es incapaz de ver el baile como algo real. Algo que verdaderamente corre por cada una de las arterias de su hija. Algo que no tiene nada de menor.

*Secuencias de baile impecables, guion mejorable

No obstante, dicho todo lo anterior, Un paso adelante carece a mi modo de ver de cierta profundidad cinematográfica. La película me resulta coja en su guion y en ocasiones echo en falta que sucedan más cosas. La parte en la residencia artística se vuelve un tanto redundante. En el fondo sabes los anhelos de la protagonista e imaginas como acabará encauzándolo, pero abusa excesivamente del metraje. Y algunos personajes tienen objetivos demasiado simplistas y estereotipados, como el caso de Yann (Francois Civil), el fisioterapeuta.

A pesar de ello, aquellos que amen la danza disfrutarán ampliamente de la cinta. De hecho hay momentos en los que pareciera más un documental sobre danza. Con un inicio muy espectacular, que te sumerge de lleno en un espectáculo de danza clásica. Y otros momentos de gran espectacularidad. Lo que sumado a su tono esperanzador y repleto de buenas intenciones, puede hacer del conjunto una buena opción. Eso sí, menor para mí, que su anterior cinta Tan cerca, tan lejos, en la que todo era más profundo e hipnótico.

*Conclusión

En definitiva, Un paso adelante es una película dramática sobre el mundo del baile que te dejará un regusto luminoso y buenista. Con una bailarina de clásico que con tan solo 26 años sufre una aparatosa lesión que pone en riesgo su carrera. Al tiempo que le descubre un mundo desconocido y más abierto: la danza contemporánea. Repleta de espectaculares secuencias de baile, rodadas con esmero. La cinta gustará a aquellos que adoren esta disciplina y quieran contemplar algo ligero y esperanzador. Sin embargo, para quienes persigan un mayor desarrollo de personajes o situaciones, la cinta quedará un poco coja. Falta de algún elemento cinematográfico de mayor calado. Así como personajes con los que empatizar de forma más rotunda.

Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de marzo de 2023
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Año 2002 -o puede que 2003- El primero fue la fecha de su estreno, eso es así. Recuerdo mi primera aproximación a Cédric Klapisch apenas siendo un adolescente, en clase de francés. Pasaron Una casa de locos en el instituto, como ejercicio. Me encantó ese grupo de Erasmus hasta que en 2013, esta vez sí en cines, fui testigo de como el cineasta galo cerraba la trilogía de Xavier con Nueva vida en Nueva York. Ese mismo año me licenciaba de Derecho y Periodismo y, como Romain Duris, parecía cerrar mi propio ciclo vital.

Confieso no haber visto más de Klapisch hasta ahora, que me ha vuelto a embriagar con otra deliciosa película. La reconstrucción que dibuja, con Marion Barbeau como protagonista, excelente por cierto, es todo un chute de energía vital, de ilusión, de esperanza. Un paso adelante es una invitación a vivir la vida tal como viene, a tropezarse las veces que haga falta y levantarse otras tantas. A decir te quiero a quien sientes que debes decírselo; a bailar todas las notas que toca la vida: graves o agudas; a que la vida es un e infinitas a la vez; a que de lo aparente negativo se trasciende a algo maravillosamente positivo, siendo las dos caras de una misma moneda. En definitiva, a que un final es un principio, y que cuando una puerta se cierra, innumerables se abren.

Todo eso es cuestión de voluntad, aptitud y actitud. Desde dónde queremos vivir nuestra vida. Pues, como en Living este 2023, Klapisch nos da una especie de guía, nos pone frente al espejo de Elise, para vernos reflejados y rehacernos frente a la adversidad, que puede ser vista como una oportunidad.

Entre tanto, como la vida misma, insisto, hay momentos para reír, llorar, reconciliarse, envidiar incluso, por qué no, siempre que se sepa desde dónde se hace todo ello. La vida es como un gran almacén y tu escoges lo que te quieres llevar a tu despensa. Algo ilimitado.

Todo ello, con una performance artística que combina a las mil maravillas el ballet clásico con la danza contemporánea. Los ritmos van de un suave vaivén a agitadores espasmos, donde Marion Barbeau es el centro de todo este universo que, eso sí, arranca despacio, con calma y eso, en este tiempo, puede acarrear el riesgo de perder al espectador, al que animo a aguantar los 15 primeros minutos, pues no lo lamentará.
Argoderse
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de marzo de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son muchas las obras que muestran la presión que sufren las bailarinas de ballet de alto nivel (Black swan, Las niñas de cristal). Su estilo de vida conlleva muchos sacrificios y, además, existe una desventaja entre bailarinas y bailarines, aún presente hoy en día. Estas películas suelen explorar su mundo desde una perspectiva obsesiva y tóxica en torno al baile y la pasión que despierta. Afortunadamente, es un hecho que no sucede en Un paso adelante.

Cédric Klapisch utiliza una trama bastante predecible y muy explotada sobre la superación, pero rebaja la heroicidad que suele abundar en este tipo de historias. Logra así un relato más real y verosímil, a la vez que diferente y fresco.

Con todo ello, este film no va sobre volver a bailar tras una lesión, sino que aborda la salud mental de la persona, sin finales estrafalarios ni grandes hazañas. Al igual que en otras propuestas semejantes, como Intocable, el espectador sale con buena sensación de la sala.

www.contraste.info
Revista Contraste
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de abril de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de Un paso adelante me recordó a una película de los años 70 llamada Paso decisivo, con Shirley Maclaine.
No creo que tuvieran mucho más que ver entre sí que el tener como telón de fondo el ballet.
Aquí todo empieza por un desequilibrio; el fallo en el cerebro, la conmoción emocional sufrida momentos antes de salir a escena le provoca a la prima donna un accidente, que a su vez lleva a una inflexión en varios aspectos de su vida.
En primer lugar se resalta la obsesión de algunos médicos por inmovilizar, operar... sin tener en cuenta la vida en su totalidad de cada persona.
En segundo lugar, el fisio, alguien con empatía, que comprende a la perfección el daño físico y moral de la protagonista, se siente también atraído por ella. ¿Y qué hace? Irse de vacaciones a Goa sin que ella pueda intuir siquiera esa atracción.
Así como están las cosas, la alternativa es cambiar radicalmente de vida...manteniendo un fino hilo con la danza. No se trata de detallar más esta parte.
Al final, la redención, su rehabilitación como persona y artista llega porque la vida tiene alternativas pero también muchas formas de ser vivida sin golpear el fondo.
Las relaciones familiares, emocionales, van a la par que su curación física y llega el momento de rehacerse y demostrarse a sí misma que un punto de inflexión puede ser un punto seguido, nunca un punto final.
Película positiva, optimista y con la imaginación justa para no derivar en un cuento de hadas.
Por cierto, la mayoría de los padres quieren a los hijos sin tener que verbalizar tan manidas palabras. Y eso un hijo debería saberlo.
Lis
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow